El Airbus A319 de Iberia fue supervisadoayer en Hondarribia, donde permanerá también hoy para ser sometido a una inspección más exhaustiva. F. De la Hera
Susto

Un avión recibe el impacto de un rayo en pleno aterrizaje en Hondarribia

El aparato tomó tierra sin problemas pero canceló el vuelo de vuelta a Barajas para ser examinado

Alexis Algaba y Oskar Ortiz de Guinea

San Sebastián

Jueves, 19 de enero 2023, 16:30

Hasta el aterrizaje, todo es vuelo. Valga la expresión para explicar el «susto» que se llevó este jueves el pasaje del vuelo matinal de Iberia ... entre Madrid y Hondarribia cuando solo faltaban cuatro minutos para aterrizar en el aeropuerto. En plena maniobra de aproximación, un rayo impactó contra el avión, y tanto el ruido como el resplandor que iluminó por un momento el tímido amanecer cortaron más de una respiración entre los pasajeros. El comandante, acostumbrado a este tipo de incidencias que no son tan extraordinarias en la aviación, ni se inmutó y pudo tomar tierra «sin problemas», según fuentes de la aerolínea que pudieron hablar con él. Sin embargo, el aparato, un Airbus A319, quedó afectado, lo que obligó a cancelar el vuelo IB499 de regreso a Madrid programado incialmente para las 10.20 horas, y repartir a los viajeros entre los dos siguientes aviones a la capital madrileña. Hoy está previsto que especialistas de Iberia inspeccionen con mayor detenimiento la nave.

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Los días previos, las sucesivas borrascas Gerard y Fien habían obligado a desviar varios vuelos a Gipuzkoa como consecuencia de las fuertes ráfagas de viento, que habían desaconsejado el aterrizaje en un aeropuerto muy expuesto por el mar. El impacto de un rayo puede resultar más noticioso que el efecto ventoso, pero en el fondo debe de ser «bastante frecuente, sobre todo en esta época del año», según apuntaron desde Iberia. La estadística recoge que cada mil horas de vuelo se da un hecho de este tipo, lo que equivale a un rayo por cada avión y año. Lógicamente, las aeronaves están preparadas para asumir este tipo de incidencias, gracias a lo que se conoce como efecto jaula de Faraday. Recibe el nombre del físico Michael Faraday, que en 1836 construyó una caja metálica que protege de los campos eléctricos estáticos. Resumido muy básicamente, hace que la descarga eléctrica se reparta por el exterior de la caja, sin afectar a su interior.

En el radar meteorológico

El comandante del vuelo, que había despegado una hora antes desde Madrid, explicó que el 'rayazo' sucedió «durante la maniobra de aproximación» a la pista de aterrizaje, mientras sobrevolaba el espacio aéreo francés para coger el rumbo apropiado para tomar tierra.

En pleno vuelo, se percató del impacto como el resto de la tripulación, pero no fue capaz de discernir dónde hizo diana el rayo, según trasladó. Algún pasajero escribó en sus redes sociales que se llevaron «un buen susto». Fue tras el aterrizaje cuando el personal técnico pudo comprobar que tuvo lugar justo debajo del morro del aparato, en la zona donde se encuentra el radar meteorológico.

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La sensibilidad de este punto aconsejó analizar con detenimiento el grado de afectación, lo que inicialmente obligó a retrasar el vuelo IB499 con destino a Madrid, que debía realizarlo el mismo aparato. En primera instancia se estimó que el despegue se retrasaría «por una incidencia técnica» hasta las 11.50, después hasta las 15.00 y luego a las 16.00. Finalmente, fue cancelado y durante el día de hoy el avión se someterá a un análisis más exhaustivo por parte de técnicos de mantenimiento, según informó a este periódico Iberia.

Se da la circunstancia que el martes, otro Airbus A319 de la misma compañía sufrió también el impacto de un rayo en un vuelo entre Madrid y Santander. Aunque pudo aterrizar, no logró emprender la vuelta y fue revisado durante dos días en un lagar del aeropuerto Severiano Ballesteros.

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A los pasajeros afectados en la mañana de este jueves por la cancelación de su avión en Hondarribia, Iberia les ofreció poder volar en los dos siguientes aviones programados para Barajas, el vuelo IB507 de las 13.40 horas y el IB495 de las 17.50, que salieron y llegaron a destino con normalidad.

Una 'jaula de Faraday' es una caja metálica que protege de los campos eléctricos estáticos. Debe su nombre al físico Michael Faraday, que construyó una en 1836. Se emplean para proteger de descargas eléctricas, ya que en su interior el campo eléctrico es nulo.

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