Los hoteles de Gipuzkoa confían en lograr una ocupación del 60% este verano
Abre el total de la oferta hotelera, buena parte cerrada desde noviembre, tras superar los cinco meses del año con todos los indicadores de actividad a la baja
La oferta hotelera guipuzcoana vuelva a ponerse en marcha para afrontar un verano en el que esperan alcanzar una ocupación media del 60% y retomar otros factores que en la era pre-covid fueron fundamentales, como el posicionamiento del destino y la fidelización del público. Para ello, según ha informado Hoteles de Gipuzkoa a través de una nota, todos los alojamientos volverán a poner en funcionamiento su maquinaria para la época estival, buena parte de la cual ha permanecido cerrada desde noviembre.
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Los alojamientos hoteleros del territorio han superado los cinco primeros meses del año con los cinco grandes indicadores a la baja, en comparación con el mismo periodo de 2019 (número de turistas, estancia media, pernoctaciones, grado de ocupación y facturación). No ha cogido a nadie del sector por sorpresa, pero ahora que la campaña de vacunación avanza y el virus da claros signos de remisión, parece haber llegado la hora de retomar otros de los grandes retos que hasta la irrupción de la pandemia dibujaban la hoja de ruta de la estrategia turística guipuzcoana.
Durante los cinco primeros meses del año el número de turistas que ha visitado los alojamientos asociados del territorio, ha supuesto una disminución del 65% respecto al mismo periodo de 2019, con una esperada caída más acusada de los visitantes extranjeros (-80,6%), que los estatales (-46,1%). Es por ello, que «el gran objetivo será también recuperar progresivamente estos turistas, especialmente los de carácter internacional», señala Hoteles de Gipuzkoa.
Asimismo, destaca la recuperación de la estancia media por encima de las dos noches, pese a situarse el pasado mayo en 1,66 días, esto es, la cifra más baja registrada dicho mes desde 1993. También hace falta retroceder hasta ese mismo año, para encontrar en las estadísticas un mayo con el grado de ocupación tan reducido como el mes pasado (excluido 2020) y teniendo en cuenta que en el año 93, la oferta disponible era considerablemente inferior y parte de la misma permanecía cerrada. Concretamente, la ocupación media del mes pasado se situó en 27,5% por plazas y en el 33,7% por habitaciones, y dichos registros representan una caída de 36 y 42 puntos, respectivamente, en comparación con los datos que se obtuvieron en 2019.
Baja la facturación
La caída de viajeros y el cierre forzoso de los alojamientos como consecuencia de la falta de actividad, ha provocado una inevitable reducción de la facturación del sector. «Utilizando los datos de oferta de habitaciones y de ingresos medios por habitación disponible, la facturación media por servicios de alojamiento registra entre enero y mayo una disminución del -58,9% respecto a 2019», señalan de Hoteles de Gipuzkoa.
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La recuperación de la actividad y de los niveles de viajeros previos a la pandemia «supone que además de ayudar a sostener un empleo estable y de calidad y unas estructuras empresariales, fuente muy relevante de recaudación, tienen un inequívoco efecto arrastre en todo el resto de las actividades de la cadena de valor del turismo», han señalado.
Además, con la mirada puesta en octubre, cuando normalmente arrancaba el turismo de congresos, consideran que «una precisa y anticipada programación de los eventos MICE será imprescindible para abordar el otoño en un territorio en que se ha producido un incremento significativo de la oferta hotelera y que ha mostrado históricamente un patrón estacional más marcado que el del conjunto de Euskadi y que el del conjunto del Estado».
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