Histórico: casi cuarenta terremotos con localización en Gipuzkoa en el último medio siglo
El temblor de mayor magnitud se produjo en Antzuola en 1978, con una magnitud de 3,6 en la escala de Richter
B. Campuzano
Lunes, 8 de diciembre 2025, 10:56
Gipuzkoa no se encuentra entre las zonas sísmicas más activas de Europa, pero eso no significa que esté libre de la influencia de los terremotos. ... Pese a su baja peligrosidad propia, el territorio se asienta sobre una franja que actúa como foco repetidor de seísmos lejanos, lo que explica que algunos temblores originados en otros puntos, como el registrado esta noche en Álava, puedan sentirse de forma sutil en distintas zonas del territorio.
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Y es que, aunque poco frecuentes, los terremotos o sus réplicas han dejado su huella en Gipuzkoa. Según los datos disponibles del Instituto Geográfico Nacional desde 1828, 38 terremotos se han localizado en el territorio. El primero del que se tiene constancia de la magnitud es de Tolosa de 1972. Desde aquel temblor de intensidad IV sentido en Irun y San Sebastián, el territorio ha acumulado numerosos episodios de baja a media magnitud, como el seísmo de intensidad III que sacudió San Sebastián en 1935, o los movimientos que, ya a partir de los años setenta, comenzaron a documentarse con mayor precisión: desde la magnitud 3 registrada en Tolosa en 1972 hasta la 3,6 de Antzuola en 1978, la más alta registrada en Gipuzkoa.
En los años ochenta, la actividad se repartió por todo el territorio, con temblores de magnitud entre 2,5 y 3,4 en localidades como Zumaia, Azkoitia, Orexa, Abaltzisketa, Olaberria o Beasain, además del seísmo de 3,2 en 1985 en Soraluze y el registrado en Zarautz en 1988, de intensidad III.
De la década siguiente llama la atención el doble episodio del 30 de agosto de 1997 originado en Zestoa. Ese día se registraron dos seísmos de magnitudes 3,5 y 3,4, y producidos a 18 kilómetros de profundidad. Causaron alarma entre los ciudadanos de toda Gipuzkoa y parte de Bizkaia, ya que el temblor se llegó a notar desde Durango hasta San Sebastián. Afortunadamente no originaron heridos y los daños materiales no fueron de gran importancia.
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En los últimos veinte años la sismicidad ha continuado con pequeños temblores en San Martín (2007), Orexa (2010), Gaztelu (2014), Oiartzun (2017) y, más recientemente, en Beizama e Itsasondo durante el episodio del 17 de junio de 2020. En esta última fecha dos pequeños temblores sacudieron la comarca de Tolosaldea en apenas media hora. El primero, de magnitud 3, se produjo al noroeste de Itsasondo a las 15.34 horas, con un epicentro a 21 kilómetros de profundidad. A las 15.57 llegó una réplica de magnitud 2,6 al sur de Beizama. Ambos pasaron casi desapercibidos para la población.
Los últimos registros seísmos de baja magnitud como el de Elgeta (2021) u Orexa (2021) y dos movimientos casi simultáneos en Ataun, el pasado 24 de octubre de este mismo año que fueron casi imperceptibles para la población.
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Otros temblores
Lo cierto es que el subsuelo de San Sebastián ha actuado históricamente como amplificador de ondas sísmicas provenientes de terremotos ocurridos lejos de la ciudad. Así ocurrió, al menos, en cuatro ocasiones durante el siglo pasado, tras los seísmos de Pamplona (1903), Huesca (1923), La Rioja (1929) y Arette (1967), cuyos efectos llegaron a sentirse en la capital guipuzcoana, provocando en ocasiones daños materiales y temor entre los vecinos.
En 2017, un seísmo de magnitud 4,2 se dejó sentir ampliamente en Navarra y también en varias localidades guipuzcoanas, especialmente en la comarca del Bidasoa. Su epicentro se situó en Oricáin, cerca de Pamplona, y aunque duró apenas unos segundos, provocó el desplazamiento de muebles y la caída de objetos en algunas viviendas.
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Riesgo nulo de terremoto destructivo
Según el Plan de Emergencia Sísmico de Euskadi, solo la parte oriental de Gipuzkoa aparece expuesta a movimientos que, en el peor de los casos, podrían causar daños leves. La clasificación oficial sitúa al territorio en un riesgo casi nulo de sufrir un terremoto destructivo.
En este plan, que contempla niveles de entre 4 y 6 de afección en una escala que llega hasta el nivel 12, la mayor parte de Euskadi queda englobada en los niveles 4 y 5 y sólo la zona oriental de Gipuzkoa, que abarca desde Hondarribia hasta Zaldibia, incluyendo algunas pedanías de San Sebastián y Tolosa, entrarían en el nivel 6.
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En 2004, el Gobierno central incluyó a Gipuzkoa y Álava, junto con Canarias, Baleares y Galicia, en el mapa español de peligrosidad sísmica, ampliando así el listado de 1995. La decisión no respondía a un aumento del riesgo, sino al reconocimiento de que estas áreas han experimentado ocasionalmente movimientos telúricos a lo largo del registro histórico.
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