La calle de la memoria guipuzcoana

Más habitantes que seis capitales

Destacaban entonces que «Rentería es uno de los municipios de crecimiento más espectacular. Se calcula que el crecimiento anual de habitantes es por el orden de los mil trescientos. Esto hace que muchos servicios se encuentren desbordados, ya que superan a odas las previsiones que administrativamente se pueden realizar».

Los datos de entonces eran impresionantes: «El censo de 1974 daba una población de 38.648 habitantes de derecho y se estima que en 1975 dé más de 40.000».

El espectacular incremento se plasmaba en un título bien gráfico: «Rentería tiene más habitantes que seis capitales de provincia (Ávila, Soria, Cuenca, Guadalajara y Teruel)». En el texto de la información añadían la sexta, Huesca, que se olvidaban mencionar en el título.

Aquel titular ya no sería válido en la actualidad. Desde los años 70 hasta hoy, la población se ha estancado un tanto en la villa. Según datos del Eustat, el año pasado se contabilizaban 39.665 habitantes. No obstante, se mantenía como el tercer municipio guipuzcoano en cuanto a población, tras Donostia e Irun y por encima de Eibar, Zarautz, Arrasate, Hernani y Tolosa.

Si el número de renterianos ha tendido a estabilizarse, las capitales de provincia de la España menos densa sí han aumentado en población. Las ciudades principales de Guadalajara, Ávila, Cuenca, Huesca y Soria han superado a Errenteria en número de habitantes, cierto es que Soria por una diferencia casi inapreciable (39.695 sorianos frente a 39.665 errenteriarras). En todo caso, en la actualidad, sólo podríamos titular que «Rentería tiene más habitantes que Teruel», que existe, pero con una capital que reúne a algo menos de 36.000 habitantes.

Como analizaban en aquella información de DV de enero de 1976, la Rentería expansiva de los años 70 «el primer problema que produce es el de circulación, Al ser atravesada la población por la carretera nacional número 1 en su tramo de mayor densidad, produce un desequilibrio en los servicios del Ayuntamiento, que tiene que emplear muchos agentes en la regulación del tráfico en esa zona».

«En la época estival se alcanzan cotas a determinadas horas que se califican de astronómicas, registrándose en algunos momentos hasta seis mil vehículos hora en ambos sentidos, cifra que en lugar de reducirse, como sería natural, por la entrada en servicio de la autopista B-B, se aumenta debido a la resistencia a utilizar ésta por numerosos usuarios, que consideran alto el precio de su peaje, y el incontenible auge del parque de vehículos nacionales y extranjeros que pasan por Rentería».

Problemas asociados a aquel tráfico incesante eran los abundantes accidentes («anualmente se registran en nuestra villa cerca de mil accidentes de tráfico») y la invasión de vehículos aparcados. Como lamentaban, «si Rentería está considerado como ciudad dormitorio, también lo es para el material pesado de vehículos a motor, puesto que muchos vehículos de otras localidades han elegido las calles de Rentería para pernoctar, habiéndose llegado a registrar hasta 1.500 vehículos (…)».