La calle de la memoria guipuzcoana
«¡Al diablo con la diana!»Los sanpelayos de Zarautz en 1945, a través de las crónicas de un corresponsal poco festivo
Como ahora, hace ochenta años Gipuzkoa también ardía en fiestas. A punto de llegar los sanmarciales iruneses, en torno a San Juan y San Pelayo estaban de jarana en Eibar, Tolosa, Zarautz, Elgoibar, Ormaiztegi…
En la edición de EL DIARIO VASCO del 24 de junio de 1945 las informaciones locales repetían una y otra vez la palabra fiesta…

Por esta vez, nos centramos en los sanpelayos de Zarautz, fiestas que el corresponsal que firmaba con la inicial C. presentaba con escaso entusiasmo, la verdad. El 24 de junio de 1945 escribía…
«¡ESTAMOS EN FIESTAS! – Para cuando estas líneas vean la luz, se habrán iniciado ya las clásicas fiestas de San Pelayo, Patrono de la villa. Unas fiestas modestitas, limitadas al horizonte local y que si este año sobrepasan éste es debido al homenaje que esta tarde se tributará en Aritzbatalde a 'Kiriki'. Por lo demás, mucha música, guardándose para echar el resto en la festividad de la Virgen de Agosto».
'Kiriki', por supuesto, era Luis Iruretagoyena, el futbolista zarauztarra, jugador de la real Scoeidad e internacional con la selección española.
El programa de aquellos festejos que se entendían como menores (o con un presupuesto limitado para poder sufragar también las fiestas de agosto) empezaban el día 24 (una jornada antes de lo habitual, por coincidir en domingo) con diana y misa en Franciscanos, antes de la actuación de la banda de música.
«Terminado el festival, homenaje a Kiriki, música a todo pasto hasta la hora de cenar y después, más música, hasta media noche».
La «insensatez» de la juventud
Al corresponsal, ligeramente agrio, no le hacía mucha gracia que sonara tanta música en Zarautz, que en su crónica del 26 de junio de 1945 escribía: «Hubo anoche música y se bailó de lo lindo, como se bailará hoy para felicidad de nuestras juventud que, en su insensatez, no se dan cuenta que unas mediasuelas cuestan cinco duros. ¡Allá ellos!».
Hace ochenta años, las fiestas patronales de San Pelayo tenían cierta indefinición en Zarautz, con una extraña mezcla de días festivos y laborales, que explicaban así…
«Ayer (el día 25), si bien fue laborable oficialmente, de hecho resultó casi festivo. Las industrias y oficinas, teniendo en cuenta cinco días de fiesta y tres solo laborables y además entremezclados en un conjunto de ocho, han optado en su mayoría por conceder las vacaciones a sus empleados y obreros, y así las calles estuvieron animadísimas».
Sueño interrumpido
El 27-VI-1945 comentaban la «bonita procesión» hasta la ermita del santo y la «formidable romería» montada en el barrio de San Pelayo. El corresponsal de DV parecía estar más animado a juzgar por el expresivo titular: «¡ZARAUZ ARDE EN FIESTAS!»…

Pero cada uno es como es, y aquel poco jaranero corresponsal no podía evitar gruñir ante una música demasiado madrugadora…
«Ayer, muy de mañana, las huestes de don Javier Goicoechea tuvieron la mala ocurrencia de desertarnos con una diana, muy alegre y muy bonita si se quiere, pero que tuvo la virtud de interrumpir un sueño que hacía muy pocas horas que se había iniciado y, la verdad… ¡al diablo con la diana! ¿Quién ha tenido la mala ocurrencia de inventarla?».
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