«Hacemos frente a un fuego de dimensiones enormes»
Los bomberos voluntarios de Gipuzkoa que han acudido al incendio de León relatan su trabajo durante jornadas eternas de «más de quince horas» en condiciones extremas
Beatriz Campuzano y Martin Ruiz Egaña
San Sebastián
Jueves, 21 de agosto 2025, 00:01
«Son tareas muy complejas, llevamos jornadas enteras trabajando porque las condiciones son extremas. Nunca se habían visto fuegos de estas dimensiones», cuenta al otro lado del teléfono Josu Mañarikua, uno de los diez bomberos guipuzcoanos desplazados a León para combatir las llamas que se acercan a las poblaciones y que dejan miles de hectáreas calcinadas. Ahora mismo se encuentran en la parte este del incendio de Yeres, donde el fuego ya ha reducido a cenizas más de 30.000 hectáreas en la comarca de El Bierzo.
Los bomberos guipuzcoanos llegaron el lunes, tras ser activados el día anterior por el Gobierno Vasco junto con efectivos de Bizkaia, Bilbao, Araba y dotaciones forestales. La situación que se encontraron era muy delicada, tanto que las autoridades llegaron a catalogar el incendio de una «intensidad realmente bárbara», con un comportamiento «anómalo y virulento». Los bomberos de Gipuzkoa, junto al resto de recursos movilizados, han tenido que jugarse el pellejo para frenar el avance de las llamas y ahora, tras varios días trabajando «en condiciones extremas», el incendio de Yeres ha pasado a estar en fase de «extinguible».
La mejora del clima, más húmedo y frío, ha sido clave para detener el fuego, pero el trabajo de los recursos desplazados voluntariamente ha resultado imprescindible para que las llamas no alcanzaran núcleos de población. El operativo desplazado desde Euskadi hasta León se ha dividido en dos frentes: un equipo con efectivos de Bizkaia se ha dirigido hacia Boca de Huérgano y otro a la zona de El Bierzo, en labores de extinción del incendio de Yeres. Concretamente los efectivos guipuzcoanos se han centrado en el fuego cercano a la localidad de Lucillo, a 20 kilómetros de Astorga.
«Nuestra misión es proteger las poblaciones cercanas y evitar que el fuego se propague al valle colindante», resume el oficial de Bomberos del equipo guipuzcoano. El grupo ha combatido estos días las llamas con seis vehículos –tres ligeros y tres autobombas forestales pesadas– procedentes de los parques de Urola, Bidasoa y Oria.
Los días son muy intensos, y sobre todo muy largos frente al sofocante calor de las llamas. Arrancan al amanecer y el trabajo se prolonga hasta que el sol se esconde. Participan en las labores de corte de propagación del fuego y prevención, y lo hacen en condiciones muy complicadas porque muchas zonas son de difícil acceso. La meteorología, clave en la evolución de los incendios que calcinan la península, parece que les está dando un respiro relativo, aunque no bajan la guardia por el carácter imprevisible de los fuegos estos últimos días. La bajada de temperaturas y el aumento de la humedad por la noche han permitido «estabilizar el 90%» de un perímetro de unos 140 kilómetros del incendio de Yeres que llevaba en activo desde el pasado día 8.
«Parece que se ha enfriado el clima. En Yeres la situación mejora. Han venido bomberos franceses y de Valencia para reforzar, pero la situación sigue siendo incierta. El día ha mejorado, aunque el viento sopla con rachas de 40 a 50 kilómetros por hora. Nosotros trabajamos con objetivos pequeños, porque las dimensiones del incendio eran enormes», explica. El humo, muy denso por momentos, se desplaza según la dirección del viento, pero la contaminación en la zona «es alta».
La entrega de los equipos es total. «Llevamos jornadas de unas catorce horas, con descansos breves. Ayer –por el martes–, por ejemplo, fueron quince horas en el primer día sobre el terreno», relata el bombero guipuzcoano. Una dedicación que subraya la importancia de la coordinación y de sumar manos al operativo. «Toda ayuda es bienvenida, pero siempre con la seguridad y la organización necesarias».
«Desesperada e inédita»
El consejero de Seguridad del Gobierno Vasco, Bingen Zupiria, se pronunció ayer acerca de la dimensión de los fuegos que se ha encontrado el equipo vasco en León. «El operativo vasco desplazado a Castilla y León se está enfrentando a una situación desesperada e inédita». En una entrevista radiofónica, el consejero afirmó que las instituciones vascas han estado dispuestas desde el principio a la colaboración, y han acudido a Castilla y León a ayudar en respuesta a «una petición urgente y grave» que le trasladó el Gobierno de esta comunidad autónoma en los primeros días de la pasada semana.
Nadie se atreve a dar una respuesta sobre cuándo quedarán extinguidos los incendios. Tampoco los bomberos desplazados desde Gipuzkoa, que esperan a que los responsables de Castilla y León decidan cuándo podrán regresar. Todo indica que hoy volverán a sus parques. «De la misma forma que nos plantearon la solicitud, nos tienen que decir también cómo lo ven y qué es lo que esperan de nosotros», aclaró ayer Zupiria. Hasta entonces, seguirán en primera línea combatiendo las llamas aunque la Diputación Foral de Gipuzkoa ya ha adelantado la posibilidad de «realizar relevos» entre bomberos.
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