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Uxue Loizu junto a sus compañeras de la Federación Española de Deportes de Montaña y Escalada en Groenlandia.
Uxue Loizu junto a sus compañeras de la Federación Española de Deportes de Montaña y Escalada en Groenlandia. FEDME
La Groenlandia de los guipuzcoanos

La escaladora Uxue Loizu: «En Groenlandia no hay carreteras y hay que moverse en barco o trineo»

La navarra contará su experiencia escalando durante un mes las frías montañas del basto territorio ártico este 30 de enero en Donostia

Marcela Salazar

San Sebastián

Lunes, 27 de enero 2025, 00:04

Groenlandia es un lugar bastante extenso y precioso en cuanto a paisajes, pero también es bastante inhóspito. Las distancias son bastante largas y no tienen carreteras, entonces se mueven por la costa con pequeños barcos o, en invierno, con trineos y motos de nieve», detalla Uxue Loizu, una pamplonesa de 29 años que estuvo escalando las montañas de granito del basto territorio durante todo el mes de agosto de 2024 junto a sus compañeras de la Federación Española de Escalada (Fedme).

«Fuimos para descubrir nuevas vías y rutas de escalada. Tengo que admitir que para mí era un sitio bastante desconocido y creo que para el resto del equipo también. No teníamos ni idea de a dónde íbamos ni que iba a ser tan duro», admite la joven escaladora. «El viaje a Groenlandia está dentro de un proyecto de tres años en el que participamos que se llama 'Abriendo Camino', que tiene como objetivo visibilizar el deporte femenino de montaña, cada año toca visitar un país, por lo que primero estuvimos en Arabia Saudí, luego en Groenlandia y este año iremos a Nepal», explica.

«El viaje lo propuso nuestra técnico y desde el principio empezamos a buscar información y vimos sí en el circo –una cadena de montañas semicircular, causada por la acumulación de nieve– al que íbamos a ir y que estaba ubicado en el sureste, había estado alguna otra expedición antes y con la poca información que pudimos recopilar organizamos todo para quedarnos un mes allí».

Loizu cuenta que la expedición estuvo formada por nueve personas en total, ocho del equipo y un cámara. Aunque llegar al destino elegido no fue nada fácil, ya que para poder llegar a Groenlandia, el grupo voló desde Madrid hasta Islandia y una vez en Islandia «tuvimos que subir en una pequeña avioneta con todo el equipo hasta Kulusuk», la pequeña localidad ubicada al este de Groenlandia. De ahí cogimos unas lanchas que nos llevaron durante 6 horas hasta el sitio concreto en donde queríamos escalar».

Los barcos que navegan las gélidas aguas de Groenlandia son el medio de transporte principal en la isla.

La pamplonesa visitó la isla en pleno agosto y la temperatura que les acompañó tanto a ella y al equipo durante todo el mes «fue mejor de lo que pensábamos, incluso hubo un día en el que fuimos hasta en manga corta», recuerda. «Al sol se estaba bien, pero es Groenlandia y por las noches si que hacía mucho frío. También nos nevó un poco, dormimos en tiendas de campaña durante todo el mes y a veces era un poco duro. La verdad es que se estaba mejor cerca de la costa, porque cuando nos metíamos un poco más en los glaciares hacía muchísimo frío».

La escaladora navarra admite haber tenido poco contacto con los nativos y con la población en general. «Estuvimos un poco incomunicadas, solo tuvimos contacto con un chico de Kulusuk con el que nos comunicábamos cada tres o cuatro días con un 'in-Reach' (una especie de teléfono que manda mensajes por satélite, para decirle que estábamos bien. Y que, por cierto, fue a recogernos tres días antes de tiempo porque venía una tormenta muy fuerte hacia la zona en donde estábamos. Nos comunicábamos con él en inglés, porque en las escuelas les enseñan el idioma».

«Groenlandia es un mundo completamente diferente a lo que estamos acostumbrados aquí. Allí no hay ni un árbol»

En cuanto al paisaje, la joven cuenta que es bastante bonito, pero «bastante desértico». Loizu estuvo escalando «en unas paredes de granito bastante grandes», pero lo que más le llamó la atención fue la poca vegetación. «Es un mundo completamente diferente a lo que estamos acostumbrados aquí en Euskadi, ahí no hay ni un árbol, en algunas zonas hay musgo en el suelo y crecen algunos arándanos, pero lo demás está cubierto por el hielo», cuenta. Es por ello, que «hay glaciares incluso en verano. En invierno se congela todo otra vez y tampoco hay mucho margen de que crezca nada».

Transportarse también es bastante incomodo, según Uxue. «Nosotras nos movíamos remando en una especie de kayak hinchable, llevamos varios para poder movernos por el mar. Mientras que en el circo, íbamos andando por sitios enormes por donde no pasa nadie».

Todo esto y más es lo que Uxue contará en su próxima visita a Donostia, en concreto al centro cultural Okendo, prevista para este jueves 30 de enero a las 19.00 horas. «Voy a explicar el proyecto entero y luego me centraré en el viaje a Groenlandia. Voy a enseñar varias fotos de los sorprendentes paisajes. Espero que se anime a venir la gente, sobre todo a la que le gustan las expediciones y la escalada».

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