Gipuzkoa lanza al mercado el primer robot quirúrgico de columna fabricado en el Estado
El dispositivo está indicado para tratar la escoliosis, tumores o fracturas vertebrales y Osakidetza será uno de los primeros servicios de salud en incorporarlo
El campo de la medicina avanza a pasos agigantados en la aplicación de nuevas herramientas robóticas que concedan a los facultativos tratamientos más efectivos en sus intervenciones.Gipuzkoa ha marcado un hito sin precedentes en esta dirección después de que la empresa donostiarra Cyber Surgery haya lanzado al mercado el primer asistente robótico quirúrgico para cirugía de columna desarrollado y fabricado en el Estado. Tras recibir la licencia de fabricación de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps), y llevar a cabo un ensayo clínico en el que han participado 6 pacientes del Hospital Universitario Donostia y 7 de Cruces, el organismo notificador ha dado el visto bueno para que la compañía comercialice esta novedosa tecnología, que tendrá en Osakidetza uno de sus primeros clientes.
La máquina en cuestión, llamada Alaya en un guiño a la palabra 'alai' (alegría) en euskera y la letra 'Y' característica del logo de la compañía, está dirigida a intervenciones basadas en la colocación de tornillos transpediculares, que es la operación más empleada para el tratamiento de distintos tipos de patologías que afectan a la columna, como puede ser los casos de escoliosis, estenosis de canal, enfermedades degenerativas, tumores o fracturas vertebrales. Un tipo de intervención bastante frecuente en las que se colocan una serie de tornillos en estos huesos, para unirlos mediante barras, y construir una estructura sólida que sostenga tanto el peso que debe soportar la columna como corregir alguna posible desviación.
El prototipo guipuzcoano viene a aportar varias novedades respecto a los modelos que existen actualmente en el mercado, tal y como asegura Jorge Presa, CEO de la empresa con sede en el parque tecnológico de Miramon, en Donostia. La cirugía de columna suele realizarse de forma manual, guiándose con imágenes médicas, lo que exige gran precisión y experiencia por parte del cirujano. En este contexto, la robótica aporta una ventaja decisiva, ya que «permite planificar la cirugía a partir de un TAC e introducir tornillos de forma exacta y en tiempo real, ofreciendo mayor seguridad, predictibilidad y rapidez durante el procedimiento».
El robot cuenta con una tecnología patentada de localización y seguimiento del paciente mediante un 'tracking' háptico que permite «mejorar la precisión hasta en seis veces», lo que reduce la exposición a rayos X tanto del paciente como del cirujano.
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Pacientes que han tomado parte en el ensayo clínico
6
En el Hospital Donostia
7
En el Hospital de Cruces

Pacientes que han tomado parte en el ensayo clínico
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En el Hospital Donostia
7
En el Hospital de Cruces

Pacientes que han tomado parte en el ensayo clínico
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7
En el Hospital Donostia
En el Hospital de Cruces

Pacientes que han tomado parte en el ensayo clínico
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7
En el Hospital Donostia
En el Hospital de Cruces

Funcionamiento
Los facultativos introducen en el robot la información sobre la zona a operar obtenida previamente con un TAC y otras pruebas.
1
Posteriormente el cirujano planifica dónde va a colocar los tornillos. Es ahí donde entra el dispositivo.
2
Con todos estos datos recopilados, sumados a la lectura de la posición del paciente, «indica la trayectoria óptima» para que los especialistas realicen las incisiones y coloquen los tornillos.
3

Funcionamiento
Los facultativos introducen en el robot la información sobre la zona a operar obtenida previamente con un TAC y otras pruebas.
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Posteriormente el cirujano planifica dónde va a colocar los tornillos. Es ahí donde entra el dispositivo.
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Con todos estos datos recopilados, sumados a la lectura de la posición del paciente, «indica la trayectoria óptima» para que los especialistas realicen las incisiones y coloquen los tornillos.
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Funcionamiento
Los facultativos introducen en el robot la información sobre la zona a operar obtenida previamente con un TAC y otras pruebas.
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Posteriormente el cirujano planifica dónde va a colocar los tornillos. Es ahí donde entra el dispositivo.
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Con todos estos datos recopilados, sumados a la lectura de la posición del paciente, «indica la trayectoria óptima» para que los especialistas realicen las incisiones y coloquen los tornillos.
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Funcionamiento
Los facultativos introducen en el robot la información sobre la zona a operar obtenida previamente con un TAC y otras pruebas.
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Posteriormente el cirujano planifica dónde va a colocar los tornillos. Es ahí donde entra el dispositivo.
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Con todos estos datos recopilados, sumados a la lectura de la posición del paciente, «indica la trayectoria óptima» para que los especialistas realicen las incisiones y coloquen los tornillos.
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Alaya lleva esta innovación un paso más allá gracias a un sistema de navegación cinemática patentado internacionalmente que supera las limitaciones de los sistemas ópticos convencionales. Estos sistemas ópticos, utilizados habitualmente en cirugía asistida por robot, dependen de cámaras, calibraciones y de mantener la línea de visión para actualizar la posición del robot en función de los movimientos del paciente, como la respiración. Presa resume los beneficios para el paciente en «mayor precisión en la colocación de implantes, menor riesgo de sangrado e infecciones, y una recuperación más rápida al tener una menor exposición a la radiación durante la intervención», que gracias a esta máquina se puede ver recortada «entre un 10% y un 30%», dependiendo de la cirugía.
Trayectoria óptima
Su funcionamiento es el siguiente. Los facultativos introducen en el robot la información sobre la zona a operar obtenida previamente con un TAC y otras pruebas. Posteriormente, el cirujano planifica dónde va a colocar los tornillos. Es ahí donde entra el dispositivo. Con todos estos datos recopilados, sumados a la lectura de la posición del paciente, indica la trayectoria óptima para que los especialistas realicen las incisiones y coloquen los tornillos.
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El robot se acopla mediante un fijador óseo (pinza) que se conecta a la vértebra del paciente. Gracias a este punto de conexión física, la máquina es capaz de 'sentir' directamente el movimiento de la columna en lugar de guiarse por cámaras. Esta conexión transmite en tiempo real cualquier micro-movimiento del cuerpo y el robot actualiza de forma continua la posición planificada con la posición real del paciente, que habitualmente se encuentra boca abajo. Dicho de otra manera, es como si el robot tuviera un tacto mecánico que le permite seguir cada respiración o mínimo cambio de posición, sin perder la precisión. De esta manera se garantiza que la cirugía sea segura, fluida y sin interrupciones.
«El desarrollo de este robot ha sido un desafío tecnológico apasionante. Conseguir un sistema de navegación cinemática robusto, fiable y libre de cámaras marca un antes y un después en la cirugía robótica de columna. Esta innovación permite a los equipos quirúrgicos trabajar con mayor seguridad, eficiencia y confianza, mejorando tanto la experiencia en quirófano como los resultados para los pacientes», explica Andrés Amarillo, director de tecnología de la compañía.
Los ensayos clínicos finalizaron hace dos años en el Hospital Universitario Donostia, que junto al de Cruces en Bilbao han sido los dos centros de Osakidetza que participaron en este proceso. En total, 13 vascos se han sometido a este tipo de operaciones enmarcadas en el proyecto, seis en la capital guipuzcoana y siete en la vizcaína. El ensayo clínico se ha dirigido a intervenciones basadas en la colocación de tornillos transpediculares, que es la operación más empleada para el tratamiento de distintos tipos de patologías que afectan a la columna, como escoliosis, estenosis de canal, enfermedades degenerativas, tumores o fracturas vertebrales. Para ello, los cirujanos introdujeron en las espaldas de los pacientes una serie de tornillos de titanio cuyas medidas rondas los 5 centímetros de largo y 6 milímetros de ancho, dependiendo de la complexión de la persona en cuestión. Paralelamente, el robot ha sido validado también en este tiempo por más de 300 médicos de 25 hospitales tanto de España como de Europa y Estados Unidos.
Tras un «proceso muy complicado», Cyber Surgery se ha convertido en la cuarta empresa del mundo en lograr certificar y lanzar al mercado un prototipo de este tipo, el primero desarrollado y fabricado en España. Tras recibir la licencia de fabricación de la Aemps, Osakidetza será uno de los primeros sistemas sanitarios en incorporar este novedosa tecnología con una máquina en Gipuzkoa y otra en Bizkaia. Solo el ServicioVasco de Salud realiza cada año alrededor de 1.500-2.000 operaciones de columna en los tres territorios, de las cuales unas 250 intervenciones se llevan a cabo en el Hospital Universitario Donostia.