Gipuzkoa esquiva el nuevo brote del hongo mildiu
Viticultores de la Rioja Alavesa temen que la temida plaga afecte a «casi la totalidad» de los viñedos
Domingo, 13 de julio 2025, 07:43
Uno de los principios de verano más calurosos que se recuerdan y la humedad característica de nuestro clima. La combinación de estos dos factores es ... el «caldo de cultivo perfecto» para la proliferación del hongo mildiu, una pesadilla para cualquier explotación. Mientras que los viñedos de la Rioja Alavesa se resienten con «casi la totalidad» de plantaciones afectadas, Gipuzkoa resiste, de momento, este nuevo envite del mildiu.
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«Hemos detectado la presencia del hongo, como siempre por esta fechas, pero este año lo tenemos controlado», asegura Ruth Mozo, secretaria general de la Denominación de Origen Getariako Txakolina. Los viñedos de txakoli, mayoritarios en nuestro territorio, se concentran en las zonas costeras. «Prácticamente todo está en la costa, y es aquí donde hemos identificado mildiu. Más allá de estos viñedos no hemos registrado presencia del hongo en lugares no habituales».
La situación es distinta en Álava. El mildiu se ha aprovechado de las altas temperaturas y la densa humedad en las últimas semanas para penetrar en los reconocidos viñedos de la Rioja Alavesa. Este viejo conocido tiñe las hojas, debilita las plantas y reduce la producción de uva, lo que está afectando a «casi la totalidad» de las explotaciones de la comarca, según la Diputación Foral de Álava. El Servicio de Viticultura y Enología del ente foral va más allá y vaticina que tendrá «una incidencia destacable que condicionará la producción y la vendimia este 2025».
«Todavía no se puede predecir cómo afectará a la cosecha de este año, habrá que esperar a mediados de agosto para saberlo»
Ruth Mozo
Getariako Txakolina
Desde la Denominación de Origen Getariako Txakolina no se atreven a hacer predicciones. Prefieren esperar unas semanas para sacar conclusiones. «Todavía es pronto para decir que el hongo afectará a la cosecha de este año. Esperemos que no influya mucho, pero habrá que esperar hasta mediados de agosto para saberlo».
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Los viñedos de txakoli guipuzcoanos parecen haber atajado el brote de mildiu esta vez, pero en muchas ocasiones los productores se han visto obligados a adelantar la vendimia para aplacar los efectos del hongo conforme avanzaba el verano. La última, en 2023, cuando las intensas lluvias y las temperaturas extremas concentradas en las dos primeras semanas de agosto facilitaron la irrupción del mildiu.
En la Rioja Alavesa se espera un verano tenso para los productores de vino. Un escollo más para un sector en horas bajas por la caída de las ventas y que ahora vive pendiente de la amenaza de los aranceles de Trump. Los primeros focos del hongo se empezaron a detectar en mayo, pero la realización de tratamientos resultó «casi imposible» en algunas fincas por la humedad del terreno como consecuencia de las fuertes precipitaciones.
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«A principios de junio, las condiciones meteorológicas permitieron la generalización del proceso y en algunos casos se habían realizado ya en esas fechas cuatro tratamientos fitosanitarios, llegando a finales de junio con ocho manos aplicadas en muchos casos», explican desde la Diputación de Álava.
«Notable impacto económico»
«Por este motivo, se puede afirmar que el nivel de afección por mildiu generará un notable impacto económico esta campaña, acrecentando una situación de por sí compleja para el sector vitivinícola de Rioja Alavesa», consideran los técnicos forales. Y eso por no hablar del manejo en ecológico del viñedo, ya que optan por tratamientos basados en la prevención y con una limitación tecnológica a la hora de aplicar medios curativos, por lo que «la incidencia del mildiu es mucho mayor».
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Se da la circunstancia de que el hongo también ha hecho acto de presencia en las denominaciones de origen de Rueda, Montilla-Moriles o Jerez, y por eso ha existido una falta de abastecimiento de algunas materias. Esto ha dificultado aún más el control de esta enfermedad vegetal por «un nivel de fecundación deficiente y florecillas abortadas por corrimiento patológico a causa de la infección temprana del mildiu, que pueden provocar una mayor merma de cosecha».
El porcentaje de racimos afectados es muy variable según la ubicación concreta de la parcela. «Desde una afección mínima de un escaso 10% pudiendo llegar en otras hasta un 70-80%, no siendo raros los casos en los que hay un 40-60% de racimos afectados», plantea el organismo foral.
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