«Hay franceses con cartones en todas partes»
Behobia se llena de fumadores galos tras el cambio legal que permite comprar hasta 800 cigarrillos en vez de 200
Estamos vendiendo muchísimo. No damos abasto». Esta es la frase recurrente de muchos de los estanqueros de la zona de Behobia, en Irun, en los últimos días. Después de que el gobierno francés eliminase la semana pasada la norma por la cual un ciudadano no podía cruzar la frontera hacia territorio galo con más de 200 cigarrillos –o lo que es lo mismo, un cartón–, adecuándose así a la legislación europea , se han repetido las escenas de largas colas de clientes esperando su turno para comprar hasta cuatro cartones –como máximo– cada uno.
La tendencia alcista de la adquisición de cartones y otros productos relacionados con el tabaco la confirman desde varios negocios. Uno de ellos es el Estanco Irun 025, que abrió sus puertas hace dos meses. «Nosotras somos nuevas en el negocio y aún no nos conocen demasiado por la zona», admite una de las dependientes del negocio, quien sin embargo apunta que estos últimos días «ha sido una pasada la de gente que se ha acercado por aquí a comprar cartones de tabaco». Esta empleada en concreto ya ha visto en los últimos días «en varias ocasiones a clientes salir con cuatro cartones cada uno. Se nota que el volumen de ventas ha subido, sí», asegura.
«Hemos recuperado a los clientes de la zona de Burdeos a los que ahora les compensa venir a Irun»
Cabe recordar que la diferencia de precios en la cajetilla de tabaco entre España y Francia es sustancial. A nivel estatal un paquete cuesta, de media, unos 4,5 euros, mientras que en suelo galo ese precio se eleva hasta los 10 euros, siendo los paquetes más caros de 11 euros –y en 2025 aumentará hasta los 12–. «Es que hemos recuperado hasta clientes de la zona de Burdeos que nos dicen que ahora sí que les compensa acercarse hasta aquí a comprar tabaco», cuenta esta trabajadora de un comercio que está en la zona de Zaisa, en Antxotxipi Kalea. «Los clientes me dicen que en la zona de abajo del barrio de Behobia han visto colas más largas aún en los estancos».
Puntos fronterizos
La decisión del gobierno galo ha repercutido positivamente en las cajas registradoras de estos negocios, situados en su mayoría en las zonas cercanas a los puntos fronterizos de Irun. «Sí, nos viene bien, pero es que al final no han hecho otra cosa que adecuar la ley a lo que dicta la Unión Europea. No les quedaba otra opción», comenta otro profesional del sector en la ciudad guipuzcoana. Además del tabaco corriente, ahora los compradores podrán llevarse también hasta 400 puritos, 200 puros y un kilo de tabaco de liar, cuatro veces más de lo permitido hasta hace solo una semana.
El fumador francés paga de media casi seis euros más que un español porla cajetilla de tabaco
El aumento en el volumen de las ventas de cartones de tabaco se ha notado no solo en el barrio de Behobia, sino en calles como Paseo Colón, un poco alejadas de la frontera. En el Estanco Colón 46 Tobacco Shop «sí hemos notado que vienen más franceses» aunque no tanto como en Behobia «porque nosotros estamos algo alejados de esa zona caliente de venta», afirma uno de sus empleados, quien detalla que estos días ha despachado «a varios clientes franceses estos días que se han llevado tres o, incluso, cuatro cartones». Al cuarto cartón, eso sí, el cliente está obligado a presentar su carné de identidad, para que quede registrado después en la base de datos de las aduanas.
En Tabacos Quattro se llevaron una sorpresa, «no sabíamos nada de esa nueva ley hasta que hemos hablado con vosotros», relata entre risas una de sus dependientas, que estos días se ha estado preguntando «¿pero qué pasa aquí? ¿de dónde sale tanta gente? He visto franceses por todas partes, no me lo explicaba». La adaptación al marco europeo realizada por el gobierno de Emmanuel Macron «nos ha venido muy bien, por supuesto. Estamos vendiendo más de lo normal, y estos días he visto unas colas muy largas para llevarse mogollón de cartones».
España endurece las normas
Mientras Francia se ve obligada a suavizar sus políticas contra el tabaquismo –al menos en lo referente a la importación–, en España se acaba de anunciar un real decreto diseñado para luchar contra el tabaquismo. El Ministerio de Sanidad que dirige Mónica García, dentro del Plan Integral de Prevención y Control del Tabaquismo 2024-2027, sigue en su empeño de acorralar un hábito pernicioso que causa 50.000 muertes al año y miles de hospitalizaciones.
El real decreto, entre otras cosas, va a derivar en que las cajetillas tengan un empaquetado genérico –adiós, por ejemplo, a los clásicos modelos de Lucky Strike o Marlboro–, medida que en otros países ha rebajado el consumo y reducido la atracción de nuevos adictos. La norma, que aún debe ser aprobada en el Consejo de Ministros, también incorpora otra restricción muy demandada por las organizaciones médicas y científicas, ya que prohibirá los aditivos y componentes que confieren aromas tanto en el tabaco como en productos relacionados, como los cigarrillos electrónicos y los vapeadores.
En este sentido, en relación a los consumidores del vapeo, los últimos estudios indican que uno de cada cuatro niños de 12 y 13 años han vapeado, proporción que escala hasta el 50% entre los jóvenes. Su uso por los adolescentes se ha duplicado en un lustro.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión