Forrest Gump, reclamo navideño
El corto protagonizado por vecinos de Aretxabaleta para promover el consumo local de cara a las fiestas se hace viral
En Aretxabaleta, la Navidad no empieza con el encendido de luces. Lo hace con el ya tradicional 'spot navideño' que cada año, desde hace más de una década, emociona a todo el municipio al promover el consumo local de cara a estas fechas. Ya lo hicieron Freddie Mercury o la banda de 'La Casa de Papel'. Pero en esta ocasión, ha sido Forrest Gump el que ha echado a correr por las calles del pueblo para recordar que «cuidemos de lo nuestro».
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Recreando una de las escenas más icónicas de la película, el actor atxabaltarra Kepa Errasti se transforma en un inconfundible Tom Hanks, vestido con una camisa de cuadros y una americana beige. Pero el Forrest Gump de Aretxabaleta no reflexiona sobre cajas de bombones. «Mi madre decía que en estas fechas se ponía un poco triste porque muchos comercios de toda la vida habían cerrado». Forrest, entonces, enumera algunos negocios pequeños del municipio que han cerrado en los últimos años: la droguería de Loreto, la carnicería de Ramón y Mari Jose o la tienda de Angelines. Esta última, sentada junto a él en el banco, le regala una mirada cómplice. «Mi madre también decía que había que mirar al futuro sin olvidar el pasado», continúa Forrest, que acto seguido echa a correr por todo Aretxabaleta. A la carrera terminan uniéndose atxabaltarras de todas las edades. «Los comerciantes estarían orgullosos. Como dice mi madre, zaindu daigun geurie! –¡cuidemos lo nuestro!–», celebra el protagonista.
Acogida «abrumadora»
Apenas tres días después desde su publicación en YouTube, el corto cuenta con cerca de 12.000 visualizaciones. La acogida del corto ha sido «abrumadora», reconoce Errasti. «Cada año se sube el listón y tiene más repercusión, por todo Euskadi. De momento a la gente le está gustando y estamos muy agradecidos, sin su ayuda y disposición no habría sido posible», agradece a los vecinos, protagonistas del anuncio. «La situación que afrontan los comercios locales es algo general. Es inevitable darse cuenta de que, a día de hoy, es raro conocer a los comercios por el nombre de su tendero», apunta. Quizás, de ese sentimiento de nostalgia compartida y ganas de proteger lo local, nace el éxito del corto. «No solo busca emocionar, sino que la gente se plantee ayudar a los comercios pequeños. Ojalá consiga hacerlo», espera Errasti.
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