Estudiantes de Selectividad: «Espero que sean flexibles, hemos sufrido mucho»
Miles de estudiantes guipuzcoanos comenzaron ayer las pruebas de acceso a la Universidad bajo estrictas medidas de seguridad
Con caras de haber dormido poco y con los nervios como compañeros de viaje, miles de estudiantes guipuzcoanos se enfrentaron ayer a las pruebas de acceso a la Universidad. La ansiedad y el cansancio que les ha dominado estas últimas semanas llega a su fin para un total de 4.594 jóvenes que se presentan a esta primera convocatoria que finaliza mañana. Los más madrugadores se fueron acercando en torno a las 8.15 horas a las diferentes facultades en el campus de la UPV/EHU de Donostia y Eibar, que como medida excepcional este año ha ampliado el número de sedes para el desarrollo de los exámenes con el fin de establecer las mejores condiciones sanitarias frente al Covid-19. La jornada también arrancó en Bizkaia y Álava para 6.180 estudiantes y otros 1.777 respectivamente.
A las 9.00 en punto, bajo los paraguas y las mascarillas, se les fue llamando por megafonía y a pesar de que entraron de uno en uno por orden de apellidos, la formación de aglomeraciones en el exterior de los edificios resultó evidente. Nada más cruzar el umbral de la puerta debían lavarse las manos con el gel hidroalcohólico provisto en el acceso al edificio y, siguiendo el precinto de seguridad del pasillo, dirigirse directamente al pupitre donde realizarán las pruebas durante estos días. El primero lo hizo con palmas y vítores, pero la espera se hizo larga para los alumnos como Irene Sevilla, a la cola del abecedario. «Estar esperando así genera un poco de nerviosismo, porque no paras de pensar en qué van a preguntar e incertidumbre por saber lo que nos espera dentro, lo desconocemos. Solo pienso en que quiero entrar ya», comentaba esta joven fuera del centro Carlos Santamaría del campus donostiarra, que intentaba «estar en calma» hablando con sus amigas «de otro tema» que no fuera los contenidos de la materia. Lo hacían guardando las distancias de seguridad, que si bien «se intenta, cuesta». «He trabajado mucho durante el curso y aunque estamos mentalmente súper cansados, porque hace un mes que deberíamos haber acabado, voy a procurar hacer el mejor examen posible. Quiero quitarme Historia, y el resto irá fluido. Si me da la nota, me gustaría estudiar Periodismo y Educación Audiovisual en Madrid, si no iré a Bilbao».
Los datos
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4.594 estudiantes guipuzcoanos se presentan a las pruebas de acceso a la Universidad en las diez sedes habilitadas en el campus de la UPV/EHU en Donostia y la tres de Eibar.
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Exámenes Hoy y mañana. Las pruebas se realizarán solo en horario de mañana y finalizarán a las 15.00 horas.
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Medidas de seguridad Los estudiantes deberán tomarse la fiebre antes de salir de casa, portar su mascarilla y no compartir material de escritorio
La sensación de que todo su futuro depende de los resultados en estos exámenes produce una presión tremenda sobre la mayoría de estudiantes, más si cabe teniendo en cuenta que en marzo tuvieron que interrumpir las clases presenciales por el cierre de las aulas y continuar la enseñanza desde sus casas, alterando un final de curso completamente atípico. «Estoy muy nervioso, espero que sean más flexibles a la hora de corregir porque nos lo jugamos todo», afirmaba el donostiarra Yagoba, planteándose el peor de los escenarios. «Me da miedo quedarme en blanco, aunque intento centrarme en que el curso me ha ido muy bien y me siento preparado». Una vez con los resultados en la mano, «pensaré seriamente qué quiero hacer, aún tengo dudas y estoy pendiente de la nota sobre todo. Derecho es una opción», sopesaba este joven, intentando sin éxito mantener la distancia de dos metros con su grupo de amigos, que aguardaba en la entrada. «Lo de hacer el examen con mascarilla... sé que es por prevención, pero si ya me cuesta respirar por los nervios imagínate con la boca tapada», señalaba.
También la irundarra Laura Pérez se quejaba del «agobio» de tener que realizar los exámenes con mascarilla y se mostraba «con miedo por la situación, no sabemos cómo va a ser todo, pero estoy bastante confiada en que lo voy a hacer bien. En el cole -San Patricio- nos han dado una muy buena preparación», aseguraba esta joven de 17 años que, al igual que el resto de sus compañeros, destaca la importancia de las clases de refuerzo presenciales de las últimas semanas, que «han sido de gran ayuda». Sin lugar a dudas, el coronavirus ha puesto de manifiesto la preferencia del contacto físico con el profesor entre jóvenes que crecieron con los dispositivos electrónicos. Esta futura aspirante a Enfermería necesita «un 11 de 14», y confía en que «este año, al haber facilitado el examen con mayores opciones donde elegir, las medias van a subir».
Tiempo 'extra'
A la flexibilidad en la estructura de la prueba se suma el hecho de haber tenido más tiempo para prepararla, puesto que la Selectividad se atrasó un mes. Sin embargo, para algunos jóvenes como el donostiarra Paúl Imaz, ese tiempo 'extra' no ha servido más que para acrecentar el cansancio acumulado. «Hemos estado casi un mes parados; hemos seguido dando temario pero más lento y además se nos ha fastidiado un poco el verano, porque se ha acortado». La idea en un mundo sin Covid-19 era preparar los globales de mayo, y a partir de ahí, la EAU, que se realizaría a principios de junio. Pero toda esa planificación quedó patas arriba. «Hemos sufrido mucho», opina Imaz, que al igual que el resto de sus compañeros, espera que el tribunal tenga en cuenta la circunstancias adversas a las que han tenido que enfrentarse este curso y por ello sean más benevolentes a la hora de corregir los exámenes. Los planes que baraja este donostiarra son entrar en Ingeniería Mecánica en Tecnun. «Quiero sacar la máxima nota posible», comenta. Sobre el protocolo de higiene y seguridad, protagonista de esta convocatoria, tampoco hace demasiadas objeciones. «Es cierto que las medidas son muy estrictas, como lo fueron durante las clases preparatorias de Selectividad cuando volvimos a las aulas, pero es lo que toca y en ese sentido no tengo miedo al contagio, estoy tranquilo», explica este estudiante con los deberes hechos. «Esta mañana me he tomado la fiebre antes de venir y nada, 36,5º».
Guillermo Orbea también completó ayer la misma rutina antes de salir de casa, y a pesar de tener en la cabeza las consignas de sus profesores reconocía que «todo está un poco raro, no sabemos muy bien cómo tenemos que proceder...», contaba este estudiante donostiarra, tratando de atemperar los nervios pensando en sus planes para mañana, una vez termine la Selectividad. «Voy a salir de fiesta para celebrarlo, ir a la playa y lo que surja. He estudiado mucho durante el curso y en la recta final he estado muy concentrado». Después del verano, espera poner un pie en Madrid para entrar en «ADE con Emprendimiento e Innovación, tengo ganas de irme», añade.
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