El donostiarra Igor Basurko, condenado a medio año de prisión por estafa
El exconcursante de 'Gran Hermano 14' vendió un vehículo robado para personas con discapacidad en una tienda de segunda mano
Igor Basurko, conocido por ser exconcursante de Gran Hermano 14, ha sido condenado a medio año de prisión por un delito de hurto y a una multa de 540 euros (seis al día durante 3 meses) por uno leve de estafa, según ha podido saber este periódico. El donostiarra estaba acusado de apoderarse de forma ilícita de una motocicleta para personas con discapacidad junto a un amigo y después venderla en una tienda de artículos de segunda mano de San Sebastián . El segundo investigado también ha sido condenado a medio año de prisión, pero en su caso deberá abonar una sanción de 180 euros. En el juicio celebrado en enero, la Fiscalía pedía una pena de 4 años de cárcel para Basurko y de 1 año y 6 meses para su amigo, que reconoció los hechos.
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No es la primera vez que el exparticipante del conocido reality de Mediaset se sienta en el banquillo de los acusados, ya que fue condenado en firme por delitos de estafa hasta en cuatro ocasiones en dos Juzgados de Madrid y en otros tantos de San Sebastián entre los años 2016 y 2018. Basurko fue absuelto hace un año por la Audiencia de Gipuzkoa de un delito de estafa continuada por el que el Ministerio Público pedía cinco años de prisión por la supuesta sustracción de una tarjeta a una mujer que habría sido utilizada para realizar apuestas.
Venta fraudulenta
Los hechos de esta última condena se remontan al 8 de agosto de 2020 cuando, sobre las 12.00 horas, los dos procesados, «guiados por la finalidad de obtener un beneficio patrimonial ilícito», se dirigieron al domicilio donde residía el segundo encausado con su expareja, que en ese momento se encontraba de vacaciones en Murcia. Una vez allí, se apoderaron de una motocicleta para minusválidos valorada en 650 euros.
Después, ese mismo día, los ya condenados se dirigieron a un establecimiento de venta de artículos de segunda mano ubicado en Donostia, donde vendieron por 220 euros el vehículo supuestamente sustraído «ocultando el proceder ilícito» del mismo. Según declararon los dos hombres ante el juez, Basurko firmó un contrato en el que se detallaba la posibilidad de volver a hacerse con la silla, pero en este caso a un precio de 281,23 euros. Semanas más tarde, el 1 de septiembre, la Ertzaintza intervino la motocicleta en este local y procedió a su restitución en favor de su legítimo propietario que, al haberla recuperado, no solicitó ninguna compensación por estos hechos.
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