Donostia se calentará 2,5º más para 2050
La temperatura media ha subido 0,54º en la última década y el proceso apunta a acelerarse. Es, pese a todo, una de las capitales donde menos grave es el problema gracias al mar y a sus parques
MIGUEL ÁNGEL MATA
San Sebasitán
Viernes, 20 de mayo 2022, 06:45
Acostúmbrese al calor. Las elevadas temperaturas que está soportando Gipuzkoa durante las últimas dos semanas se repetirán en el futuro. Porque la vida será cada vez más cálida. En la capital, San Sebastián, la temperatura media ha subido 0,542 grados en el periodo 2011-2020 respecto a la media de la serie 1981-2010. Y todo apunta a que el proceso de calentamiento, lejos de moderarse, se acelerará durante las próximas décadas. Para 2050, se estima que la temperatura media de Donostia se habrá incrementado en otros 2,5º. En 2020 fue de 14,8º, la más alta desde 1928 y 1,4º superior a la media histórica, establecida en 13,4º.
Así lo vaticina un estudio realizado por el Observatorio de Sostenibilidad –una red de ecólogos, geógrafos, biólogos, economistas e ingenieros que monitorizan el medio ambiente en España– sobre la evolución de las temperaturas desde 1893 a 2020 y las perspectivas futuras en las 50 capitales de provincia y las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla.
El informe concluye, entre muchas otras cuestiones, que la temperatura ha aumentado en la última década en todas las ciudades analizadas; que este aumento (0,73º de media) ha sido superior en las capitales que en el conjunto del país (0,58º); que hay grandes diferencias entre urbes; que si no se toman medidas drásticas la tendencia se avivará en los próximos años (+2,61º previstos hasta 2050); y que un elemento que contribuye al calentamiento urbano es la distribución que existe entre superficie artificial y zonas verdes, con el efecto 'isla de calor' que produce un asfalto excesivo.
Las perspectivas para San Sebastián no son optimistas, pero comparado con el resto de capitales, son de las menos malas. Tanto el incremento de temperatura registrado en la última década como el previsto hasta 2050 son inferiores a la media. Donostia ocupa el puesto 36 de 54 al medir el calentamiento experimentado. Respecto a lo que está por venir, se sitúa en el rango medio-bajo.
A ello contribuye su ubicación geográfica, en el norte de la Península y con salida al mar, y su configuración urbana, con una proporción de parques respecto a la superficie artificializada por encima de la media. Siendo una capital relativamente pequeña, ocupa el puesto 20 en superficie total de parques. En relación a su tamaño total, es la 16ª con más superficie verde respecto a artificial.
Diez medidas propuestas
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Más verde. Aumentar el número de árboles y jardines, así como fachadas y cubiertas verdes.
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Más agua. Con fuentes, láminas de agua, humedales...
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Pavimentos drenantes. Para favorecer la infiltración de agua.
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Anillos verdes. Zonas de expansión como bosques urbanos, corredores ecológicos...
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Tejados solares. Proporcionan sombra y generan electricidad barata. Piden al menos un millón.
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Aire y albedo. Diseñar la ciudad teniendo en cuenta la circulación del aire y la proporción de energía luminosa que puede reflejarse.
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Vulnerabilidad. Detección y mapeo de poblaciones más frágiles.
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Riesgo climático. Incluir esta cuestión en cualquier diseño o planificación urbana.
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Tráfico. Contener la circulación de vehículos que usen combustibles fósiles.
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Rendir cuentas. Indicadores para medir el impacto de las acciones.
Esta lista la encabezan Pamplona, Ceuta y Melilla. A la cola, Teruel, Badajoz y Vigo. Más arriba que Donostia están Vitoria (11ª) y Bilbao (13ª). Eso no evita que las temperaturas hayan subido más en el resto de capitales vascas que en la guipuzcoana: 0,687º en Vitoria (puesto 28) y 0,549 en Bilbao (puesto 35). La vizcaína se sitúa justo por delante de Donostia. El informe calcula que la temperatura subirá más los próximos años en el interior de la Península (por encima de 3º en Toledo, Madrid, Ávila o Cuenca, entre otras), y menos en el norte, las costas y las islas (1,5º en A Coruña, 1,9º en Tenerife, o 2º en Cádiz).
Han desaparecido más de la mitad de los glaciares del Pirineo y quedan 20
Más de la mitad de los glaciares de los Pirineos han desaparecido desde 1983, de forma que solo quedan 20 en activo y se encuentran en un «delicado estado de equilibro». Ello obedece principalmente a que la temperatura media anual durante el período 1959-2020 ha aumentado 1,6º. Así queda recogido en las conclusiones del proyecto Adapyr del Observatorio Pirenaico de Cambio Climático, presentado ayer en Bilbao con motivo del 4º Coloquio Internacional sobre Cambio Climático en Zonas de Montaña, que se celebra entre ayer y hoy en el Palacio Euskalduna.
El estudio es una iniciativa de la Comunidad de Trabajo de los Pirineos (CTP), constituida por los gobiernos de Euskadi, Navarra, Aragón, Catalunya, Andorra, Nueva Aquitania y Occitania. Financiado con fondos europeos del Programa Interreg, es el principal proyecto relacionado con el cambio climático en los Pirineos.
De la observación de los efectos del cambio climático en la cordillera se han podido extraer, entre otros datos y conclusiones, que el año 2020 fue el más cálido de los últimos 62 años, y que la precipitación media anual entre 1959 y 2020 ha disminuido un 8%.
Ello ha favorecido que desde 1983, más de la mitad de los glaciares hayan desaparecido, de forma que solo quedan 20 activos, que se encuentran en un «delicado estado de equilibro». Como ejemplo, la superficie del glaciar del Aneto ha perdido más de la mitad de su extensión (un 53%) desde 1990. Por otra parte, el estudio advierte de que el cambio climático podría invertir el rol actual de las turberas como sumideros de carbono, convirtiéndolas en emisoras de CO2.
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