Un positivo en las residencias de Gipuzkoa tras un mes libres de virus

Las residencias de Gipuzkoa habían conseguido superar 39 jornadas, casi una cuarentena al completo, sin indicios de que el dichoso virus volviera a pasearse por sus pasillos, a sus anchas, como lo había estado haciendo durante los meses más trágicos de la pandemia, cuando se llevó por delante la vida de 168 mayores. Pero este martes se rompió la buena racha con el diagnóstico positivo de una nonagenaria.

La mujer, de 92 años, y que reside en una de las viviendas privadas del centro residencial Hermano Gárate, en Donostia, no presenta síntomas, pero tal y como marcan los protocolos, ha sido trasladada al Hospital de Eibar, en cuya tercera planta la Diputación cuenta con un servicio para la atención de aquellos casos de Covid-19 derivados de las residencias, por ser los mayores de 70 años el colectivo más vulnerable ante el ataque del virus.

Allí permanecerá, según ha podido saber este medio, hasta que nuevos análisis determinen que ya no conserva rastro de coronavirus, y para ello se le someterá este mismo viernes a una segunda prueba que corrobore el resultado obtenido ayer, por si pudiera tratarse de un falso positivo.

Además de la usuaria, otras dos trabajadoras del centro colindante, pero perteneciente a la misma empresa, han dado positivo en las PCR preventivas realizadas en los últimos días, por lo que se elevan a 10 los casos de contagio entre personal empleado en la red de residencias de mayores de Gipuzkoa, que cuenta con 65 centros y 5.425 plazas. Pese a que el diagnóstico del resto de personas usuarias y miembros del personal haya sido «negativo en los test PCR realizados», subrayaron, el incremento de nuevos contagios entre las empleadas mantiene en alerta a la institución foral y al resto de trabajadores del sector.

El departamento de Política Social, en el marco del Plan de Choque de los Servicios Sociales frente al Covid-19, procedió además a la desinfección del recurso en cuanto tuvo conocimiento del mismo, y notificó que el centro de día que alberga en sus instalaciones no podrá abrir sus puertas hasta nuevo aviso. Asimismo, también se ordenó la restricción de las salidas para pasear a los usuarios de este recurso en concreto.

El positivo en Covid-19 en este centro residencial donostiarra llegó justamente el mismo día en el que se volvía a permitir salir a los usuarios de las residencias de Gipuzkoa. Después de permanecer las últimas tres semanas confinados en las instalaciones debido al aumento del número de brotes en el territorio, ayer fue la primera jornada en la que los usuarios pudieron retomar sus salidas, aunque extremando las medidas de prevención e higiene, y evitando espacios concurridos o cerrados. De hecho solo pueden realizar paseos considerados «terapéuticos», ya sea solos o acompañados, y durante una hora y media como máximo.

Así, en las residencias de la red foral, al igual que sucedió ayer en Yurreamendi de Tolosa, los acompañantes tuvieron que firmar un documento desde el exterior de las instalaciones, en el que se comprometen a mantener las medidas higiénicas preventivas. No obstante, más allá de que la autorización para poder empezar a retomar la movilidad sea ya efectiva, algún centro ha trasladado a las familias que precisan de más tiempo para adecuar a nivel interno la gestión de los paseos y poder garantizar así la máxima seguridad de los usuarios.

El positivo en Covid-19 de esta mujer de 92 años se ha convertido en el primer caso después de que el pasado 3 de julio superara el virus la última persona con diagnóstico positivo registrada en alguno de los geriátricos guipuzcoanos, y que fue atendida igualmente en la planta sociosanitaria del hospital de la ciudad armera.

Sin embargo, y al margen de que el virus se haya vuelto a colar en los recursos residenciales del territorio, la Diputación actualizó ayer los datos sobre el impacto que está teniendo hasta la fecha la Covid-19 en los centros guipuzcoanos.

Así, revelaron que la red de inclusión social sigue sin casos positivos en ninguno de los 54 recursos con los que cuenta en este campo, que alberga 225 plazas residenciales y 192 plazas en viviendas en total. Tampoco hay nuevos contagios en los servicios residenciales orientados a atender a menores de edad, y que suman 400 plazas.

Desde la Diputación de Gipuzkoa recuerdan que salvaguardar la salud y el bienestar es la «máxima prioridad» de la institución foral, para lo que se mantiene en «alerta permanente, extremando las medidas de prevención, anticipación y respuesta rápida en las residencias». De hecho, en la última semana –entre los días 3 y 10 de agosto– se han materializado 1.635 PCR preventivas, realizadas por un equipo especializado de vigilancia, compuesto por personal enfermero y la DYA.

En este contexto de crisis sanitaria y de escenario cambiante, las residencias de Gipuzkoa continúan inmersas en un conflicto laboral que se sigue prolongando en el tiempo. Familiares de ancianos ingresados en estos centros, agrupados en la asociación Senideak, criticaron ayer de nuevo la actitud de «imposición total» que, en su opinión, mantiene la Diputación Foral a la que acusan de no tener «intención de solucionar el problema» y a la que exigen que solucione un conflicto laboral que afecta no solo a las trabajadoras, sino también al servicio y al cuidado de los residentes.