Ana Ribé posa en el paseo de la Zurriola. michelena

«Preferiría otra vacuna a la de AstraZeneca»

El colectivo entre 55 y 65 años, incuido para recibir el compuesto de Oxford, muestra su recelo aunque no duda de que «cuando nos toque vacunar, ahí estaremos»

Martes, 23 de marzo 2021, 06:36

Primero se decidió no administrar la vacuna de AstraZeneca a los mayores de 55 años al considerar que no se habían realizado los suficientes ... ensayos en población mayor. Sin embargo, el mayor conocimiento que se va teniendo de cada fármaco y de sus posibles efectos ha llevado a los responsables sanitarios a ampliar el tope de edad hasta los 65 años para recibir este compuesto. «¿Por qué ahora sí y antes no? ¿Qué ha cambiado?», es la principal preocupación entre este colectivo de edad, que muestra sus recelos hacia la solución de Oxford, y puestos a elegir, preferirían recibir otra. Los casos de trombos registrados en varios países europeos tampoco ayudan a que la desconfianza se esfume. De lo que no dudan de ninguna manera es que «la vacuna es la única vía para acabar con la pandemia», así que «cuando nos toque, ahí estaremos».

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Ana Rebé (61 años)

«Es raro que ahora se nos incluya y antes no»

El «lío» surgido en torno a la vacuna de AstraZeneca se coló ayer en la conversación de Ana Rebé y su amiga mientras caminaban por el paseo de la Zurriola. «Me acabo de enterar de que me toca esa vacuna y de eso veníamos hablando precisamente», comentaba Ana, de 61 años, a quien este cambio de criterio a la hora de ampliar la inoculación hasta los 65 años le resulta «raro. No sé por qué ahora nos han metido». Sin embargo, el hecho de que otros países europeos hayan roto ese límite de edad, como Suecia, Francia o Alemania, le aporta «algo más de seguridad. Si ahí están poniéndola y no está pasando nada imagino que es segura». Eso sí, «si me dan a elegir, preferiría que fuera otra, yo quiero la de Janssen (Johnson & Johnson) y que es de una sola dosis», afirma.

Sobre la controversia surgida en torno a los casos de trombos y fallecimientos y su posible relación con la solución de AstraZeneca «es algo a lo que no le doy importancia porque creo que el porcentaje de casos ha sido bajísimo y lo del caso de la mujer de Marbella no se ha demostrado que haya muerto por la vacuna. Además, qué necesidad hay de ponerse a darle vueltas de si nos puede pasar algo así si nos van a vacunar igual. Es mejor no pensarlo», comenta esta mujer que no duda en que acudirá a su cita cuando le llamen para recibir el pinchazo. Lo que sí le preocupa es el ritmo actual de vacunación, «que a este paso no llegamos todos vacunados para verano ni de lejos». Al igual que el resto del planeta, tiene «ganas» de dar esquinazo a un virus que le está privando de muchas cosas, como «ir a Hendaya, tenemos una casa ahí y no hemos podido ir en todo el año por las restricciones. Esto se está haciendo largo».

Coro Giraud (63 años)

«Lo lógico sería vacunar a los jóvenes de entre 15 y 35 años»

«Si me llaman, iré», afirma Coro Giraud sin demasiado entusiasmo. Vacunarse no es algo de lo que dude aunque en su cabeza planean más preguntas que certezas. «No sé qué criterios han tenido en cuenta para ampliar la vacunación hasta los 65 años», cuestiona.

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El caso es que la investigación llevada a cabo por la Agencia Europea del Medicamento para determinar que la vacuna de AstraZeneca es «segura y eficaz» debería de haber incrementado la confianza en esta fórmula. Sin embargo, a pesar de contar con este aval las alarmas entre la población siguen encendidas. La decisión de inocular solo a la población entre 18 y 55 años en un principio y ampliarla después es algo que no convence demasiado a los ciudadanos de este rango de edad. Según plantea esta donostiarra de 63 años a la hora de establecer un orden de prioridad en la vacunación, «lo lógico sería vacunar antes a los más jóvenes, entre los 15 y los 35 años que son los que más pueden contagiar o contagiarse. Yo de momento me he librado del Covid. Eso sí, parece que el coronavirus se ha comido la gripe este año. De echo, mi pareja recibió la carta de Osakidetza para vacunarse y aún no se la han puesto».

Coro y Andoni (62 y 59 años)

«Lo que tienen que hacer es no asustar a la gente»

Esta pareja donostiarra, de 62 y 59 años, creen que toda la información que está recibiendo la ciudadanía debería «filtrarse más y mejor». Y es que el hecho de que todo el proceso de desarrollo y aprobación de las vacunas contra el covid y su seguimiento minucioso esté siendo público ha contribuido a generar dudas en la sociedad cuando llega el momento de vacunarse. Esta pareja considera importante estar informado pero quizá no con semejante detalle, ya que hay que saber interpretar la información. «Y lo que tienen que hacer es no asustar a la gente», reclaman.

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Se refieren a los casos de trombosis y su posible vinculación con las dosis de la farmacéutica anglosueca, que paralizó la administración en el país, así como la muerte de la profesora de Marbella, cuya autopsia indicó que la vacuna no tiene relación con su muerte. «El porcentaje no es valorable, son unos pocos afectados en todo el mundo», añaden. En este sentido, argumentan que «si te pones a analizar cualquier medicamento, todos tienen riesgos. ¿Se ha visto cuántas personas se han muerto por tomar equis fármaco?», explica Andoni. «Además a nuestra edad ya nos podemos morir de cualquier cosa; a partir de los 40 estamos medio caducados».

Bromas aparte, este donostiarra llama a la «calma», a enterrar la desconfianza hacia la vacuna de AstraZeneca y fiarse de los que saben. A él le pusieron la solución de Pfizer al trabajar en un hospital y sus palabras «animan» a Coro, que no parece tan convencida. Aún así, tiene «ganas» de vacunarse para «acabar» con esta crisis sanitaria.

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Sandra (65 años)

«Pediré que me vacunen con otra porque no me fío»

A Sandra, los posibles casos de trombosis surgidos en pacientes que recibieron la vacuna de AstraZeneca le han hecho desconfiar hasta tal punto que cuando le toque vacunarse, esperará. «Todo lo ocurrido me da bastante miedo y no me fío», comenta. Aunque no duda de que irá vacunarse, «porque claramente es la única forma de salir de esta crisis sanitaria», pedirá que le administren otro compuesto que no sea el de Oxford. «No tengo problemas de riesgo así que no me importa esperar», asegura esta mujer, a quien tampoco le convence el hecho de que la Agencia Europea del Medicamento haya certificado tras su investigación que esta vacuna cumple con los requisitos de seguridad y eficacia.

Lo que empieza a preocupar a los expertos es que haya gente que decida esperar, no protegerse de momento dependiendo de qué vacuna le toque, si le gusta o no le ofrece confianza. Por el momento, la elección de la vacuna es algo que no se contempla si bien dado que la vacunación no es obligatoria, alguien podría rechazar su vacuna y esperar a que se apruebe la que se quiere seleccionar con la esperanza de que se indique también para el grupo de población al que pertenece.

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