Condenado a 4 años y medio de prisión un joven de Zarautz por violar a una amiga

En el juicio celebrado el pasado 14 de noviembre, el encausado reconoció haber mantenido relaciones sexuales con su amiga, si bien aseguró que «fueron consentidas en todo momento», un hecho que, según el informe del Ministerio Público, la joven negó rotundamente a lo largo de todo el proceso judicial.

Tanto la Fiscalía como la acusación particular solicitaron para el procesado una pena inicial de 7 años de cárcel, mientras que el abogado de la defensa pidió la libre absolución de su cliente, quien ahora además deberá indemnizar a la chica con 5.160 euros. La condena también conlleva una orden de alejamiento y le impide al varón comunicarse con la mujer durante un periodo de cinco años y medio. Asimismo, el joven deberá permanecer en libertad vigilada durante cinco años una vez abandone la prisión.

Todo empezó la tarde del 29 de mayo. Sobre las 16.00 horas, el acusado y la víctima quedaron en la capital guipuzcoana para alternar junto a otra amiga. Estando ya los tres, se dirigieron hacia un bar y, una vez allí, se encontraron con la expareja de la agredida, a quien el enjuiciado ya conocía con anterioridad. Tras beber tres jarras de cerveza y varios chupitos de whisky cada uno, el joven y su amiga, a la que le costaba andar y hablar, salieron del bar y pusieron rumbo a la estación del topo de Amara, donde su intención era coger el último tren que salía a las 21.50 horas. Por motivos que se desconocen no llegaron a tiempo, por lo que el varón tuvo que llamar a su madre para que les fuera a recoger en coche.

En ese transcurso del tiempo, la víctima, visiblemente perjudicada por el alcohol según varios testigos, se sentó en el suelo para después tumbarse, lo que alertó a los vigilantes de seguridad de la estación, que llamaron a una ambulancia. Los sanitarios que le atendieron confirmaron ante el juez que la joven sufrió una intoxicación etílica «leve» que no requirió traslado hospitalario.

Pasadas las diez de la noche, la madre del joven condenado les recogió a los dos en la estación de Amara y pusieron rumbo a su casa de Zarautz. Ya en la vivienda, ambos se dirigieron a la habitación y se acostaron en camas separadas. En un momento dado, él se acercó a ella y, según las acusaciones, aprovechó para agredirle sexualmente pese a la insistencia del varón en afirmar que contaba con su consentimiento. «Ella fue quien me besó».

Sobre las seis de la mañana, la víctima se despertó «con él encima», relata el fiscal, «y este le tapó la boca» para evitar que pidiera ayuda. Finalmente, la víctima recurrió a su expareja para abandonar la casa. Varios mensajes intercambiados en un grupo de Whatsapp con los dos testigos han sido claves en la investigación.