Varias vacas de Bergarako Zezenak pastan en uno de los prados de la ganadería de festejos guipuzcoana. Bergarako Zezenak

Un brote de tuberculosis bovina obliga a sacrificar 90 vacas en una ganadería de Bergara

Los componentes de Bergarako Zezenak se ven forzados a eliminar todos sus ejemplares a causa de un único contagio, según dicta la normativa europea

Martin Ruiz Egaña

San Sebastián

Lunes, 27 de octubre 2025, 01:00

Varapalo para uno de los máximos exponentes de la ganadería de festejos guipuzcoana. Bergarako Zezenak tendrá que sacrificar todos sus animales por un caso ... de tuberculosis bovina. Unas 90 vacas, mansos, bueyes y, sobre todo, toros. Estos últimos son el santo y seña de la marca bergararra y han recorrido las calles de prácticamente todos los municipios de Gipuzkoa. Cuentan con una genética labrada y trabajada durante 20 años. Horas incontables de dedicación tiradas por la borda al tener que cumplir con los protocolos de vacío sanitario.

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Es el segundo foco de la enfermedad este año en el territorio. El primero se notificó en febrero en Deba. La ganadería Marqués de Saka se vio obligada a sacrificar las 160 cabezas de ganado que les quedaban por un brote de tuberculosis bovina que no pudieron controlar. Gipuzkoa no había registrado ningún caso de este tipo en los anteriores seis años, pero en este 2025 la fatalidad se está cebando con nuestros ganaderos.

El primer golpe para Bergarako Zezenak llegó el pasado mes de junio, cuando en las pruebas realizadas por los agentes forales se detectaron dos supuestos casos de tuberculosis bovina entre sus animales. Y sí, «supuestos» porque después de ser sacrificados les confirmaron que sólo uno de ellos había contraído la enfermedad. Pero lo peor estaba por llegar.

Protocolo estricto

El ganadero tilda la medida de «desproporcionada» por tener que sacrificar «tantos animales sanos»

Solidaridad

Desde Bergarako Zezenak agradecen todo el apoyo y el cariño recibido en las últimas horas

La normativa europea es inflexible en estas situaciones. La incidencia dentro de la explotación debe ser menor al 1%. De lo contrario, se debe aplicar una medida tan drástica como cruel para animales y ganaderos: sacrificar a todos los ejemplares. «Es una injusticia, es muy desproporcionado. Esto es durísimo, significa tirar por los suelos el trabajo de muchos años», lamenta con evidente pesar Iñigo Almortza, ganadero y responsable de Bergarako Zezenak.

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Concretamente 20 años. Dos décadas de dedicación absoluta por sus animales, pasión por la ganadería y un esfuerzo enorme para conseguir la mejor genética posible. En este último punto se plantea precisamente la problemática más compleja para los componentes de Bergarako Zezenak. «La genética se pierde. Compraremos más animales pero vamos a perder la genética. Volver a conseguir ejemplares con las características que teníamos ahora lleva muchísimo tiempo». Una labor que Iñigo, de 50 años, tendrá que legar en parte a sus hijos. «Están destrozados, todo el equipo está con un bajonazo tremendo. Vamos a tener que sacrificar terneros recién nacidos a los que todavía alimentamos con biberón».

El balance es devastador. Un solo contagio de tuberculosis bovina se cobrará la vida de 90 animales sanos. Vacas y toros, pero también terneros recién nacidos. La ley que fija la Unión Europea no hace excepciones. «¿Qué culpa tiene un ternero que acaba de nacer de que otro ejemplar esté contagiado? Es muy injusto llevarse por delante a tantos animales sanos por una vaca que está enferma», asegura el responsable de Bergarako Zezenak. «Es muy fuerte para nosotros. Conocemos a cada vaca a la perfección, el vínculo es muy fuerte, Son nuestras compañeras de trabajo».

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La ganadería ha hecho pública la decisión, «porque no teníamos otra alternativa», a través de las redes sociales y en las primeras horas han recibido el apoyo de compañeros del sector, profesionales y, sobre todo, de todas las personas que han disfrutado de su trabajo desde su creación en 2005. La noticia ha llegado a muchísimos puntos de España y también ha traspasado fronteras. «Nos han llegado mensajes de ánimo de muchísima gente. Desde Valencia, donde hemos trabajado mucho, y en otros lugares en los que hemos estado. Muchos ganaderos de Francia se han puesto en contacto con nosotros para transmitirnos su apoyo. La ola de gratitud ha sido tremendo, no nos esperábamos que tuviera tanta repercusión y agradecemos muchísimo a los que han estado a nuestro lado», señala Almortza.

«En nuestro mejor momento»

La tuberculosis bovina ha llegado a Bergarako Zezenak cuando la ganadería estaba alcanzando su plenitud. Casi 100 animales y con presencia en muchísimos lugares tanto en Gipuzkoa como fuera del territorio. «Estábamos en nuestro mejor momento después de 20 años de trabajo». No obstante, tienen «muy claro» que este golpe no será el fin. «Es una motivación para continuar con lo que estamos haciendo, seguiremos adelante. Nos espera un largo proceso para volver a llegar a este punto, pero lo tenemos muy claro», confirma Almortza.

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Una decisión que cobra aún más valor si tenemos en cuenta que hace unos años tuvieron que sacrificar 14 cabezas de ganado por la Enfermedad Hemorrágica Epizoótica (EHE), conocida como el covid de las vacas. Tendrán que rehacer el camino y, según apunta el responsable de la ganadería, esperan «pocas ayudas», pero lo harán con la misma dedicación y el compromiso que les ha hecho ganarse el cariño de tanta gente.

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