Toneladas de ayuda contra el hambre

Que con un poquito de muchos se alcance algo indispensable: comida para quienes el hambre aprieta. En esta labor se esmeran desde hoy cientos de voluntarios a las puertas de supermercados y tiendas de alimentación de Gipuzkoa hasta el próximo jueves 25, dentro de la Gran Recogida de Alimentos. Tanto los voluntarios como el personal de caja serán los encargados de explicar a los clientes la forma de donar en favor de los más necesitados, que por segundo año consecutivo y debido a la pandemia la aportación que cada uno desee realizar se hará al pasar por caja mediante bonos. No importa la suma, aunque sea humilde, si con ello sirve para que una familia pueda llevarse un plato de garbanzos a la boca o puedan desayunar quienes no tienen ya ni cinturón que apretar.

Tras lograr el pasado año recaudar a través de estos bonos 815.345 euros, los responsables del Banco de Alimentos de Gipuzkoa se ponen como objetivo llegar al millón de euros en donativos. De esta manera el Banco podrá ir adquiriendo poco a poco los alimentos, según las necesidades, para después repartirlos entre los más necesitados a través de entidades benéficas, aunque «nos habría gustado que la recogida hubiese sido física, porque es la imagen del Banco y la gente se implica mucho más, pero desgraciadamente por la pandemia no se ha podido hacer», explica su presidenta, Belén Méndez de Vigo.

Aunque la recogida de alimentos es la «esencia» de esta organización, los bonos «facilitan la logística» ya que no será necesario contar con personal para clasificar los millones de kilos que llegaban al almacén y a su vez se pueden comprar alimentos más caros pero muy necesarios que antes era más difícil, como aceite o productos infantiles.

Este año, y debido al Covid-19, la entidad calcula que serán cerca de 22.000 los guipuzcoanos atendidos por la entidad, un 25% más que en 2020. Por eso esta campaña tan importante para el Banco de Alimentos de Gipuzkoa y la que más alimentos aporta a sus almacenes, que este año llegarán a través de esos bonos así como de las aportaciones mediante las cuentas corrientes de Kutxabank, Laboral Kutxa y un código Bizum.

Asimismo, la cena benéfica que han organizado el 24 de noviembre en el Basque Culinary Center –imagen pública que representará la Gran Recogida este año– es la gran apuesta para lograr otro puñado de euros para el banco. El menú tiene un precio de 100 euros y aún quedan plazas libres para que se apunten aquellos que estén interesados.

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