Cercanías Renfe: Aumentan las quejas de los usuarios por las obras del TAV

La situación se complicará si cabe aún más este fin de semana con motivo de unas obras que proyecta realizar Adif en Zumarraga y otras de Euskal Trenbide Sarea (ETS) entre Hernani y Astigarraga, que harán que la circulación de trenes de Cercanías, así como los de Media y Larga Distancia, queden suspendidos mañana y el domingo entre las estaciones de Brinkola y Beasain, y Andoain y Donostia. Ante ello, Renfe ha establecido un plan alternativo por carretera para las dos jornadas.

En el caso de los trenes de Cercanías, se dispondrá de servicios de autobuses con las paradas intermedias correspondientes entre Brinkola y Beasain y entre Andoain y San Sebastián, que irán identificados con la leyenda 'Renfe'. Pararán en las marquesinas de los autobuses urbanos más próximas a las estaciones de Cercanías. Las salidas en bus desde las estaciones de Loiola y Martutene tendrán como único origen/destino San Sebastián, desde donde se reanudará el servicio ferroviario a los destinos correspondientes de la línea. Asimismo, habrá un servicio de microbús realizando los transbordos desde estas estaciones hacia la capital guipuzcoana.

En los trenes de Media Distancia se procederá del mismo modo entre las estaciones de Araia y Donostia / San Sebastián en ambos sentidos, con enlaces y paradas en el resto de las estaciones del recorrido. Mientras que en los de Larga Distancia también se cubrirá un trayecto en autobús en los convoyes con salida o llegada en Donostia o Irun. Es el caso de las líneas que unen estas ciudades con Madrid, A Coruña o Vigo, se usará este medio de transporte hasta Vitoria mañana y el domingo. En cuanto a las que conectan con Barcelona, harán lo mismo hasta Pamplona, en este caso entre hoy y el lunes.

A toda esta rocambolesca modificación se le suma el cambio de horario que sufren los trenes desde el pasado día 7 debido a las obras de construcción de la línea de Alta Velocidad que ETS está ejecutando en el tramo Astigarraga-Irun, que obliga a los convoyes a circular por una única vía entre Hernani y Martutene. Desde entonces, los viajeros de Irun y Ventas disponen de un servicio complementario con la línea del Topo de Euskotren entre Irun y Pasaia, donde pueden transbordar con billete válido de Renfe Cercanías.

«Estoy hasta aquí», admite a pie de andén Inma Díez mientras se coloca la palma de la mano sobre la coronilla en un gesto de completo hastío. «Hay veces que he tenido que esperar muchísimo», asegura esta pasajera que constata como algo «habitual» tener que esperar «20 minutos o un poquito más» para coger el tren que le lleva desde Irun a la Estación del Norte de Donostia. «Y ahora porque nos han puesto trenes hasta Irun, porque antes no llegaban todos los trenes hasta allí», añade, haciendo alusión a la falta de maquinistas de Renfe.

Asimismo, relata un incidente sufrido este pasado fin de semana denunciando que la empresa de transportes dejó prácticamente tirados a cientos de usuarios en el andén donostiarra. «El sábado hubo un atropello en Urnieta y nos dejaron aquí en Donostia, sin autobús ni nada, porque no podíamos pasar. Luego, imagínate para llegar en autobús hasta Andoain, que iba a visitar a mi madre a la residencia, no venía de juerga...», denuncia la mujer.

En esa misma línea se expresa Juan Guzmán. «Últimamente se están portando bastante bien, pero llevaban una temporada muy mala. Hace unos meses era terrible», explica este usuario que recorre a diario el tramo que une la capital guipuzcoana con el municipio irundarra. «Para venir aquí (San Sebastián) bastante bien, pero para volver... el tren de las 10.30 suele venir con bastante retraso. 10 minutos de espera o un cuarto de hora no te los quita nadie», recalca.

Denuncia, además, que la compañía ha suprimido «un buen puñado de trenes» a primera hora. «El que iba a Vitoria, que a mí me venía muy bien», lo que ha supuesto que «según he escuchado, ha habido gente a la que han echado de su trabajo porque al final llegaban tarde a diario. Si no era por una cosa era por otra, el primer tren que iba a Brinkola fallaba».

«¿Que si me ha pasado? Claro que sí. Con esto de las obras, igual ha habido días que el tren ha llegado con 40 o 45 minutos de retraso». Así de claro se pronuncia María Pérez, usuaria del servicio con el que cubre habitualmente el trayecto desde San Sebastián a Zumarraga para trabajar. «Ahora no llevan tanto retraso, pero en verano sí. Era terrible, una cosa de locos», matiza, aunque deja constancia de que «sigue habiendo retrasos».

Esta incertidumbre ha hecho que esta viajera tenga que salir «un poco antes de casa para poder llegar a la hora a trabajar» y coger así el Cercanías anterior al habitual. «Pero no toda la gente puede hacer lo mismo, hay que atender también a los niños, y me consta que hay mucha gente que está fichando tarde», expone, dejando de manifiesto que los usuarios «están bastante enfadados, y con razón» porque «te puedes pasar 40 minutos en la estación sin saber cuándo va a pasar el tren, si es que pasa».

Dos veces por semana, Arantxa Oduna hace uso del tren para desplazarse desde la capital guipuzcoana hasta Hernani. A pesar de ser solo una usuaria «ocasional» del servicio, le basta para poder afirmar que «lo de los retrasos es bastante habitual. La puntualidad no es, precisamente, una de sus virtudes, y con esto de que está todo en obras se nota más todavía». Eso de esperar a que el convoy arribe a la estación con cinco minutos de demora lo considera como «la espera de rigor». La cuestión, dice, es que ese tiempo se alarga con bastante asiduidad. «No es extraño que el tren llegue un cuarto de hora más tarde», señala. Lo que peor lleva esta mujer, no obstante, es que nadie les diga nada ni les dé una solución a esta problemática cada vez más común. «¿Explicación? Ninguna. Mira, ni siquiera funciona la pantalla», relata mientras señala uno de los paneles luminosos del andén.