Aumenta un 35% los beneficiarios del Banco de Alimentos de Gipuzkoa desde el inicio de la crisis sanitaria

«No conocíamos estos números desde los peores años de la crisis (de 2008). La demanda de beneficiarios se ha incrementado entre el 30 y 35% desde el inicio de la crisis sanitaria y vamos a necesitar muchos más alimentos». Así lo ha aseverado el presidente del Banco de Alimentos de Gipuzoa, José Manuel Pineda, que teme que la demanda «se va a disparar» y si a inicios del año había «casi 18.000 beneficiarios» para junio prevén que se habrán incrementado a «más de 24.000 o más».

Por ello ha realizado un llamamiento a la colaboración a través de la compra de los bonos dirigidos a la ciudadanía y de la donación de alimentos por parte de empresas.

La entidad benéfica ha suscrito un nuevo convenio de colaboración con la Diputación de Gipuzkoa, con una dotación máxima de 200.000 euros.

Para dar cuenta de este acuerdo, que mantiene la dotación del pasado año, han comparecido por vía telemática tras la firma el diputado foral de Medio Ambiente, José Ignacio Asensio, y Pineda.

Asensio ha señalado que se mantiene la dotación del convenio, pese a los reajustes presupuestarios, porque la colaboración de la institución foral con el Banco de Alimentos de Gipuzkoa es «muy importante siempre», pero «sobremanera en estos momentos difíciles».

«Tenemos que procurar que nadie se quede atrás y para ello debemos procurar unos servicios dignos», ha señalado y ha invitado a colaborar con aportaciones al Banco a través de la compra de los bonos disponibles en las cajas de algunos supermercados -Eroski, Super Amara y BM- para la posterior adquisición de alimentos, así como a la donación de los mismos por parte de empresas.

«El Banco es imprescindible para nosotros», ha subrayado, al tiempo que ha recordado que aproximadamente un tercio de los alimentos que se producen en el mundo, también en Gipuzkoa, se despilfarran, «unas 123.000 toneladas al año». Además, ha incidido en que esta pandemia ha puesto sobre la mesa que «cuando no respetamos el medio ambiente y la naturaleza y no cuidamos las condiciones de vida nos podemos ver en estas situaciones» y que «la contaminación no puede estar desbordada y desmedida».

Pineda ha señalado que la ayuda de la Diputación al Banco es «fundamental» y ha lamentado que este año «las cosas se han complicado mucho». Según ha relatado, el pasado 16 de marzo el Banco tuvo que dejar de funcionar «a pleno rendimiento», debido a que la media de edad de voluntarios del banco es «muy alta» y «el trabajo que se hace allí sobre todo el de último minuto es de aglomeración de gente, el contacto es muy estrecho y ni disponíamos de mascarillas».

Tuvimos que cerrar porque era inviable aunque hemos estado atendiendo a las emergencias«, ha señalado.

Desde el 4 de mayo la situación se ha «normalizado» en el funcionamiento del Banco, gracias a un equipo de voluntarios jóvenes, retomando tanto el programa de 'último minuto', al 50%, como el mensual con cada vez más solicitudes.