«Aspiro a una reforma de la Ley del Ararteko para ampliar sus funciones»

La ley sobre la que descansa la institución del Ararteko data del 27 de febrero de 1985. Por lo tanto, ayer mismo cumplió 36 años. Tiempo suficiente como para poder ser actualizada, en opinión del actual titular del cargo. De hecho, uno de los objetivos de Manuel Lezertua para este segundo mandato es impulsar una reforma de la normativa que regula la actividad y funciones del Defensor del Pueblo vasco con idea de ampliar sus funciones.

Entre ellas, cita la posibilidad de supervisar, además de la actividad de las administraciones vascas, los servicios públicos que se prestan de forma privada, como los de telefonía o los gestionados a través de concesión. «Son servicios básicos en los que no tenemos potestad para actuar», lamenta.

Una segunda materia sería que el Ararteko pudiera ejercer labores de mediación en reclamaciones colectivas, como sucede en Andalucía. También plantea reformular la Oficina de Atención a la Infancia y la Adolescencia adscrita a la institución.

Para todo ello anticipa que examinará cómo está regulada la figura del Defensor del Pueblo en otras comunidades y países, y trabajará «junto a otros colegas» en «posibles mejoras» del organismo. Ideas que puedan ser incorporadas en una propuesta de reforma legislativa que le gustaría presentar antes del fin del actual mandato, dentro de cinco años.

Lezertua parte de salida con la ventaja que supone gozar de la confianza de casi todo el arco parlamentario vasco, ya que ha sido reelegido con el apoyo de los partidos del gobierno, PNV y PSE, y de formaciones tan dispares como PP-Cs y EH Bildu. Esta última ha pasado de votar en contra de su nombramiento en 2015, presentando su propio candidato, a dar su apoyo a este reconocido jurista que fue abogado del Gobierno Vasco entre 1983 y 1985 y que después estuvo más de 30 años trabajando como letrado del Tribunal de Derechos Humanos Europeo.