Oskar Ortiz de Guinea, Dani Soriazu y Estrella Vallejo
San Sebastián
Miércoles, 11 de enero 2023, 13:39
En épocas de adversidad, o te dejas arrastrar por la penuria y acabas hundiéndote, u optas por plantar a los contratiempos con la esperanza de ... salir a flote. Es lo que ha hecho la sidra este invierno, que tras verse con menos materia prima que otros años, parece que le ha echado carácter para encontrar la manera de volver a sobresalir una vez más. Según quedó reflejado este miércoles en la apertura oficial del txotx, la escasa cosecha obtenida en los manzanales en 2022 se ha reflejado en una menor producción en los lagares, pero, por el contrario, se ha logrado una sidra «con más color y más cuerpo», dada su alta concentración de taninos. Esta «mayor estructura» le permitirá también ampliar su longevidad, en opinión de los expertos.
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Con los actores Aitziber Garmendia y Jon Plazaola como protagonistas de la XXX edición del Sagardo Berriaren Eguna, la Sagardoetxea de Astigarraga y la sidrería Alorrenea acogieron este miércoles la apertura de un txotx al fin «sin restricciones» sanitarias, después de tres años de suspensión (2020) o limitación a raíz de la pandemia.
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La naturaleza hace que los manzanos alternen años de gran productividad con otros de poca. Por tanto, a la bonanza de 2021 le siguieron las vacas flacas de 2022, que aún se redujo más por la «fuerte sequía, sobre todo el verano», según explicó desde la denominación Euskal Sagardoa Maider Lopetegi, y el sidrero Ion Zapiain. Lopetegi detalló que en otoño se recolectaron 2 millones de kilos de manzanas, de los que se han obtenido 1,2 millones de litros de Euskal Sagardoa, lo que significa «un 30%» del mosto logrado el año anterior. Las cifras facilitadas entonces fueron de 3,5 millones de litros a partir de 5 millones de kilos de manzanas. Sin embargo, la producción total de sidra en Euskadi ha sido de 10 millones de litros.
En este contexto, Lopetegi y Zapiain incidieron en el «desafío» al que se enfrenta la Euskal Sagardoa en el futuro, dado que la tendencia apunta a unos próximos años también cálidos, por lo que resultará «crucial» estar más pendiente de todo el proceso de crecimiento y maduración del fruto. «Cada año será más importante», aseguraron.
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En esta idea, en «todo el trabajo que hay detrás» de cada botella, ahondó el alcalde de Astigarraga, Xabier Urdangarin, que invitó a la ciudadanía a acudir a las sidrerías «sin restricciones» pero «con respeto» a los demás. Y advirtió su rechazo a posibles «ataques machistas» que puedan darse durante las celebraciones posteriores a la salida de las sidrerías.
También intervinieron el viceconsejero de Agricultura Pesca y Política Alimentaria del Gobierno Vasco, Víctor Oroz, y el de Turismo y Comercio, Jesús María García de Cos; así como el diputado foral de Promoción Económica, Turismo y Medio Rural, Javier Larrañaga, que resaltó la importancia de la «investigación» y la «experimentación» para fortalecer el producto de la manzana.
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Aitziber Garmendia y Jon Plazaola confirieron las notas de color y humor al acto. Primero, a la hora de cumplir con la tradición de plantar un manzano en el jardín de Sagardoetxea, donde la actriz pidió «perdón» a su aitona de Zaldibia por su estilo a la hora de manejarse con la 'aitzurra' (azada). Y después, a la hora de abrir el txotx al grito de «gure sagardo berria!», una sidra que entra «muy fresca al paladar»... y «fácil». «Hasta demasiado fácil», bromearon.
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