Varios turistas salen de un hotel donostiarra. I. ROYO

Los alojamientos de Gipuzkoa enfilan otro verano incierto, pero con más garantías que en 2020

La vacunación da mayor seguridad al turista, que seguirá siendo nacional, aunque llegarán más franceses, alemanes o belgas que el año pasado

Estrella Vallejo

San Sebastián

Lunes, 5 de julio 2021, 07:01

Los alojamientos de Gipuzkoa encaran este verano con la misma sensación que un niño el primer día de colegio. Con la ilusión de retomar ... la rutina, la incertidumbre de lo que deparará el nuevo curso y la cautela ante posibles nuevos contratiempos. Alrededor de un tercio de la oferta hotelera del territorio ha estado cerrada a cal y canto desde el pasado noviembre, y los que han mantenido su actividad lo han hecho con una ocupación residual, por lo que todos afrontan esta temporada estival «con ganas de trabajar», coinciden, y con perspectiva de mejorar a medida que avance julio.

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Las expectativas son mejores que las de hace un año para todos los tipos de establecimientos, y el escenario pandémico no parece tan inestable y cogido con pinzas como el de 2020, cuando la novedad de un verano con restricciones se veía aderezada día sí, día también, por los anuncios de nuevos brotes que alteraban los planes de los viajeros y convertían las web de los alojamientos en una montaña rusa constante de reservas y cancelaciones.

Este año, la incertidumbre la generan otros factores. El avance de la campaña de vacunación está contribuyendo a generar espacios más seguros, pero el calendario que manejan las diferentes comunidades autónomas para administrar las segundas dosis, está condicionando el periodo vacacional de muchos potenciales turistas. Es decir, que si ya antes del covid la tendencia de los viajeros era la de decidir su escapada en el último momento y efectuar las reservas a pocos días vista, los condicionantes externos actuales prácticamente obligan a los turistas a ceder a esa improvisación.

Para la presidenta de Hoteles de Gipuzkoa, Elena Estomba, hay un tercer factor que suma otro grado más de «incertidumbre» para el sector este verano, y es la mayor oferta de plazas hoteleras. «Este último año se han terminado varios hoteles que no estaban en 2019 ni en 2020, lo que también va a dificultar mejorar las ocupaciones que registramos el año pasado».

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La previsión que hacen desde la asociación es de lograr una ocupación media del 60%, tan solo cinco puntos porcentuales más que el verano de 2020, cuando en una temporada estival precovid ya por estas fechas los hoteles, sobre todo los de San Sebastián, no descendían del 90%.

Estomba, que es también directora del hotel Londres y Villa Favorita, recuerda que tradicionalmente, «las vacaciones se cogen en agosto. En nuestro caso, la ocupación para este fin de semana es del 53%, muy similar al año pasado, pero cuando hablamos de optimismo es porque vemos una perspectiva de mejora en los próximos meses. Confiamos en que no haya un paso atrás y que empecemos a recuperarnos, pero sin renunciar a ser el destino de calidad que siempre hemos sido», insiste.

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Mejoría a final de mes

Una percepción similar traslada Alberto Aguas, portavoz de la sección de alojamientos de Hostelería Gipuzkoa, que integra 170 establecimientos de distinto tipo repartidos por el territorio. «A partir de la segunda quincena de julio estaremos entre un 50 y un 70% de ocupación, pero el arranque de mes va a ser algo más flojo». De hecho, según una encuesta realizada entre los asociados, más de la mitad estima superar el 60% de sus plazas ocupadas en agosto, aunque las reservas efectuadas por el momento sean inferiores.

En el caso de las viviendas turísticas, la fotografía es similar, aunque tiene varios matices. El presidente de Aparture, Asier Pereda, también tiene puesta toda su confianza en agosto cuando «podremos alcanzar ocupaciones que superen un 80%», confía. Las empresas gestoras asociadas de Zarautz, Getaria y Hondarribia, concretamente, «nos trasladan ocupaciones en julio de entre un 70 y 80%, y de casi el 90% en agosto».

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En la recuperación del sector, poder retomar tarifas prepandémicas es «fundamental» para los alojamientos. Mientras que Estomba señala que el verano pasado se quedaron «a un 50% de la tarifa media habitual», Pereda apunta que este año todavía están 20 euros por debajo, si bien ha mejorado el precio por noche de 2020, pasando de 192 a 254 euros.

El tiempo que los turistas permanecen en Gipuzkoa, por su parte, es para los pisos turísticos la gran novedad respecto a los hábitos precovid. «La estancia media ahora roza las 9 noches, casi el doble que en 2019. Una muy buena noticia porque tiene un impacto directo en el territorio», resalta.

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Las previsiones para los 1.500 agroturismos y casas rurales de Nekatur situados en Gipuzkoa, por su parte, son «optimistas» e incluso similares a los registros de 2019. La demanda de entornos naturales ha despertado un mayor interés por estos alojamientos que ya este fin de semana tienen una ocupación del 64%, cuando hace dos años fue del 58%. Para el conjunto de julio, y «a expensas de las reservas de última hora», prevén que la ocupación ronde el 54%, frente al 65% de hace dos años, apunta la gerente Idoia Ezkurdia. Una cifra que en agosto de 2019 se situó en el 88% y que a estas alturas las reservas para dicho mes alcanzan ya el 66%. «Creemos que se igualará», confía.

Si en algo coinciden las diferentes tipologías de alojamiento es en la procedencia del turista, que será muy similar a la del año pasado, con visitantes nacionales llegados sobre todo de Madrid y Cataluña, y una presencia de extranjeros algo superior, pero muy alejados de cifras precovid, y fundamentalmente desplazados desde Francia, Alemania o Bélgica. En el caso de los pisos turísticos, el cliente extranjero (51,5%) supera ya ligeramente al estatal (48,5%), con la esperanza de ir mejorando las cifras.

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