Las diez noticias clave de la jornada

«¿Quién tiene la responsabilidad de provocar esta fractura social?»

Juantxo Agirre, secretario de Aranzadi, reitera que las pistas ocasionan «un impacto severo e irreversible en el medio natural»

G. L.

Domingo, 22 de enero 2017, 09:04

Su comparecencia en la comisión de Medio Ambiente de las Juntas Generales de Gipuzkoa, el pasado 13 de enero, no dejó indiferente a nadie. Aplaudieron los grupos ecologistas y manifestaron su indignación sindicatos agroganaderos. Hoy mantiene su tesis. Juantxo Agirre, secretario general de Aranzadi, afirma que «hemos dicho a la sociedad guipuzcoana, y es nuestra función, que la ejecución de estos quince kilómetros de pistas ocasiona un impacto severo e irreversible en el medio natural. Y también le decimos que consideramos que el pastoreo es un valor que hay que impulsar. Lo que nos separa de los agentes económicos, de los sindicatos o de los profesionales que trabajan en Aralar son quince kilómetros de infraestructuras viarias».

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Agirre parte de la «visión integral» que Aranzadi puede tener tras estudiar Aralar desde «su geología, su botánica, sus aves, y también su cultura del pastoreo». Y explica que «cuando declaramos un territorio parque natural, condicionamos actuaciones de los humanos: no se pueden poner industrias, no se pueden urbanizar entornos, no se pueden hacer actividades lúdicas de cierto tamaño y no se pueden hacer este tipo de infraestructuras viarias para el tráfico rodado en pleno corazón del parque».

Reitera la valoración negativa que hace su sociedad científica por el hecho de que «se metan excavadoras que alteren paisajes geológicos de millones de años, que rompan los lapiaces, que cambien las dinámicas hidrogeológicas, que lleven tráfico rodado a zonas de geología muy vulnerable, que esto afecte a la dinámica de las especies, que incentive la erosión y que incentive también hábitos no saludables de la población con respecto a esas pistas».

Dicho esto, Agirre lamenta que su diagnóstico científico haya podido provocar un encontronazo con quienes trabajan en Aralar. Reconoce que Aranzadi ha hecho una reflexión. «Los investigadores estaban trabajando en lo suyo y los pastores, con su ganado. Y, de repente, dos sectores muy valorados por la sociedad guipuzcoana nos hemos encontrado mediáticamente frente a frente. ¿Cómo es posible y quién tiene la responsabilidad de haber provocado esta fractura social? Ellos nos aprecian y nosotros les apreciamos a ellos. Dejo la pregunta en el aire».

Para Agirre, nos encontramos ante una dicotomía ya clásica. «Unos ven en las reservas naturales una opción para el desarrollo económico y otros vemos que tiene que protegerse su patrimonio natural. Hay que buscar un equilibrio sostenible en las soluciones. Para Aranzadi, pasan por buscar otras medidas que no sean hacer actuaciones irreversibles».

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Agirre propone «no acelerar y crear una mesa de trabajo con todos los agentes implicados donde se analicen los problemas tanto de las personas como de las especies». Propondrá también invitar a una comisión internacional.

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