Almeida Pereira concina antes de emprender su ruta.

«Este es el peor punto en el trayecto que hago hasta Bélgica»

Camioneros que cruzan Biriatou todas las semanas se quejan del caos que tienen que soportar en las inmediaciones del peaje

Iraitz vázquez

Sábado, 20 de agosto 2016, 08:32

La estación de servicio de la Ap-8 en Oiartzun era la sala de espera para muchos de camioneros ayer al mediodía. La mayoría hacían tiempo, aguardando a que las retenciones que a esa hora ya alcanzaban los siete kilómetros, pudieran disminuir en algún momento. El portugués Almeida Pereira esperaba resignado junto a su camión: «Paso dos veces a la semana por aquí y siempre tengo que esperar al menos una hora o dos para circular por la frontera», despacha, mientras finaliza de cocinar unos filetes antes de emprender de nuevo su ruta hacia Holanda.

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Atravesar «la frontera muchas veces es una misión imposible», reconoce el portugués quien además asegura que los que más pierden con esta situación «son los consumidores porque la mercancía al final llega tarde». Este camionero portugués con muchas horas de conducción a sus espaldas señala que no queda más que «aguantar, dicen que es por seguridad y si es así, tendremos que esperar hasta que las retenciones disminuyan».

Al aumento de la presencia policial en Biriatou y a los exhaustivos controles, en verano hay que sumarles la gran afluencia de vehículos que soportan las carreteras de la red viaria guipuzcoana. El pasado jueves por ejemplo la retenciones alcanzaron los veinte kilómetros de longitud. O lo que es lo mismo, llegaron desde la muga hasta Astigarraga. «Perdí una hora en las colas. Eso supone que no entreguemos la mercancía a tiempo y que llegue a casa más tarde de lo normal para estar con mi familia. De todas los camioneros somos los que salimos perdiendo», explica Fernando Vázquez nada más aparcar el camión en el área de servicio.

Vázquez defiende con vehemencia que el problema de las retenciones «no está en el peaje de Biriatou. Aquí las colas se producen cuando por ejemplo en el peaje de Irun sin venir a cuento te montan un control y te hacen estar esperando. Ese es el verdadero problema». Este camionero que se conoce al dedillo las carreteras guipuzcoanas apunta que en ocasiones como la del jueves «debemos tomar rutas alternativas para esquivar las retenciones y sin querer te metes por carreteras por las que está prohibido circular» con camiones.

Al otro lado de la balanza se encuentra el rumano Simpiano Doru, quien no tiene más remedio que cruzar la frontera para llegar al destino en el que tiene descargar la mercancía por lo que no puede coger rutas alternativas. «He llegado a esperar cuatro en la carretera». Este camionero afincado en Aragón y que atraviesa la frontera dos veces a la semana asegura que «este es sin duda el peor punto que me encuentro cuando viajo a Francia o Bélgica. En otros puntos no me encuentro retenciones como las de aquí».

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