Los ahorros en un pinar

Los propietarios forestales, la mayor parte baserritarras, han estado en el centro de la polémica a lo largo de esta legislatura. El desencuentro con la Diputación, provocado por un proyecto de norma foral que consideran lesivo para sus intereses, ha desembocado en una agria polémica. Los sindicatos que representan a estos baserritarras (Enba y Enhe), así como las asociaciones profesionales del sector de la madera, pidieron la dimisión del diputado del ramo, Jon Peli Uriguen. Este no se ha considerado interpelado, por interpretar que la petición ha sido realizada por un «lobby que solo defiende sus intereses». Finalmente, la norma de la discordia fue tumbada en el pleno de las Juntas del pasado miércoles, donde Uriguen y el portavoz de Bildu, Inko Iriarte, criticaron a la oposición por plegarse a los intereses del «lobby de los propietarios».

Ahora bien. ¿Quiénes son los propietarios forestales guipuzcoanos? ¿Grandes latifundistas o titulares de pequeñas explotaciones? ¿Están esquilmando el monte con especies foráneas o nuestros bosques presentan un equilibrio entre coníferas y frondosas?

Para responder a estas preguntas el mejor camino es acudir a las fuentes oficiales, es decir, a Hazi (fundación pública dependiente del Gobierno Vasco y de las diputaciones). La 'fotografía' resultante es la de un sector atomizado en miles de pequeños propietarios. El Censo Agrario señala que en Gipuzkoa están registrados 8.600 titulares privados de plantaciones forestales. Este censo no diferencia entre baserritarras o no baserritarras, pero los técnicos del Gobierno Vasco indican que, en base a otras fuentes estadísticas, se podría indicar que 5.100 son dueños de caseríos y 3.500 no están vinculados directamente con el mundo rural.

Además, habría en torno a 200 empresas y ayuntamientos que también poseen explotaciones. Por lo que respecta a la Diputación, es la mayor propietaria del territorio, con 7.000 hectáreas.

Por lo que respecta al tamaño, el Censo Agrario no deja lugar a dudas. Los técnicos señalan que una plantación puede comenzar a considerarse de tipo medio a partir de las 20 hectáreas y grande cuando alcanzan las 100. En el caso de Gipuzkoa, la superficie arbolada media en manos de propietarios forestales asciende a 7 hectáreas. Entre 5 y 10 hectáreas están registradas 2.235 explotaciones (8.831 hectáreas), y entre 10 y 20, 2.446 (19.114 hectáreas).

En el caso de empresas (sociedades anónimas) la media está en torno a 100 hectáreas y la de los ayuntamientos asciende a 240.

A la vista de estos datos, parece claro que la actividad silvícola supone un complemento para el caserío. Los técnicos del Gobierno Vasco concretan que el subsector forestal ha venido representando entre el 5 y el 10% de toda la producción final agraria. Añaden que entre 2005 y 2007 llegó a rondar el 20%. El descenso lo atribuyen a la bajada en el precio de la madera y en consecuencia del volumen de cortas.

Especies

Una cuestión sumamente polémica es el tipo de especies que se plantan, es decir, si se está produciendo un desequilibrio entre coníferas (pinos especialmente) y frondosas (robles y hayas) que habría que corregir en favor de las segundas.

Los baserritarras defienden las coníferas debido a su rápido desarrollo y rentabilidad. El pino radiata genera cerca del 75% del valor total del subsector en Gipuzkoa. Según el Inventario Forestal del País Vasco, en el territorio existen 76.558 hectáreas de plantaciones. Las principales especies son coníferas, como el pino radiata (47.000), el pino laricio de Córcega (7.000), el alerce (6.450) o el abeto Douglas (4.500).

En el cómputo total, sumado los montes privados y públicos, se constata que coníferas y frondosas se distribuyen casi a partes iguales. El inventario constata que en Gipuzkoa se contabilizan 68.697 hectáreas de coníferas y 55.642 de frondosas. Los técnicos concluyen que «Gipuzkoa es el territorio más equilibrado del País Vasco, por cuanto ambas masas se reparten actualmente al 50%».