Joxe Mari Aizega: «El BCC usará el edificio de Gros en régimen de cesión y acabará volviendo al Ayuntamiento»

El director general del Basque Culinary Center (BCC) responde a los interrogantes que ha suscitado la construcción de un nuevo centro de investigación e innovación gastronómica en el barrio donostiarra de Gros. Un proyecto que costará 26 millones de euros, de los que el sector público aportará 24. Joxe Mari Aizega aclara que el BCC ocupará el edificio «en régimen de cesión» durante un número de años que está por determinar, tras los que la infraestructura «volverá al Ayuntamiento». Remarca en este sentido que «el edificio no es de la Fundación» y que esta «no se lucra con esta operación».

- ¿Por qué un nuevo edificio para el BCC?

- Desde que empezamos hace diez años tuvimos claro que el proyecto Basque Culinary Center debía tener una visión interdisciplinar y multisectorial de la gastronomía. En este tiempo hemos ido creciendo y tenemos una oferta formativa consolidada; un centro tecnológico integrado en la red vasca de ciencia y tecnología; iniciativas para apoyar a emprendedores; de digitalización de la gastronomía... En 2020, cuando nos acercábamos al décimo aniversario, nos planteamos cómo debería ser la siguiente década. Y vimos que la evolución pasa por intensificar el esfuerzo en investigación, innovación, emprendimiento, y el talento de posgrado. Observamos en ello además una oportunidad para reforzar el posicionamiento que ya tienen Donostia, Gipuzkoa y Euskadi como el lugar de referencia en el mundo de la gastronomía y la investigación, la innovación y el conocimiento ligado a esta materia. Fruto de esa reflexión surgió el proyecto Gastronomy Open Ecosystem (GOe), que requería nuevos equipamientos y una mayor integración en la ciudad y con la ciudadanía, siguiendo ejemplos como Boston o el 22@ de Barcelona de llevar a zonas urbanas los centros punteros en innovación.

- ¿El emplazamiento lo pidió el BCC o lo ofreció Donostia?

- Le recuerdo que el BCC es una fundación dirigida por un patronato en el que están presentes el Ayuntamiento de San Sebastián, la Diputación de Gipuzkoa y el Gobierno Vasco. Como tales, las instituciones han sido parte activa de la reflexión estratégica y de la toma de decisiones. En el momento en que se define la idea y toca materializarla, el Ayuntamiento aporta distintas opciones que existen en la ciudad dentro de las posibilidades que ofrece el Plan General. Entre ellas la parcela de Manteo, que permite este tipo de uso y que nos pareció una ubicación magnífica, pues reúne las condiciones que buscamos de integración e interacción con la ciudad.

- ¿Si no hubiera sido en Manteo se habría apostado por otra localidad o territorio?

- Somos una entidad surgida en Donostia y nuestra apuesta es reforzar el posicionamiento de la ciudad como 'hub' de la investigación y el conocimiento gastronómico, y de una red internacional de alianzas. Afortunadamente, ha sido posible desde el primer momento. Pensar qué habría pasado si no hubiera habido esta opción es una hipótesis que no hemos recorrido.

- ¿Cómo se explica que las instituciones aporten 24 de los 26 millones de euros presupuestados para una entidad privada?

- En realidad somos una fundación sin ánimo de lucro y de utilidad pública. Y como le he dicho, con las instituciones dentro del patronato. Es un ejemplo de colaboración público-privada. Nuestro objetivo es autofinanciarnos y ser sostenibles, claro, pero aquí no hay un accionista o inversor que se lleve los beneficios. Lo que generamos lo reinvertimos. Dicho esto, en GOe se va a aplicar el mismo esquema que se ha utilizado en nuestro edificio de Miramon. Habrá una cesión de la parcela a X años, que aún están por determinar. En el caso de Miramon son 75. Tras ese periodo, el edificio revertirá al Ayuntamiento, que podrá prorrogar la cesión o recuperarlo. En cualquier caso, será una decisión de los responsables municipales de la época, no del BCC. Quiere esto decir que el edificio no es nuestro y que la Fundación no se lucra con esta operación.

- Eso respecto al Ayuntamiento, que facilita la parcela, pero el grueso del dinero lo ponen Gobierno Vasco (18) y Diputación (6).

- Si nos atenemos a lo sucedido hasta ahora, el BCC genera un impacto en actividad económica de 30 millones de euros anuales. Y en impuestos, de cada euro público que se invirtió en su día (2009-2010) ya se han devuelto cinco. Si se repite este antecedente, en términos económicos será una actuación positiva para la ciudad, Gipuzkoa y Euskadi, porque generaremos actividad económica y empleo. Y a eso habrá que añadir el efecto en posicionamiento internacional e imagen que estamos convencidos va a lograr para nuestro territorio.

- ¿Qué supone este proyecto para el BCC?

- La gastronomía es un sector clave para el futuro de la Humanidad, que vive una época de transformación, con retos como el demográfico, energético o alimentario. Y en este podemos y queremos que el BCC, Donostia, Gipuzkoa y todo el ecosistema alimentario de Euskadi sean un agente importante. Este punto de innovación e investigación hará que no vaya a haber otra ciudad en el mundo que tenga esta densidad y este ecosistema gastronómico, que abarcará desde lo popular, con nuestros restaurantes y cultura, hasta la excelencia.

- Si me permite, le traslado algunas de las cuestiones que estos días han dejado los suscriptores de diariovasco.com en la zona de comentarios de las noticias relacionadas con GOe para que les responda usted mismo...

- Claro.

- 'Munduhobeagatik' lamenta que va a desaparecer una de las pocas zonas verdes de Gros...

- El edificio mantiene el 100% de la zona verde actual. Toda la estructura y todas las cubiertas van a tener zonas verdes. Y van a ser transitables y abiertas a cualquiera. Serán terrazas públicas. Quienes pasean a su perro por la zona podrán seguir haciéndolo. Durante las 24 horas del día. Y en el edificio va a haber un gran espacio central que estará abierto al público. Insisto en que es una infraestructura pensada también para la ciudadanía, en la que habrá exposiciones, eventos... Buscamos la interacción con la sociedad y la integración con el barrio y la ciudad.

- En ese sentido, 'YaLa' pregunta si la zona trasera de paseo ajardinado, bastante oculta a la vista, no puede convertir ese lugar en más peligroso todavía y en un lugar de botellones. ¿De quién va a ser la responsabilidad del cuidado?

- Nuestra. Seremos nosotros quienes velaremos por el mantenimiento. Otra cosa es que si hay botellones, o algún tipo de desorden público, llamaremos a las autoridades correspondientes. En todo caso, no debería haber problemas. Será un entorno de uso y disfrute ciudadano y apelamos a hacer un uso cívico y responsable.

- Son muchos los que temen el impacto visual que un edificio de cinco plantas puede tener al desaparecer la vista del monte desde la Avenida de Navarra...

- La altura máxima (22,5 metros) es la que viene determinada en el Plan General de la ciudad. Estoy seguro de que los arquitectos han tenido en cuenta esta cuestión. Recuerdo que dos de las tres condiciones básicas del concurso de proyectos tenían que ver con la integración urbana. Uno era precisamente la adaptación paisajística. Otro la capacidad de generar nuevos espacios y soluciones de interacción con la ciudadanía y, por último, la singularidad arquitectónica. No soy capaz de ponerme en el lugar de cada uno de los vecinos del barrio, pero estoy convencido de que va a resultar un lugar bonito de la ciudad que, además, va a generar nuevos servicios, contenidos y opciones de disfrute.

- Otro tema de preocupación es la afección al tráfico y al aparcamiento. 'Plazaola' considera «importantísimo» que haya un parking con plazas en rotación para residentes, y 'YaLa' pregunta cómo se va a evitar el «colapso» de esta entrada a Donostia y el impacto entre quienes acuden al ambulatorio...

- Va a haber un pequeño parking que no llega a 20 plazas para uso exclusivo de los usuarios cotidianos del edificio. San Sebastián está en un proceso de reducir la presencia de los coches en el centro de la ciudad y creo que tenemos que sumarnos a esa estrategia. Quienes quieran llegar al edificio deberán hacerlo de una forma distinta al coche privado. No va a generar más tráfico rodado ni va a haber parking de uso público.

- ¿Qué plazos se manejan?

- Ahora tenemos 9-10 meses para desarrollar el proyecto básico y el de ejecución. Luego sacaremos el concurso público de construcción, y la idea es poder empezar las obras en torno a marzo de 2023. Serán 18 meses de obras, por lo que si todo va bien, quedará terminado en navidades de 2024 y podrá estar operativo a comienzos de 2025. En coordinación con el Ayuntamiento, intentaremos que la afección de las obras sobre el tráfico y los vecinos sea la menor posible.

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