Fallece la duquesa de Alba

La Duquesa de Alba, una visitante fija del verano donostiarra

La duquesa de Alba pasaba el mes de julio en San Sebastián desde hace más de 65 años y era una enamorada de la ciudad

El Diario Vasco

Jueves, 20 de noviembre 2014, 10:04

«Vengo a San Sebastián todos los años... y seguiré volviendo mientras pueda», decía hace unos años la Duquesa de Alba en Donostia. Y lo hizo. Hasta este último verano, María del Rosario Cayetana Fitz-James Stuart ha sido una veraneante fija en Donostia desde hace más de 65 años.

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La Duquesa de Alba no fallaba casi nunca en el mes de julio y era una enamorada de la ciudad y su entorno. Le gustaba pasear, nuestra gastronomía, hacer compras, ir al cine y saludaba con simpatía a las personas que se le acercan. Visitaba numerosos restaurantes y bares, que conoce bien por sus pinchos o por su oferta gastronómica.

 Su historia cuenta que siempre estuvo muy ligada a Gipuzkoa. No hay más que recordar, en 2012, cuando rindió homenaje al patrón de nuestro territorio cantando el «Inazio gure patroi handia, Jesusen konpainia fundatu eta dezu armatu...», entero y en euskera, en el programa Contigo en la Playa de Juan Mari Mañero.

Su relación con Gipuzkoa va aun más allá, y es que la Duquesa de Alba conoció a su primer marido en Zarautz. Ambas familias veraneaban en la localidad costera.

El hogar en Donostia de la Duquesa de Alba no ha sido otro que el Palacio de Arbaizenea. Construido en el siglo XIX, Tiene 20.000 metros cuadrados y fue fundado por el duque de Sotomayor. En 2006, la familia llegó a un acuerdo con el Ayuntamiento de San Sebastián para que el parque privado de 15 hectáreas se redujera a 2. Una parte de las 13 hectáreas restantes se utiliza como parque público y como expansión de los jardines del cercano Palacio de Aiete. La otra parte proyectó viviendas de lujo.

En una entrevista concedida a DV en 1975, la duquesa explicaba que «esta casa no era mía; le tocó a Luis en la herencia de mi suegro. Antes veníamos aquí toda la familia. Luego fuimos desperdigándonos. No. No tengo intención de venderla. Mis hijos quizá, pero yo no pienso». En aquella entrevista también contaba cómo solían ser sus vacaciones en San Sebastián: «Esta casa no es muy grande. Arriba sólo tiene cinco habitaciones. Aquí no recibimos. Aquí hacemos vida familiar; por la mañana, a la playa si hace bueno, luego al tenis y por la tarde salir con alguna amiga, no muchas porque hay poca gente que viene de fuera. Pasar a Francia algunos días. Eso es todo».

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A punto de ser Tambor de Oro

Otro detalle curioso de su relación con San Sebastián es que la Duquesa de Alba pudo recibir el Tambor de Oro hace treinta años. Pero el Pleno no llegó a un acuerdo y por primera vez en la historia el galardón donostiarra quedó desierto.

En 1984 el Centro de Atracción y Turismo había acordado conceder el Tambor de Oro a los duques de Alba, es decir, Cayetana de Alba y su segundo marido, Jesús Aguirre. El acuerdo pasó al Pleno para su ratificación pero las cosas se complicaron.

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Según recogió DV en su edición del 17 de enero de hace tres décadas, Félix Soto, entonces portavoz de HB, manifestó que «no entendemos que se quiera dar el Tambor a unas personas porque vengan a San Sebastián todos los años. También Franco vino a San Sebastián durante cuarenta años, y no parece que eso sea un motivo suficiente. Por otra parte, los Duques de Alba disfrutan de una hermosa finca, lo cual nos suponemos que se lo pasarán de cine porque si no no vendrían, y en todo caso tendrán que agradecer a San Sebastián que pasen unas buenas vacaciones». Odón Elorza, en aquel tiempo portavoz del PSOE, declaró que «no creemos que se reúnan méritos suficientes para que sean merecedores de esta distinción».El alcalde Ramón Labayen tomó la palabra para indicar que «vamos a votar a favor, por dos razones. La primera, porque esto es una ratificación de un acuerdo del CAT, y este organismo lo ha tomado con madura reflexión, y creemos que no ratificar este acuerdo requiere razones de enorme peso, y nosotros respetamos el acuerdo. La segunda razón es que consideramos acertada la elección del Tambor de Oro que se propone».

En la votación de si se refrendaba o no la concesión de la distinción a los duques de Alba, sólo los concejales del PNV votaron a favor. El Grupo Popular se obstuvo y el resto, EE, HB y PSOE, votaron en contra. El galardón se declaró desierto. Tras la salida de Alderdi-Eder de los 3.000 chavales participantes en la Tamborrada Infantil, el día 20 a las 12.30 horas en la Casa Consistorial no hubo acto de entrega del Tambor de Oro sino el fallo de un concurso de cine vasco.

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