Miren Gorrotxategi, una debutante que hace mermeladas
24 horas con Miren Gorrotxategi ·
La dirigente de Podemos vive la carrera del 12-J entre el «vértigo» y la «ilusión» de aspirar por primera vez a la Lehendakaritza«Sé que es difícil sacar la cabeza aquí, pero no es imposible». Con el mismo espíritu con el que enfrentó las primarias de Podemos Euskadi en febrero, Miren Gorrotxategi afronta ahora la carrera electoral del 12-J. Es la debutante entre los cabeza de cartel y se medirá con cuatro aspirantes como Iñigo Urkullu (PNV), Maddalen Iriarte (EH Bildu), Idoia Mendia (PSE-EE) y Carlos Iturgaiz (PP+Cs), que cuentan con la experiencia de haber jugado la partida con anterioridad. La dirigente morada confiesa vivir esta proceso con una mezcla de «vértigo» e «ilusión», pero también confía en repetir la suerte de hace unos meses y dar la vuelta a las encuestas en las que al igual que entonces tampoco parte como favorita. En el mejor de los casos los sondeos pronostican que Elkarrekin Podemos-Ezker Anitza logrará repetir los resultados de 2016 y obtendrá 11 parlamentarios. En el peor de los escenarios, podría perder tres representantes, uno por cada territorio. «Para mí es una responsabilidad muy grande y tengo que darlo todo», reconoce.
Si algo caracteriza a esta aspirante es que es su perseverancia y tenacidad y «que no va a cejar en el empeño» de conseguir su objetivo, deslizan desde su equipo. Buena cuenta de ello, pueden dar en la Facultad de Derecho de la UPV/EHU de Donostia, donde estudió la carrera y sacó plaza en el Departamento de Derecho Constitucional.
Gran aficionada a la montaña, es fácil verla de caminata mendizale por Neberondo o recorriendo las faldas del Mugarra junto a su «mendi team», Gorrotxategi sabe que el camino a las cimas de los montes no es recto ni sencillo, «como tampoco lo es el que lleva a Ajuria-Enea. Hay mucho trabajo detrás –apunta– y estamos dispuestos a sacarlo adelante».
La agenda
-
09.00 Primera reunión. Gorrotxategi y su equipo más cercano repasan la agenda y planifican la jornada.
-
09.20 El trayecto. El partido le ha asignado un asistente que gestiona su agenda y conduce el coche en el que viaja por toda Euskadi.
-
11.00 Apoyo desde Madrid. Gorrotxategi departe con el diputado de UP y secretario general del Partido Comunista, Enrique Santiago
-
12.00 Visita a Zaramaga. La candidata se dirige al barrio en el que el 3 de octubre de 1978 cinco trabajadores murieron tras una carga policial.
-
16.00 Último repaso. Revisa sus notas antes del mitin en el que va a participar en Vitoria.
-
17.00 Acto electoral. Protegidos con mascarillas, Gorrotxategi y Santiago se disponen a iniciar el acto principal de la jornada.
La exigente agenda que implica la campaña ha cambiado algunas de las costumbres en el hogar que la candidata a lehendakari comparte con su marido Igor y sus dos hijos adolescentes, Paul, de diecisiete años, y Maren, que próximamente cumplirá dieciséis. Ahora, Gorrotxategi, a la que el cuerpo le pide dormir nueve horas para estar descansada es la primera en levantarse. El despertador «habitualmente» suena a las 7.30 horas. Nada más levantarse enciende su cafetera de cápsulas y prepara unas tostadas, «con pan de verdad, del día anterior» y «con mucha mantequilla y mermelada», que ella misma elabora, pese a que confiesa que no le gusta cocinar. «Según la temporada hago confitura de moras, de fresas... Ahora, me ha dado por la de naranja», desvela.
Desayuna tostadas con «mucha mantequilla» y confituras que ella misma elabora en casa, y para desconectar de la política le gusta pintar mandalas
Con un café con leche en la mano –los del resto de la jornada son solos y sin azúcar–, la dirigente morada se sienta en la cocina para repasar en su ordenador la prensa digital. Estos días ha dejado aparcados algunos medios franceses y, sobre todo, canadienses que le gusta consultar y que le recuerdan a su época de investigadora en Quebec. Inmersa en la batalla electoral, Gorrotxategi se centra en las informaciones que rodean al 12-J. Las noticias más interesantes las intercambia en el grupo que comparte con sus más estrechos colaboradores –Ainara, Isabel, David, Josetxo y Javier–, a pesar de que en apenas una hora se reunirá con ellos para preparar la jornada, repasar los actos del día y analizar los mensajes a transmitir.
Unos hijos «orgullosos»
Es su propia estilista aunque reconoce que no se complica mucho para elegir la ropa que se pondrá antes de salir de casa. La candidata de Podemos se declara «clásica» y opta por un vestuario «sobre todo, cómodo», al que le gusta añadir «un toque de rebeldía, pero sin estridencias». Con el 'look' elegido, llega el momento de despedirse de sus hijos, que creen que a su madre «le timan un poco» porque desde que está en política, trabaja mucho y la ven menos. «Pero sé que cuando hablan con sus amigos, les dicen que están orgullosos de su ama», admite emocionada.
En esta ocasión le toca viajar a Vitoria. Se monta en el vehículo que estos días hace también de oficina rodante. Ella no es la que conduce y aprovecha para repasar unos documentos en el asiento trasero. El partido le ha facilitado un colaborador que se encarga de su agenda y de llevarla de un sitio a otro. «Es un lujo que me han asignado –explica–. Es una liberación y, de alguna manera, me siento protegida».
En la capital gasteiztarra tiene varios actos a los que atender. Son sencillos, como establece una campaña electoral atípica en la que el contacto directo con la gente es mínimo y las mascarillas son las protagonistas. Con todo, hay quien reconoce a la dirigente morada y se acerca a saludarle «siempre con mucho respeto». ¿Qué le dicen? «La mayoría nos da mucho ánimos».
Ser candidata a la Lehendakaritza ha provocado que Gorrotxategi sea un personaje público, algo a lo que se acostumbra «poco a poco». La primera vez que vio su imagen en un cartel, no le gustó. Explica que se sintió «cohibida», pero con el paso de los días lo ha interiorizado «como algo normal».
La jornada va avanzando y llega la hora de regresar a Durango cuando ya prácticamente ha anochecido. Es el momento de relajarse, El plan perfecto para hacerlo pasa por sentarse en el sofá con una cerveza y pintar mandalas, que es lo que le ayuda a desconectar antes de cenar algo frugal «como una tortilla francesa». Si puede ser en bocadillo, mejor que mejor. «Es lo más», afirma. Y de ahí a la cama. «Las horas de sueño pasan rápido y mañana hay otro reto».
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión