Imanol Pradales: «Euskadi se merece un lehendakari que llame por su nombre a todas las formas de terrorismo»

–¿Qué tal se encuentra? ¿Ya se le ha pasado el susto tras la agresión que sufrió el martes?

–Ha sido un suceso muy desagradable, pero me encuentro mejor y más tranquilo. Y, sobre todo, muy agradecido por todas las muestras de apoyo y de cariño.

–Tras el ataque, ¿ha sentido en primera persona la necesidad de aumentar la seguridad en las calles de Euskadi?

–Todos tenemos derecho a andar tranquilos por las calles. Y creo en nuestro modelo. En una Ertzaintza y policías locales cercanas, un modelo que pone el foco en la prevención. Pero tengo la convicción de que Euskadi es segura. Esto ha sido un episodio aislado que no representa el comportamiento mayoritariamente respetuoso de la sociedad vasca.

–En cualquier caso, este viernes cierra una de las campañas más atípicas que se recuerdan: las vacaciones, la gabarra, el fallecimiento del lehendakari Ardanza, la agresión... ¿Se lo imaginaba así?

–No, yo hubiera querido tener una campaña más normal, pero los acontecimientos se han dado así...

–¿Le preocupa la desmovilización que pueda haber el 21-A?

–Sí, porque la desmovilización solo engorda a Bildu. Bildu tiene a su electorado muy activado y además se va a comer el mundo de Podemos y Sumar. Y creo que la sociedad tiene que darse cuenta de que la gobernabilidad de Euskadi está en riesgo.

–¿Y el PNV está logrando activar a todos esos indecisos?

–Estamos explicando a la sociedad qué es lo que está en juego. El modelo económico de Bildu busca intervenir en la economía y controlar a la empresa. Y también aumentar la presión fiscal en 5.000 millones, según su programa electoral. Y yo he hecho los números: eso suponen 5.000 euros por persona a escote de más presión fiscal. Una propuesta que se acompaña de otra, la de eliminar las deducciones por vivienda en la renta. El modelo de Bildu nos va a salir muy caro en términos económicos.

–Las últimas encuestas sitúan a EH Bildu por encima del PNV... ¿Teme el 'sorpasso'?

–No. Yo salgo a ganar y confío en la sociedad vasca. Estamos acostumbrados a ver muchas encuestas que no acaban de acertar. Y la sociedad va a reaccionar. Euskadi se va a dar cuenta de lo que está en riesgo, qué puede ocurrir con un Gobierno de Bildu.

–¿Y qué podría ocurrir, según usted...?

–Primero, que va a haber un cambio drástico en las políticas económicas e industriales del país y, por tanto, se va a meter la mano en el bolsillo y en la cartera de la gente. Segundo, que se va a optar por un modelo público y solo público de hacer política, con una obsesión específica por el control, como en Kutxabank. Además, se plantea desarmar a la Er- tzaintza. Y se hace una apuesta por un modelo de cuidados que no cuenta con el tercer sector social. Y hay más: me preocupa el modelo de sociedad que también defiende EH Bildu en el ámbito internacional. Yo veo a Sortu, a sus dirigentes respectivos, darse vueltas por Cuba y Venezuela. ¿Ese es el modelo de éxito que quieren traer a este país? Yo desde luego quiero alianzas en Europa con Alemania, Francia o Reino Unido. No con Venezuela ni con Cuba ni con nada que se le parezca.

–¿Alentar el voto del miedo contra EH Bildu le acabará beneficiando a usted en las urnas?

–Yo aliento el voto del orgullo. Hemos construido un gran país. Tenemos cosas que mejorar, sí, porque hay cosas que no hemos hecho bien. No hay que esconderse. Pero hay que estar orgullosos del país que tenemos. Por eso, insisto, cuidado, porque un nuevo modelo puede destruir en lo que hasta ahora hemos avanzado. El bienestar no está garantizado.

–¿No se fía, por tanto, del discurso más posibilista que se ha visto en Pello Otxandiano?

–Estamos escuchándoles hablar de puntos de encuentro, de pactos y consensos, de autogobierno... Pero en los últimos años en Euskadi no ha apoyado ningún presupuesto del Gobierno Vasco; en cambio en Madrid han votado a favor de todos. Así que, que ahora hablemos de acuerdos de país a mí me deja con la mosca detrás de la oreja. Es una cuestión táctica y, cuando pasen las elecciones, volveremos a ver al Sortu de siempre. Porque Otxandiano es Sortu, por mucho que hoy se presente como candidato de EH Bildu.

–¿Qué le sugiere que Otxandiano se resista a condenar a ETA o no sea capaz de calificar de terrorismo sus acciones?

–Eso demuestra que siguen teniendo una asignatura ética pendiente con la sociedad vasca y con las víctimas de ETA, y que siguen sin hacer el recorrido democrático y ético mínimo para poder ser una fuerza política homologable al resto.

–¿Y ve sinceridad en su perdón a las víctimas? ¿Llega tarde?

–No vale con pasar página sin más. ETA fue un error, un horror y un drama para Euskadi. Y fue terrorismo. Sortu sigue teniendo pendiente aprobar la asignatura ética. Euskadi se merece un gobierno y un lehendakari capaz de recordar, de condenar y de llamar por su nombre a todas las formas de violencia y terrorismo que ha habido en este país. Y un lehendakari que defienda una memoria global y no selectiva para construir la convivencia.

–¿Se puede dar por hecho que el PNV reeditará su alianza con el PSE si los números dan el 21-A?

–Nosotros estamos dispuestos a explorar esa fórmula como la primera fórmula de Gobierno. Lo que ocurre es que tienen que querer los dos partidos. Y aquí la decisión depende de Sánchez. Y tengo la impresión de que, una vez más, buscará sus propios intereses y no solo va a esperar al 21 de abril, si no que puede esperar al 12 de mayo y a lo que ocurra en Cataluña. Y eso es un riesgo que existe. Por eso, para evitar las tentaciones que pueda tener Sánchez, lo mejor es que el PNV tenga un gran resultado electoral.

–¿Ve a los socialistas dispuestos a cambiar de aliado en Euskadi?

–Creo que Sánchez tomará la decisión que sea mejor para sus intereses. Y esa decisión la tomará en el momento oportuno.

–Pero Andueza ha dicho por activa y por pasiva que no va a gobernar con Bildu. ¿No le cree?

–Manda el señor Sánchez. Y Sánchez cambia mucho de opinión.

–Y en el caso de que PNV y PSE no sumen mayoría, ¿tocará la puerta del PP?

–Todavía no sabemos qué representación vamos a tener en el Parlamento Vasco. Yo lo que voy a hacer al día siguiente es hablar con todos los partidos porque es importante hablar de la gobernabilidad de Euskadi y acordar el para qué, no tanto con quién.

–En cualquier caso, De Andrés ya ha dicho que su apoyo, en caso de ser necesario, no les saldrá gratis como en Gipuzkoa.

–Obviamente lo que él no se ve es gobernando, por lo que dice. Vamos a esperar al 21. Y también es importante señalar que la inestabilidad en Euskadi llevará a la inestabilidad en el Estado.

–¿En qué se traduce eso? ¿Es una advertencia a Sánchez?

–Vamos a ver... Muchos focos se están poniendo en los resultados de las elecciones catalanas porque eso puede poner en riesgo la legislatura española. Pero nadie está poniendo el foco en qué ocurre el 21 de abril. Y aquí quiero ser muy claro: si Sánchez no cumple los compromisos que tiene acordados con el PNV, la legislatura española tiene poco futuro.

–¿El PNV estaría dispuesto a dejar caer a Sánchez?

–Si no cumple con los compromisos firmados con el PNV, la legislatura tiene poco futuro.

–¿Y levantará el teléfono para llamarle en caso de ganar?

–En cuanto sea lehendakari, por supuesto.

–¿Y qué le diría?

–Que tenemos que avanzar en términos de autogobierno. Primero, cerrando de una santa vez la carpeta estatutaria. Y también le diré que hay algo muy importante que no está funcionando: los fondos europeos no están llegando a la empresa y sociedad vasca. Y tercero, abrir un acuerdo para lograr un nuevo estatus.

–¿Y realmente se respira un ambiente político propicio para llegar a un consenso en esta materia? Hay posiciones antagónicas entre los partidos.

–No va a ser fácil, pero es una cuestión de voluntad política. Tenemos pactado con Sánchez un documento que habla de un nuevo estatus, no de un nuevo Estatuto a pesar de lo que diga Andueza. Y, además, tenemos dos documentos, con EH Bildu por un lado y con el PSE y Podemos por otro. En ellos hay elementos de discrepancia pero hay otros muchos en los que se comparte literatura e incluso articulado. Y todos estos mimbres hay que ponerlos encima de la mesa.

–En todo caso, ¿cuál sería la primera medida que pondría en marcha como lehendakari?

–Como mi prioridad es Osakide- tza, mi primera medida será llamarle a los partidos, a los sindicatos, a los colegios de médicos, enfermeras, pacientes, a la propia Universidad, para convocar una mesa en la que acordar desde el consenso cuáles son las medidas a corto y, sobre todo, a medio-largo plazo para llevar a Osakidetza a ser un gran sistema de salud y de referencia en Europa.

–¿Y cuál es la medida más urgente que se debe poner en marcha para curar a Osakidetza?

–La Atención Primaria fundamentalmente y una reducción de las listas de espera. Son los dos elementos clave desde el punto de vista del corto plazo.

–Uno de los grandes proyectos que ha propuesto para Gipuzkoa es 'Anoeta Berri'. ¿Cuándo se pondría en marcha en caso de que llegue a la Lehendakaritza?

–Así es, Donostia tiene la oportunidad de tener el complejo deportivo más importante de Euskadi y uno de los más importantes de Europa. Y lo que querría hacer es que en los primeros seis meses del Gobierno podamos acordar con el Ayuntamiento y la Diputación la manera de financiarlo.