«Diremos no a gobiernos con el PNV porque defendemos modelos de país antagónicos»

– Tras la ruptura con Elkarrekin Podemos habrá dos papeletas de la izquierda confederal el 21-A. ¿Hay sitio para los dos partidos en el Parlamento?

– Sumar es una coalición de cuatro partidos –Sumar, Ezker Anitza-IU, Berdeak-Equo y Más Euskadi– y no somos referencia con una unión de más de 20 formaciones en el Estado. Tenemos claro que el futuro de la izquierda confederal está en Sumar. No creo que dependa de si hay sitio para todos. Este es un proyecto a futuro con una vicepresidente del Estado y cinco ministerios.

– Sumar no logró ningún escaño en las elecciones gallegas y las encuestas marcan un resultado de entre tres y ningún asiento. ¿Están preocupados?

– No tuvimos buenos resultados en las elecciones gallegas, pero tampoco podemos hacer una comparativa con Euskadi, porque no son los mismos escenarios. Allí cabía la posibilidad de un cambio real para que no gobernase el PP. En Euskadi la izquierda confederal siempre ha tenido un espacio sólido y fuerte en el Parlamento Vasco.

– Habrá quien dude entre votar a Sumar o a Elkarrekin Podemos. ¿En qué se diferencian?

– No creo que haya que entrar en comparativas programáticas. En Sumar sabemos gobernar porque lo hemos demostrado en el Estado. Dijimos que íbamos a subir el salario mínimo y lo subimos. No puede ser que los salarios en Euskadi no se adecuen a la economía del territorio. Es el momento de trabajar menos y cobrar más.

– Osakidetza es una de las principales preocupaciones de la ciudadanía. ¿Qué propone para mejorar el sistema público de salud?

– No es casualidad que un tercio de la plantilla sea temporal y que los servicios estén privatizados y externalizados. Desde las limpiadoras y comedores, hasta las pruebas diagnósticas o los abortos. En Euskadi el 95% de los abortos se practican en clínicas privadas. Este es el modelo del PNV y PSE. Nosotras proponemos blindar un presupuesto para la sanidad pública, reforzar las contrataciones y mejorar las condiciones de trabajo. También hay que reforzar la atención primaria porque debe ser el alma del sistema sanitario publico. Este gobierno se la ha cargado.

– ¿Y que propone para la vivienda?

– Es un tema que me preocupa porque vivo desde hace muchísimos años de alquiler. Es un drama como están los precios en las ciudades y capitales de Euskadi, pero también en las zonas rurales. Hay muchos pueblos en los que no se ofertan pisos de alquiler. El Gobierno Vasco ha tenido la potestad en materia de vivienda y tiene una ley desde el año 2015 metida en un cajón. Nosotras proponemos de manera urgente detectar las zonas tensionadas y topar los precios. Además, movilizaremos el parque público de vivienda de alquiler. Estamos a la cola de Europa.

– ¿Si el PNV y PSE no logran la mayoría absoluta les ofrecerían sus votos para la investidura?

– Habría que ver qué sucede. No me aventuro a decir nada porque no sabemos que va a pasar hasta el 21 por la noche. Lo que tengo claro es que Sumar va a ser la fuerza fundamental en el Parlamento para empujar al verdadero cambio de ciclo político y culmine en un gobierno de izquierdas.

– ¿Eso quiere decir que estarían en un gobierno con EH Bildu?

– Me resulta difícil con decir con quién sí sin hablar del para qué. Hay elementos comunes con el programa electoral de EH Bildu, pero también hay diferencias. Toda la ley de educación, por ejemplo. Ellos no abogan por la por la educación pública. Lo que tengo claro es con quién no estaríamos. Un rotundo no al PNV, porque defendemos modelos de país antagónicos. Con el resto de actores habría que ver de qué estamos hablando.

– ¿Qué le parece que Otxandiano tienda su mano al PNV para llegar a acuerdos de país?

– No lo puedo entender. A mí, como izquierda confederal, plantear un gobierno con quienes son responsables de la privatización de la sanidad pública, de haber hecho la vivienda un bien de mercado, de que las condiciones de trabajo en la administración pública sean demenciales o con quien tiene un modelo de país para unos pocos se me hace difícil. No comprendo cómo una fuerza que se reivindica de izquierdas propone estas fórmulas.