Las ventas de Gipuzkoa a Alemania, Francia y EE UU caen por primera vez por los aranceles
La incertidumbre y la caída del dólar golpean al comercio exterior, que modera su crecimiento al 1,6% entre enero y mayo, antes de la entrada en vigor del nuevo acuerdo
Las políticas arancelarias erráticas de Donald Trump han dejado de ser una amenaza latente para convertirse en una pieza estable -y perturbadora- del tablero ... económico global. El acuerdo firmado en Escocia entre el presidente estadounidense y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, consagra esa nueva realidad: la Unión Europea capitula para aceptar un arancel general del 15% sobre la mayoría de sus ventas al otro lado del Atlántico, un pacto que entrará en vigor el próximo 7 de agosto. La medida pone fin a una escalada comercial que amenazaba con agravarse, pero lo hace cediendo terreno puesto que consolida una relación desigual que inquieta especialmente a la industria vasca, profundamente abierta y de vocación exportadora.
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En este nuevo escenario, la economía guipuzcoana comienza a adaptarse a la incertidumbre. Entre enero y mayo (los últimos datos), las exportaciones crecieron un 1,6%, impulsadas casi en exclusiva por un pedido puntual a Emiratos Árabes Unidos que disparó las ventas un 850%, hasta los 135 millones. Estas cifras aún no recogen el impacto del nuevo acuerdo comercial entre la UE y EE UU. Hasta entonces, las ventas europeas soportaban un 10% general, un 25% en automoción y un 50% en acero y aluminio. En cualquier caso, por primera vez desde la pandemia caen a la vez las ventas internacionales a Francia, Alemania y EE UU, los tres primeros compradores de la industria guipuzcoana, con una pérdida conjunta de 75 millones y un descenso del 7%.
En concreto, en los primeros cinco meses del año, las exportaciones al país galo han descendido un 6,3%, a Alemania un 7,1% y a EE UU un 0,8%. Aunque las cifras no son dramáticas -pasan de 1.058 a 983 millones de euros-, sí reflejan una vulnerabilidad más profunda: buena parte de lo que Gipuzkoa vende a las dos principales economías europeas termina ensamblado al otro lado del Atlántico y, por tanto, afectado también por los derechos aduaneros de la administración estadounidense.
Frenazo preocupante
La evolución de la relación comercial con Estados Unidos confirma el cambio de ciclo. En 2022, EE UU era el cuarto destino exterior de Gipuzkoa. En 2023 ascendió al tercero, con un alza del 9,4%, y en 2024 creció otro 11,9%, impulsado por la recuperación postpandemia y la fortaleza del dólar. Pero en lo que va de 2025, el crecimiento se ha detenido. Las ventas caen un 0,8%, lo que, aunque leve, anticipa un posible cambio de tendencia. En el caso de Alemania y Francia, la desaceleración es aún más evidente. Las exportaciones a Francia -históricamente el primer cliente exterior- ya bajaron un 2,1% en 2024, tras caer un 9% en 2023. Y las ventas a Alemania, que tocaron techo en 2023 con más de 1.000 millones, encadenan dos años de descenso, perdiendo más de 70 millones en el último ejercicio completo.
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A esa ralentización en los dos grandes motores europeos se suma otro factor que erosiona la competitividad exterior: la caída del dólar frente al euro, que en lo que va de año ha superado ya el 10%. Esta evolución del tipo de cambio penaliza a las empresas exportadoras vascas, como reconocen a este periódico, que venden en dólares pero producen en euros, encareciendo sus productos en el mercado estadounidense.
Uno de los informes que mejor permite dimensionar el posible impacto del proteccionismo estadounidense es el elaborado por Laboral Kutxa. Aunque finalmente el arancel generalizado se ha fijado en un 15%, el estudio advertía de que si esa tasa se elevaba al 20% y el coste se trasladaba íntegramente al mercado, el PIB vasco podría caer medio punto porcentual en dos años, con una pérdida acumulada de casi 500 millones de euros. En un escenario más extremo, con aranceles del 50%, el retroceso superaría los 1.200 millones. Aunque esa hipótesis se aleja, el marco comercial sigue siendo inestable, y empresas guipuzcoanas con presencia en EE UU trabajan con intensidad en acuerdos con clientes para compartir el sobrecoste arancelario, como señalan varias a este periódico.
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Enfriamiento inversor
Cabe recordar que el nuevo acuerdo con Washington -fuertemente criticado- no incluye una reciprocidad equivalente: los productos estadounidenses seguirán entrando en Europa sin un arancel generalizado. Además, se mantiene un gravamen del 50% sobre el acero y el aluminio europeos, y el arancel del 15% se extiende a sectores clave como la máquina herramienta, el material eléctrico, las manufacturas metálicas. La automoción, eso sí, pasa del 25% al 15% en una decisión en la que las presiones desde Alemania han tenido mucho que ver. Solo en Gipuzkoa, ese sobrecoste se traduce ya en un impacto directo estimado de más de 125 millones de euros, según la aplicación directa del arancel al volumen de exportaciones del territorio a EE UU, que en 2024 rozaron los 830 millones.
Mientras tanto, fuentes industriales con fuerte presencia internacional alertan de un enfriamiento evidente en las decisiones de inversión, especialmente en el sector metalúrgico y de máquina-herramienta. «No se trata solo de si exportas o no a EE UU. El clima general es de cautela. Y cuando hay incertidumbre, se frena el gasto en nuevos equipos». Esta parálisis se traduce en contratos que no se firman, renovaciones de maquinaria que se aplazan y proyectos que quedan en barbecho hasta que el panorama se aclare. Una prudencia que, por ahora, no se refleja con la misma fuerza en los balances, pero sí en la cartera de pedidos. El acuerdo, no obstante, ha evitado una escalada mayor. Trump, entre otras muchas amenazas, había señalado que elevaría los aranceles a la UE al 30%.
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