Euskadi pierde 6.200 empleos en la industria por el Covid y vuelve a niveles de hace 5 años
El sector, muy castigado por la aeronáutica y la incertidumbre generada por la pandemia, echa por tierra el último lustro de la recuperación
El año del Covid ha dejado profundas cicatrices en todos los ámbitos de la economía y el mercado laboral es un termómetro adecuado ... para calibrar las consecuencias. Ha habido muchos oficios afectados debido a la paralización de la actividad en el confinamiento, que acabó siendo una losa demasiado pesada pese a que en verano se produjera un repunte general. Con todo, el otoño y las restricciones de la segunda ola han acabado siendo el remate de un ejercicio para olvidar.
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A la hora de poner la lupa en los diferentes sectores, la mayoría de las lecturas se centran en la hostelería, sin duda la gran damnificada con la pérdida de 6.854 afiliados en Euskadi por la pandemia, según los últimos datos dados a conocer esta semana por el Ministerio de Empleo y Seguridad Social. Pero la herida sufrida por la industria no es desdeñable con la destrucción de 6.248 puestos de trabajo en 2020.
LA CIFRA
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22.304 vascos estuvieron sujetos a un ERTE en abril en el ámbito industrial, según datos proporcionados por Lanbide. En ese mismo mes, según la misma fuente, había 22.480 en el comercio y 21.395 en hostelería.
Euskadi cierra el año con 144.551 personas en el sector manufacturero y vuelve a niveles de hace cinco años, cuando había 142.746 trabajadores. Desde 2014, cuando el País Vasco tocó suelo en este sector debido a la resaca de la crisis anterior con 140.152 cotizantes al sistema, la comunidad autónoma se había recuperando con vigor al compás de los prósperos ejercicios económicos. Así, en 2016 había 146.331 afiliados; en 2017, 149.375; en 2018, 150.926 y en 2019, 150.799.
La máquina-herramienta espera un primer semestre difícil pero una recuperación a partir del mes de junio
El virus se ha cebado especialmente con un subsector, el aeronáutico, profundamente castigado por las limitaciones de la movilidad en todo el mundo que han provocado que el turismo se haya paralizado de golpe. Aquí, en Euskadi, empresas importantes como ITP Aero, Aernnova o Alestis han anunciado despidos ante la parada productiva producida por las restricciones a los desplazamientos en avión.
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Tal y como aseguró a este periódico Patxi Sasigain, director de Competitividad e Innovación de Adegi, la máquina-herramienta es otro de los subsectores que ha sufrido el zarpazo de la epidemia debido a que exige inversiones y ésa es una variable que se complica en un contexto de incertidumbre. Una compañía señera de Gipuzkoa explica que «el 90% del personal es fijo» en este ámbito y que los que hayan perdido el empleo se concentran «alrededor de la cadena de suministro como la calderería o los talleres de subcontratación y también con las personas en prácticas y que presentan proyectos de fin de carrera».
Las mismas fuentes agregan que la máquina-herramienta se rige en base a dos conceptos: la captación y la actividad. El primer aspecto tiene que ver con los contratos y el segundo, con la facturación. El decalaje suele ser de «entre 6 y 8 meses». El primer impacto de la pandemia llegó a este sector en el confinamiento, cuando el número de contratos se estancó, y en cambio en el segundo semestre se produjo «un repunte».
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Confiar para invertir
La máquina-herramienta espera que el primer semestre de 2021 sea difícil para recuperarse en el segundo. «La inversión exige confianza y lo más importante es controlar la crisis sanitaria. La recuperación depende de eso», apostillan.
En perspectiva, la industria vasca ha perdido más de 60.000 trabajadores y casi un 5% de su peso en el PIB en la última década. Una evolución que denota el declive industrial que sufre la comunidad autónoma. Según datos del Instituto Nacional de Estadística, a mediados de los años 70 del siglo pasado el peso de la actividad industrial en el PIB vasco era del 49%; a principios del nuevo siglo descendió al 31% y, en 2007, al 29%. Actualmente, es del 24,6%.
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ELA censura el proceso de «desindustrialización» y pide al Gobierno Vasco que aclare su política
Confebask, que ha declinado valorar estos datos, aportaba en una ocasión anterior las claves que explicaban las causas de este bajón. Pablo Martín, responsable de economía de la patronal vasca, citó tres principales: el aumento de la productividad, la servitización y la terciarización de la economía. Es decir, «somos más productivos con menos gente». En segundo término, la estrategia empresarial que consiste en ofrecer servicios vinculados a un producto, la citada servitización, es otra causa que influye en la pérdida de peso del empleo tradicionalmente industrial. Y, finalmente, la terciarización que viene sufriendo la economía en los últimos años, con el sector Servicios ganando fuerza frente a las demás actividades, también es una «tendencia generalizada» en Euskadi.
Crítica sindical
Desde el ámbito sindical, la lectura es crítica. Unai Martínez, secretario general de la Federación de Industria y Construcción de ELA, censura el proceso de «desindustrialización paulatina» que vive Euskadi desde hace años con un «goteo constante» de pérdida de empleo y cierres de empresa que el Covid ha agudizado. En su opinión, «cuesta recordar» apuestas industriales recientes en la comunidad autónoma y recalca que mientras que en épocas buenas se dan «pasitos cortos» en creación de empleo, los ajustes «son duros» en situaciones de crisis como la actual.
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La destrucción de empleo que se basa en los datos choca, desde su punto de vista, con la carga de trabajo del sector. Desde ELA consideran que es «optima», aunque prefieren no pronosticar el rumbo de la economía en 2021 habida cuenta del carácter imprevisible de la pandemia. Eso sí, interpelan directamente al Gobierno Vasco para que aclare «cuál es su política industrial y sus apuestas de futuro. Con más razón, ahora que está en juego el destino de los fondos europeos. Hay que acertar con ello para que los réditos duren décadas».
Lanbide destina dos millones para formar a parados por el virus
Cada vez que una crisis sacude la economía hay una serie de colectivos que sufren especialmente. Desde Lanbide han destinado dos millones de euros en los Presupuestos del Gobierno Vasco –serán otros dos en 2022– para formar a desempleados de sectores que están padeciendo dificultades a consecuencia de la pandemia. Fuentes del servicio vasco de empleo agregan que se trata de ayudar a colectivos como el formado por los mayores de 50 años, jóvenes y mujeres. Las mismas fuentes añaden que también se destinará un millón de euros para fomentar la incorporación de las mujeres en sectores masculinizados, generalmente relacionados con los puestos más técnicos de la industria.
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