El aluvión de bajas médicas por la variante Ómicron tensiona el día a día de las empresas vascas
El auge de los contagios por la variante Ómicron y la 'autogestión' de los permisos laborales eleva la tensión en el tejido productivo de Euskadi
JULIO DÍAZ DE ALDA
san sebastián.
Miércoles, 12 de enero 2022, 06:39
La sexta ola de la pandemia de Covid, protagonizada por una variante del virus, la Ómicron, que se ha demostrado tremendamente expansiva, está impactando ... de lleno también en el tejido productivo vasco. Sin datos cerrados, pues la virulencia de la enfermedad ha sobrepasado todas las previsiones y ha empujado a una suerte de autogestión de las bajas laborales que está complicando cualquier análisis, lo cierto es que el creciente númedo de confinamientos está tensionando a las empresas. Aún así, la tónica general es que, por ahora, esta empinada cuesta de enero es llevadera y no está generando paradas en la producción industrial o cierres de comercios.
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La flexibilidad se impone para manejar una situación que se complica por días y que, según el presidente de Confebask, Eduarzo Zubiaurre, se está convirtiendo en «un gran problema», sobre todo «en las empresas más pequeñas». «Cuando las bajas son largas, son más sencillas de reemplazar, pero no es fácil ante una de cinco días. Por lo tanto, lo que están haciendo las empresas es adaptarse», dijo el empresario eibarrés en una entrevista a la televisión pública vasca.
El dato
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10% de las plantillas efectado por Covid. Ese es, 'grosso modo' y a falta de datos oficiales y definitivos, el impacto general que parece estar causando el Covid en Euskadi. Extrapolando información de Mutualia a cierre de 5 de enero, habría más de 40.000 trabajadores afectados.
Mientras se espera que la cima de retiros domiciliarios por el virus se alcance en unos días, desde el Grupo Mondragón se explica que «si en un mes normal, nuestro sistema de Lagun Aro gestiona unas 1.600 bajas por incapacidad temporal, en diciembre esa cifra se elevó a 2.100, un tercio más». Ahora bien, resaltan desde la Corporación, «lo importante es que no se han roto las cadenas de producción». «Estamos tirando de bolsas de horas, de flexibilidad y del esfuerzo de la gente; estamos acostumbrados a hacer estas cosas», apuntan, para matizar a continuación que este golpe «creemos que va a ser algo coyuntural». De otra parte, el grupo explicó que «Eroski, que se jugaba mucho en la campaña de Navidad, tuvo que tirar en ocasiones de la gente de oficinas para que echara una mano en las tiendas, pero sin cerrar nunca ningún establecimiento».
«Estamos soportando un alto número de bajas, aunque parece que hemos llegado al pico máximo. Hemos hecho un gran esfuerzo para garantizar el servicio y, salvo algún caso puntual en el que nos hemos visto en la necesidad de adelantar el cierre, los supermercados han funcionado con normalidad», detallan desde Uvesco (BM y Súper Amara). «Para cubrir las ausencias, contamos con personal de refuerzo y también con el esfuerzo extraordinario de nuestros profesionales. Lo que está claro es que lo vivido nos debe llevar a prever un futuro incierto en el que se podrán dar otras crisis y para lo que deberemos estar preparados», añaden.
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Las claves
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Cooperativas Mondragón reconoce que las bajas han crecido un tercio pero «no se ha roto la cadena de producción»
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Nuevas condiciones La incertidumbre se ha instalado en las empresas, que han de lidiar con un marco muy cambiante
El director general de la Cámara de Comercio de Gipuzkoa, Javier Zubía, explica que en la propia institución cameral el porcentaje de bajas por Covid es del 10%. «Es un porcentaje que coincide con lo que nos están diciendo las empresas, que es verdad que están preocupadas», dice.
'Parte de Guerra'
«La cuestión –resalta– es que hay que gestionar equipos y personas en un entorno cambiante; lo cierto es que cada mañana se analiza el 'parte de guerra' en las oficinas y las fábricas de Gipuzkoa». «Creo que es conveniente esperar aún unos días para poder analizar con perspectiva y detallle todo esto», concluye Zubía.
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Javier Bagües, gerente del Grupo Gorla (Opel, Mercedes, Peugeot, Ford, Toyota y Citroën), asegura que hay «una barbaridad de bajas por Covid, que vienen de un día para otro y que te descuadrán todo». «La incidencia en nuestro grupo es del 7% o el 8%, y creo que el conjunto del sector está igual», apunta el también presidente del área de ventas de la Asociación de Empresarios de Automoción de Gipuzkoa (AEGA). «Llevamos dos años malos y, la verdad, esto ya es como una tormenta perfecta», lamenta.
En la consultora donostiarra Norgestión se está viviendo este momento «con bastante normalidad», señala Patxi Mendizabal, su director de márketing. «Sí nos obliga a estar encima, pero no estamos teniendo problemas con clientes ni nos está afectando alnegocio», asegura. Tampoco parece haber grandes problemas en la construcción guipuzcoana, según el presidente de la la patronal (Ascongui), Txema Muñoz, «las bajas afectan a entre el 10% y el 15%, pero se han centrado en el final de diciembre y el arranque del año, cuando muchas empresas están de vacaciones; no se han parado las obras».
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Kino Martínez, secretario general de Hostelería Gipuzkoa, apunta que «no se están bajando las persianas», para lo que habría ayudado el que «en enero se suelen cerrar los restaurantes y los bares en buena parte de la la provincia y en la gran restauración».
«En Donostia, son los propietarios los que están echando el resto, junto con algunas contrataciones», dice, mientras explica que diciembre, con muchísimas cancelaciones de cenas y comidas, «fue muy malo y el sector está ya cansado».
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La gerente del Hotel de Londres, Elena Estomba, explica que la empresa está «resistiendo», aunque en un momento malo para el sector, y que «como no hay contagios en el hotel no suelen coincidir las personas de baja en un mismo departamento». «Tenemos que incorporar la incertidumbre a nuestras vidas y adaptarnos», concluye.
«Los autónomos van a tener que elegir entre quedarse en casa o comer»
La responsable de la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA) en Euskadi, Silvia Martínez, denunció ayer en declaraciones a la situación del colectivo. Unas personas que, afirmó, «tal y como está este asunto de las bajas, va a tener que elegir entre poder comer o quedarse en casa, y somos de trabajar aunque sea con la cabeza colgando».
«La situación es un horror, y para los autónomos, aún más, pues muchas veces la única salida es cerrar». «No te puedes acoger al cese extraordinario de actividad, y todo esto nos llega, por ejemplo en la hostelería, después de los cierres de Navidad y los pasaportes Covid», añade Martínez, que denuncia por otra parte que «la cotización por ingresos reales es otra promesa inclumplida del Gobierno».
De otra parte, el presidente de la Federación Mercantil de Gipuzkoa, Julen Maíz, explica que «las bajas se están supliendo por los propietarios de los negocios o por sus familiares, y que los cierres son los menos».
«No hay alarma, y hay que recordar que los comercios del territorio son lugares seguros, pero eso no significa que no estemos atravesando un momento complicado, no, lo siguiente», añade. Maíz, que prevé que pueda haber algunas contrataciones para las rebajas, reconoce que «la angustia» es mayor en sectores como el textil o el calzado, «que no han tenido un buen mes de diciembre».
«La angustia viene de otras cosas; de las deudas y las pérdidas acumuladas, de los créditos que hay que empezar a pagar...», afirma mientras sugiere dar «apoyo psicológico a los empresarios ante su hastío por la crisis».
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