Statkraft recurre a Mondragon Corporación para «socializar» entre la población sus dos parques eólicos en Gipuzkoa

Los dos parques eólicas cuya construcción tramita ya la empresa pública de Noruega, que buscan desarrollar proyectos renovables en Euskadi en plena crisis energética, se han encontrado con cierta contestación social en Gipuzkoa por su impacto ambiental en el monte. Y ello pese a que algunos ayuntamientos concernidos en manos de EH Bildu, en este caso Azpeitia o Zestoa, se han mostrado receptivos a los proyectos, pese al rechazo de parte de su base social, siempre que Statkraf se comprometa a revertir en la zona los beneficios de los parques eólicos. El Gobierno Vasco, por su parte, sí está dando cobertura a esta empresa para desarrollar las energías limpias en el País Vasco.

Ambas compañías trabajarán conjuntamente en la definición y ejecución de una fórmula que enfoque los desarrollos a la utilidad para la sociedad en la que se implantan

Krean, integrada en Mondragon Corporación, llevará a cabo el proceso de socialización industrial y ciudadana de estas dos instalaciones renovables, asentando un modelo que aspira a dar sentido ambiental y social a los proyectos renovables en Euskadi, y haciendo que la sociedad vasca los sienta como propios

Para la socialización ciudadana, el acuerdo contempla la creación de una red de comunidades energéticas locales, adaptando su desarrollo y puesta en marcha a los procesos sociales que se vayan impulsado en torno a ambos proyectos

En virtud de estos acuerdos, las dos compañías promoverán unidas Itsaraz y Piaspe, trabajando conjuntamente en la definición de una estructura jurídica y económica que permita la combinación de los parques eólicos con industrias, entidades públicas locales y ciudadanos.

Statkraft destaca que «se inicia así una nueva etapa para los proyectos eólicos en Euskadi» con una iniciativa que «busca dialogar e integrar a la sociedad para que los impactos sean los adecuados, la propiedad sea compartida, y el consumo sea local».

Itsaraz y Piaspe prevén dotar de energía limpia y autóctona a 68.000 familias. En concreto, Itsaraz se ubicaría en la frontera entre Araba, Bizkaia y Gipuzkoa, -entre los municipios de Aramaio y Eskoriatza-, y contaría con una capacidad de 60,4 megavatios (MW) de potencia. Piaspe, en Gipuzkoa, entre los municipios de Azpeitia, Errezil y Zestoa, contaría con una capacidad de 33 MW.

La puesta en marcha de estas dos instalaciones supondría una inversión conjunta estimada superior a los 90 millones de euros y comenzarían a producir energía limpia, asequible y autóctona para el territorio en 2027.