«Los próximos meses serán duros, con noticias malas en alguna empresa de Gipuzkoa»

Larrañaga reconoce que el panorama empresarial -como ya está a la vista en otros lugares de Euskadi- se presenta complicado y espera que la cultura de la reinversión del territorio sirva de chaleco salvavidas a un tejido productivo en el que veremos malas noticias y para el que recomienda fusiones y alianzas para sobrevivir.

- ¿Cómo ve usted a nuestro tejido empresarial, ahora que empezamos a ver despidos en empresas cercanas y hasta el Gobierno Vasco adelanta que habrá más malas noticias?

-Es una realidad que hay sectores que sufren más que otros. En general, la economía guipuzcoana tiene mucho que ver con la inversión, como en los bienes de equipo, la máquina-herramienta o la automoción. Y para que eso funcione es necesario un nivel de confianza. Hoy todavía el Covid pega fuerte en todo América de arriba a abajo. Hasta que se restablezca la confianza… Los próximos meses van a ser duros, vamos a tener noticias malas, pero contamos, en general, con empresas bien capitalizadas y que han reinvertido, no como en otras partes. Ya en 2008 vimos claramente la capacidad de absorción de la crisis que da esa filosofía. Si sumamos los balances de todas las empresas de Gipuzkoa, el 51% del pasivo son fondos propios. Eso nos da una capacidad de aguante gestada durante años y en silencio.

-Entiendo que esas malas noticias serán en empresas guipuzcoanas…

-Estamos trabajando con ellas. Tenemos un seguimiento y tratamos de estar cerca. La realidad hay que mirarla empresa a empresa. Los niveles de actividad se irán recuperando poco a poco. Mientras tanto es importante aguantar y mostrar esa resistencia que ya se ha demostrado antes. Es difícil resistir y transformarse, pero lo saben hacer. A pesar de que podemos tener noticias negativas, soy optimista. Y para eso es esencial el reconocimiento social y público al que genera riqueza haciendo un enorme esfuerzo.

-¿Hay empresas guipuzcoanas ya en problemas?

-La crisis ha sido muy intensa y rápida. Y si ha habido algo positivo ha sido que se han tomado decisiones muy rápidas, como los avales o los ERTE. Esa financiación va a permitir aguantar hasta final de año.

-¿Y cuando a caben los ERTE?

-Lo importante es aprovechar este tiempo para ver la viabilidad y, en su caso, la posibilidad de llegar a acuerdos o hacer operaciones corporativas para cuando nos quiten el analgésico en el primer trimestre de 2021.

-¿Hay que alargar los ERTE?

-Son una medida muy buena pero tienen un coste elevado. Las finanzas públicas van a condicionar ese tiempo. Seguro que se mantendrán hasta el límite de las posibilidades, pero es algo temporal. Hay que diferenciar entre quienes pueden y no pueden recuperar su velocidad de crucero.

-¿Teme que los rebrotes echen todo por tierra? ¿Aguantaríamos otro confinamiento?

-Tenemos que mantener la alerta en lo sanitario y ser responsables. Espero que estos últimos días hayamos aprendido algo y tengamos cierta disciplina. Esto va de corresponsabilidad. Un segundo confinamiento sería un drama.