José Luis Larrea: «La OPA de MásMóvil sobre Euskaltel entra en la lógica de la evolución de los mercados»

– ¿Qué opinión le merece la compra de Euskaltel por MásMóvil?

– Es una operación que entra dentro de la lógica de la evolución de los mercados, así como del contexto y del entorno en el cual Euskaltel lleva jugando hace ya unos cuantos años. Por tanto, este movimiento era de esperar dentro de esa manera de entender el proyecto empresarial en el que se encontraba la compañía, cotizando en Bolsa y con firmas de capital riesgo como accionistas de referencia. Esas son las reglas en el tipo de partido que hace unos años decidió jugar.

– ¿Pero, es una operación positiva o negativa?

– Desconozco lo detalles, así que no me parece ni bien ni mal, pero sí lógica.

– Poco queda de aquella Euskaltel de la que usted fue primer presidente...

– Han pasado veinticinco años. Cada valoración hay que situarla en su contexto. Euskaltel nació y creció inmersa en una lógica de país, con un impulso público importante, buscando a su vez un equilibrio con lo privado. Este escenario ya hace unos cuantos años que cambió pero, insisto, no voy a decir si a mejor o a peor, pero es cierto que es muy distinto.

– ¿Cómo recuerda los inicios de la compañía?

– Era un momento en el que se liberó el sector de las telecomunicaciones, una época muy interesante, un poco parecida a la que se vive ahora. Se acababa de sacar la licencia de telefonía móvil, Telefónica había abandonado el monopolio en 1996, estaba el tema de la televisión por cable, comenzaba explotar internet... Se estaban produciendo cambios muy profundos y ahí hubo una opción clara con impulso público para jugar ese partido. Así nació un proyecto muy imbricado en nuestra cultura y una manera de hacer las cosas. De hecho, los primeros eslóganes jugaban un poquito con eso: 'Lo que nos une, Euskaltel'.

– No cabe duda de que la compañía impactó en el mercado y en la sociedad...

– Fue un proyecto tremendamente innovador y a contracorriente, porque éramos muy pequeños y no teníamos casi nada, en un mundo donde todas las empresas eran muy grandes. Pero ahí estuvimos. Fuimos los primeros en aunar en la oferta la televisión, la telefonía fija, la móvil e internet. Ahora esto nos parece lo más normal del mundo, pero en aquellos momentso no lo era.

– ¿Se ha perdido el arraigo como seña de identidad?

– Esta empresa nació desde el arraigo. A partir de ahí empezó a crecer y crecer. Hay que velar por mantener el arraigo. Imagino que estarán velando por ello los accionistas que quedan desde el principio. Evidentemente, en un mercado globalizado, en el que estás disputando un partido donde los jugadores se mueven a otro nivel, este objetivo plantea sus dificultades.

– ¿Siente nostalgia de aquella Euskaltel?

– No lo llamaría nostalgia. Lo que siento es un gran orgullo cuando pienso en aquella Euskaltel que presidí. Y lo dejó ahí.