Honda preocupación en Euskadi

El País Vasco es, con diferencia, la comunidad más perjudicada por los aranceles de Trump, del 25% para el acero y del 10% para el aluminio. De los cerca de 400 millones que se exportan desde España en estos capítulos a Estados Unidos, 250 corresponden a Euskadi, más de la mitad. Hay empresas vascas especialmente vulnerables, como Tubos Reunidos, que vende el 46% en EE UU. Y además de este efecto directo, preocupa que Europa se inunde de productos de terceros, con la caída de precios correspondiente. Sin olvidar que el presidente estadounidense ha amenazado con atacar después otro sector tan estratégico como el del automóvil. De ahí que ayer se sucedieran en el territorio las manifestaciones de inquietud y de censura, a la vez que se instaba a la UE a responder con rapidez.

El lehendakari, Íñigo Urkullu, que visitó la empresa HA Ilarduya por su centenario, calificó la imposición de los aranceles como una «mala noticia» y aseguró que Euskadi apoyará la postura y las medidas que adopte la Unión Europea para «defender la actividad económica y el empleo» en el sector -un centenar de empresas, con 16.000 trabajadores y una facturación de 4.500 millones de euros-. Confebask, por su parte, pidió a la UE que dé una respuesta «rápida, unitaria y proporcionada».

Aunque se aplaude la decisión de la UE de responder a Trump con una política de ojo por ojo, lo que se reclama con más urgencia desde el sector es que se apliquen con suma celeridad las medidas de salvaguardia prometidas para frenar una avalancha de acero en Europa. «Esperemos que se concreten para finales de este mes. Se anunciaron a finales de marzo, pero el asunto se ha complicado. Ha habido más de 3.000 declaraciones de partes interesadas», explica Andrés Barceló, director general de la asociación siderúrgica española Unesid. «Lo más importante es que se actúe con agilidad en este sentido», coincide Asier San Millán, director del clúster vasco Siderex, que mira con temor a lo que pueda venir de Turquía, India o China.

Euskadi es la comunidad más afectada y Tubos Reunidos la empresa más perjudicada. Según los datos de la compañía, en el primer trimestre las ventas a Estados Unidos supusieron un 46% del total, una facturación que se centra en tubos para la extracción de petróleo y que aumentó un 26%. En este empuje reside las esperanzas de la firma. «La demanda en el sector crece a un ritmo del 10%. Confiamos en que suban los precios y se absorba el arancel de Trump», explican fuentes del grupo. La empresa se recuperó un 1,8% en Bolsa, después de un batacazo del 6,7% el día anterior. Acumula una caída del 72% en un año por su delicada situación.

Las plantas de ArcelorMittal en Bergara y Olaberria también exportan una parte de sus perfiles a EE UU, pero aseguran que no es clave. En otras compañías como Sidenor o Tubacex el impacto es marginal. Sin embargo, esta última compañía teme por el efecto de las medidas de Trump contra Irán, país con el que firmó un contrato de 500 millones de euros. Y falta por ver qué pasa con el automóvil.