Gipuzkoa se arma para la 'guerra' de las baterías
Electromovilidad. Los centros tecnológicos del territorio aceleran sus investigaciones para que la industria sea capar de competir en la 'revolución' del vehículo eléctrico
El vehículo eléctrico ha dejado de ser un futurible para convertirse en una realidad. Bien es verdad que todavía las ventas de automóviles de combustión ... ganan por goleada, pero la tendencia ya está cambiando y es imparable. La industria guipuzcoana, líder en la fabricación de componentes para vehículos de gasolina y diésel, está obligada a llevar a cabo una profunda transformación para no quedarse en la estacada. En este cambio revolucionario emerge un elemento esencial, las baterías eléctricas, que han provocado una verdadera 'guerra' internacional, estatal y local para hacerse con su fabricación.
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Gipuzkoa se está armando para dar la batalla con el centro de electromovilidad Mubil como entidad señera, aunque todavía se encuentra en fase de rodaje en su sede provisional de Tolosa. Donde ya se está jugando la partida a pleno rendimiento es en los tres centros tecnológicos del territorio que investigan para que nuestra industria pueda competir en este nuevo y gigantesco negocio. A sus responsables trasladamos, entre otras, dos preguntas relevantes: ¿Estamos a tiempo de engancharnos a este tren? ¿La previsión de poner en marcha en Euskadi dos centros relacionados con las baterías, Mubil (Donostia) y Basquevolt (Miñano) es redundante?
Oscar Miguel, subdirector de Almacenamiento de Energía de Cidetec, afirma que Euskadi sabrá hacerse con una parte del pastel. «Es evidente que no somos los pioneros en el mundo de las baterías, pero eso no quiere decir bajo ningún concepto que no vayamos a jugar un papel relevante».
Cidetec
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Plantilla 200 personas. La división cuenta con 90 especialistas.
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Facturación 14 millones. La división en torno a 7,5 millones de euros, el 70% en el extranjero
Miguel destaca que Europa quiere impulsar una industria propia en parte para no depender de proveedores extranjeros, principalmente asiáticos, y en parte porque se busca que las baterías del futuro sean lo más limpias posible. Además, afirma que la expansión de los vehículos eléctricos e híbridos es un hecho, máxime ante una legislación europea que impulsa el cambio.
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El directivo de Cidetec subraya que este escenario conlleva que haya «muchísimas oportunidades de posicionarse, porque Euskadi cuenta con un potente tejido industrial y una red de centros de investigación y universidades particularmente fuerte en almacenamiento de energía».
Cidetec desarrolla tecnología y prototipos para toda la cadena de valor, es decir, desde los materiales y las celdas (pilas individuales), hasta las 'battery packs' (el cajón que contiene las celdas, la electrónica, el control térmico y la envolvente mecánica de protección).
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El centro cuenta en las dependencias provisionales de Mubil en Tolosa con un laboratorio en el que testear los prototipos de los componentes que hemos señalado. Allí se comprueba su comportamiento a alta y baja temperatura, la durabilidad, cómo se cargan y descargan las baterías, o la reacción ante vibraciones.
Miguel explica que en la sede central de Miramon «ya disponemos de laboratorios donde realizamos estos test, pero la actividad ha ido creciendo, así que necesitamos una ampliación. Hay que tener en cuenta que, además de realizar las pruebas para nuestros desarrollos, damos este servicio a empresas tanto nacionales como internacionales. Por ejemplo, trabajamos con Irizar Electromobility. Diseñamos y testeamos las baterías que ellos fabrican y montan en sus autobuses».
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El directivo de Cidetec asegura que entre Mubil y Basquevolt no se produce ninguna duplicidad. «Nosotros no somos fabricantes ni de baterías ni de celdas, aunque sí contamos con una planta piloto para producir estas últimas en pequeñas tiradas, con el objetivo de destinarlas a investigación, no para venderlas. Por tanto, no competimos con Basquevolt. Ellos, según tengo entendido, sí van a montar una fábrica de celdas a mayor escala para venderlas a clientes externos, es una historia distinta a la nuestra».
Experiencia industrial
Pablo Martínez, director de Automoción de Tecnalia, tampoco duda de que Euskadi tenga capacidad para jugar un papel relevante, siempre que se centre en sus elementos diferenciales. «Contamos con una gran experiencia industrial alrededor de la electrónica de potencia y la fabricación de componentes. Podemos ser un referente en la producción de 'battery packs', aunque quizá haya que hacerlo en base a celdas importadas de Asia, como es el caso de Tesla».
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Respecto a los dos proyectos emblemáticos del País Vasco, Mubil y Basquevolt, ambos incluidos entre los aspirantes a captar fondos en el plan europeo de reactivación 'Next Generation', señala que serán compatibles porque «el mercado en enorme y hay escasez de plantas en Europa».
Tecnalia tiene abiertas múltiples líneas de investigación en este ámbito. Martínez destaca el trabajo que desarrollan en el campo de los materiales avanzados para componentes de las celdas de las baterías y en un 'gemelo digital' que permite predecir su comportamiento. A su vez, investigan sobre el reciclado al final de su vida útil.
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Martínez considera que ya ha llegado la hora de la expansión de los vehículos eléctricos. «Es un hecho que prácticamente todos los fabricantes están acometiendo el cambio. Las estimaciones señalan que en 2030 entre el 40-50% de los vehículos podrían incorporar algún tipo de electrificación en la propulsión».
Tecnalia
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Plantilla 1.472 personas en total. El centro no especifica el personal dedicado a baterías.
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Facturación En 2019, último dato publicado, 115 millones de euros
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Clientes 7.800 empresas, el 75% pymes
Mercedes y VW
Igor Villarreal, responsable del área de Almacenamiento y Gestión de Energía de Ikerlan, también se muestra optimista sobre el posicionamiento de Euskadi ante este reto. «Estamos a tiempo de jugar un papel industrial relevante. España es el segundo país del mundo donde más vehículos se fabrican y en su entorno cercano no hay ninguna fábrica de baterías. Además –subraya Villarreal– aquí contamos con las plantas de Mercedes y de Volkswagen. Por tanto, es indispensable disponer de fábricas de celdas y de gigafactorías que utilicen esas celdas para producir baterías. El ecosistema industrial vasco tiene ante sí una gran oportunidad».
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Al igual que Miguel y Martínez, Villarreal considera que la revolución del vehículo eléctrico no tiene marcha atrás. «Estamos en la primera gran oleada. Se espera que la segunda venga en 2024 y tendrá bastante más fuerza que la anterior». Ikerlan se ha posicionado para formar parte de este cambio. Está investigando en la reducción del peso de las baterías; el control de la temperatura, una cuestión esencial en las recargas rápidas; la integridad electrónica; así como en el uso de algoritmos para la estimación del estado de baterías, con el objetivo de conocer cuánta energía queda para llegar a destino.
Ikerlan
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Plantilla Cincuenta personas en almacenamiento de energía
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Facturación El centro factura 23,8 millones, la división de almacenamiento 2,5 millones, el 30% en el extranjero
Ikerlan forma parte del Grupo Mondragon, lo que le permite trabajar muy pegado a las necesidades de la industria. Fruto de esta conexión es el desarrollo de una batería eléctrica en un proyecto liderado por Fagor Ederlan.
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