La flota pesquera estudia parar la próxima semana debido al alto precio del gasóleo
Los arrantzales han iniciado este viernes un paro debido al reducido tamaño de la anchoa descargada hasta ahora
El reducido tamaño de la anchoa descargada ha supuesto que los arrantzales decretaran 'bandera' y no salieran, durante el día de hoy, a pescar ninguna especie. No obstante, el mayor problema que tiene la flota es el alto precio del gasóleo que puede obligar a no salir a pescar la próxima semana. La anchoa descargada entre los 70 a 80 granos en el kilo, muy pequeña, y el bajo precio que ha dado en la lonja ha conducido a que se tomara este pasado jueves la decisión de parar este viernes. Con esta medida, se trata de regenerar los caladeros y esperar unos días a encontrar anchoa de mayor tamaño. Desde que se iniciara la costera, el pasado día 1 de marzo, las partidas descargadas han sido mayoritariamente pequeñas, salvo alguna descarga en Pasajes, de tamaño mediano que dio buen precio.
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Hace 17 años, el elevado precio del gasóleo provocó una parada histórica de toda la flota pesquera profesional española
Junto a ello, en este momento, la principal preocupación es el alto precio del gasóleo que hace insostenible la actividad pesquera en los puertos pesqueros . Desde los puertos advierten que esta nueva escalada de los carburantes hace inviable salir al mar para la gran mayoría de embarcaciones y pide soluciones urgentes a las administraciones responsables para paliar las copiosas pérdidas económicas del sector.
«No es rentable»
Los armadores denuncian que con el actual precio del gasóleo la actividad pesquera profesional está dejando de ser rentable para ellos mismos, los patrones y los marineros principalmente de las modalidades de arrastre y cerco. En la actualidad entre el 75 y el 80% de los gastos diarios de un pesquero son para pagar el gasóleo. «El precio del gasóleo está subiendo sin cesar en los últimos años y a la vez el precio del pescado baja cada vez más», señalaban arrantzales en Ondarroa. Se trata de una situación que está ahogando al sector pesquero profesional. En este panorama tan negro, el armador y también el marinero, son los más perjudicados, este último por el sistema de cobro a la parte. El precio del gasóleo y otros gastos se descuenta de las ganancias por las capturas diarias de pescado. Por lo tanto, cada vez que el gasóleo sube de precio y no lo hace el precio del pescado, los patrones y los marineros pierden dinero hasta el extremo que a estas alturas salir al mar se está convirtiendo en una actividad insostenible porque muchas barcas ya van a pérdidas. Hay que recordar que, en 2005, hace 17 años, el elevado precio del gasóleo provocó una parada histórica de toda la flota pesquera profesional española.
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