El año más frenético de la fiscalidad

Expertos del sistema tributario de Euskadi analizan las medidas fiscales más relevantes del año y las que habría que adoptar en 2021 para superar la crisis generada por el Covid

Mikel Madinabeitia

San Sebastián

Sábado, 26 de diciembre 2020, 07:52

Los impuestos son los nervios del Estado» (Cicerón). Quedan pocos días para dejar atrás este nefasto 2020, que pasará a la historia como el del ... impacto del Covid en la economía, cuyas secuelas en el empleo y en el tejido económico tardarán en cicatrizar. La pandemia ha provocado una crisis que ha obligado a las instituciones a modificar, en más de una ocasión y de forma sustancial, la estructura que se asemeja al corazón del sistema: la fiscalidad. Un concepto que tiende a ser rígido y poco flexible, pero que en este ejercicio tan atípico se ha transformado hasta ser frenético. En este artículo participan socios de las firmas BSK Legal & Fiscal, Norgestión, Sayma, Garrigues y Cialt, que son interpelados sobre las medidas tributarias más relevantes acordadas en 2020 y las que adoptarían en 2021 para salir de la crisis generada por la epidemia.

Publicidad

Iñaki Berriozabal (Abogado y experto fiscal de BSK Legal & Fiscal)

«Hay que fomentar la competitividad y la recuperación de los ingresos»

1) Subrayo el 'carry back', la posibilidad de compensar los rendimientos netos negativos obtenidos en 2020 con los beneficios obtenidos en 2019. Es interesante mencionar también que el crédito fiscal previsto para las empresas en el Impuesto sobre Sociedades por las contrataciones laborales de carácter indefinido incrementa su límite máximo de deducción a 7.500 euros por cada persona contratada en 2020, en lugar de los 5.000 euros fijados hasta la fecha. Por último, es significativa la prórroga para 2021 del crédito fiscal previsto en Sociedades para las empresas que inviertan con porcentajes de deducción que pueden ser 10, 15 o 20% de las cantidades satisfechas, así como la prórroga de la deducción prevista para las empresas que participen en la financiación de proyectos de I+D+i desarrollados por entidades que tengan en 2021 la condición de microempresa o pequeña empresa.

2) Para el próximo año serían bienvenidas medidas que fomenten la competitividad de las empresas, la recuperación de los ingresos y el fomento de la inversión. Sería recomendable eliminar el Impuesto sobre el Patrimonio. Lo mismo podría decirse de las donaciones, cuando generan tributación en el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones para el donatario y en el IRPF del donante o en general de las herencias en el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones.

También, sería aconsejable alargar el plazo de aplicación de las pérdidas patrimoniales en el IRPF. Las empresas están reclamando que se elimine el límite de aplicación de las bases imponibles negativas de años anteriores. Por último, convendría introducir incentivos al teletrabajo, tales como deducciones en Sociedades o en el IRPF del empleador, así como permitir la deducibilidad del IVA soportado por los gastos asumidos y que los mismos no supongan retribución en especie para el teletrabajador o incluso se admitan deducciones en su IRPF. Con esas medidas, u otras similares, hay que fomentar que las empresas adquieran o actualicen los equipos y terminales necesarios para el acceso al teletrabajo, con su software y periféricos asociados y que se reembolsen gastos incurridos que se correspondan con gastos de electricidad, de telefonía e internet y de calefacción de su vivienda habitual, y de compra de materiales de oficina incurridos por el profesional.

Publicidad

Iñigo Garmendia (Socio-director del departamento legal y tributario de Norgestión)

«Las Haciendas forales han estado a la altura y subrayaría la figura del 'carry back'»

1) Las Haciendas forales han estado a la altura. El grueso de medidas han ido enfocadas a paliar la falta de liquidez y tratar de impulsar la reactivación económica y minimizar los daños en el tejido productivo. Destacaría la flexibilización en los plazos para cumplir con determinadas obligaciones de materialización de inversiones contraídas tanto en el IRPF como en Sociedades; la exención aplicable a determinadas ayudas extraordinarias; la flexibilización en los reembolsos de EPSV para personas afectadas por un ERTE, o la exoneración del pago fraccionado en determinadas circunstancias. Pero, sobre todo, destacaría la figura del 'carry back'.

Por otra parte, se han aprobado otro tipo de medidas orientadas a impulsar la reactivación económica entre las que destacaría la deducción para la transformación digital del comercio minorista; el reforzamiento de la deducción por creación de empleo, y la participación de trabajadores en el capital de la empresa, pero por encima de ellas la deducción extraordinaria por inversión en microempresas y pymes.

Publicidad

2) Es fundamental entender qué necesitamos de nuestras empresas, empresarios y emprendedores para que, como decía Churchill, sean el caballo que tira del carro y no la vaca que hay que ordeñar. Necesitamos fortalecer nuestro ecosistema para que resulte competitivo y atractivo para nuestras empresas. Debemos poner el foco en el medio plazo, y asumir como prioridad el mantenimiento del tejido empresarial sin dejarnos llevar por las urgencias de la recaudación y acudir a un endeudamiento coyuntural. Debemos seguir dando tiempo y oxígeno a nuestras empresas para que puedan sobrevivir eliminando por ejemplo la limitación en la compensación de BINS, pero al mismo tiempo debemos incentivar la transformación digital y el I+D+i.

Tenemos que seguir fomentando la capitalización de nuestras empresas con figuras como la Reserva del artículo 51 para fomentar la capitalización empresarial y huir de impuestos ideológicos como Patrimonio. Pero, sobre todo, debemos atraer la inversión privada hacia nuestras empresas. Figuras como la deducción aprobada en Sociedades para la inversión en microempresas y pymes van en la buena dirección, pero hay mucho dinero 'miedoso' de realizar inversiones directas en empresas que bien canalizado podría suponer una nueva fuente de financiación para nuestras empresas. Me refiero a incentivos en el IRPF para atraer a inversores privados a 'fondos' que inviertan en empresas de nuestro tejido industrial o en activos inmobiliarios de nuestras empresas y recuperar la exención por reinversión por la inversión en participaciones en empresas.

Publicidad

Víctor Etxeberria (Socio codirector del área fiscal de Sayma)

«Mejoraría la deducción con límite del 35 al 70% por creación de empleo indefinido»

1) Es indudable el esfuerzo de las Haciendas forales para paliar la falta de liquidez de las empresas y para impulsar la reactivación económica. Entre las medidas de choque destacaría la ampliación de plazos para la presentación de los impuestos y la prolongación de los límites de los aplazamientos de los mismos; la eliminación de pagos a cuenta, y la flexibilización de plazos para el cumplimiento de determinados incentivos fiscales.

Entre las medidas de reactivación económica, distinguiría el 'carry back'; la deducción extraordinaria por inversión en participación en pymes, startups y entidades innovadoras o en crecimiento; la participación en proyectos de I+D de micros y pequeñas empresas, y la libertad de amortización extraordinaria para elementos nuevos.

Publicidad

Finalmente, entre las medidas adoptadas en la Renta, subrayaría la deducción extraordinaria de 2019 por pérdidas en 2020 y el 'carry back'; la regulación extraordinaria de los derechos correspondientes a los sistemas de previsión social; la deducción por la participación de las personas trabajadoras en su entidad en empleadora, y la deducción por la constitución de entidades por personas.

2) Diferenciaría medidas de choque, y de reactivación económica y gasto público. Entre las primeras, reformar el Impuesto de Actividades Económicas con objeto de regularizar la situación de paralización de la actividad y su devengo pago con efectos al 1 de enero de 2020, vía devoluciones o menores cuotas a pagar; mejorar la deducción por creación de empleo indefinido, pasando de una deducción con límite del 35% al 70%; favorecer a nivel empresarial las contribuciones a planes de pensiones de las empresas para sus empleados; modificar o eliminar en parcial de la limitación de bases imponibles negativas de ejercicios anteriores, o eliminar la tributación en Patrimonio de los beneficios generados por la empresa y no repartidos.

Noticia Patrocinada

Joseba Sáez (Socio de Garrigues)

«Para 2021 favorecería la inversión, especialmente de capital foráneo o extranjero»

1) Las relacionadas con el Covid, ya que las Haciendas forales han hecho un reconocible esfuerzo. Entre otras, retrasar los plazos de liquidación y pago, de manera que no se cometieran incumplimientos de pago (declaraciones de IRPF, IVA y Sociedades); permitir el aplazamiento y fraccionamiento de deudas sin incurrir en mayores costes ni comprometer recursos más necesarios; introducir medidas extraordinarias tendentes a reducir la carga impositiva, y favorecer la inversión y actividad económica (deducción por empleo, deducción por inversión en pymes, libertad de amortización...).

Otra de las medidas fiscales adoptadas más importantes puede ser además, respecto a 2021, que las Haciendas forales han optado por no modificar (lo cual también es una decisión) el marco tributario actual. A diferencia de otras administraciones, Euskadi ha apostado por la estabilidad y el mantenimiento del marco tributario actual.

Publicidad

2) Destacaría unas cuantas. Proporcionar un marco tributario estable; fomentar la actividad empresarial (no incrementar la presión fiscal y, al contrario, rebajarla e introducir incentivos a la inversión y al empleo); procurar la estabilidad y el arraigo de la empresa familiar; favorecer (o no entorpecer) la inversión, especialmente de capital foráneo o extranjero.

Además, fomentaría las estrategias de generación de volumen y tamaño; impulsaría la innovación; apoyaría a los sectores más perjudicados y no dejaría de lado las medidas tendentes al desarrollo medioambiental.

Publicidad

Imanol Ansoalde (Socio de Cialt)

«La decisión más acertada de este ejercicio ha sido la de no subir los impuestos»

1) Durante el 'shock' de la primera ola, las más importantes fueron la ampliación de plazos de declaración y de procedimientos en curso o aplazamientos de pago y, posteriormente, se inyectó liquidez a las empresas mediante créditos ICO, avales de Elkargi... También se destaco la eliminación de la obligación de realizar pagos fraccionados a los empresarios personas físicas y a las pequeñas empresas, la mejora del tratamiento del rescate de una EPSV para personas afectadas y la posibilidad de compensar las pérdidas previstas para 2020 que se utilizaron para reducir la carga tributaria correspondiente a 2019. Pero, sin duda, la decisión más importante de este ejercicio, desde el punto de vista tributario, ha sido la de no subir los impuestos.

2) El ejercicio 2021 tiene que ser el de la reactivación económica. Los poderes públicos deben continuar ayudando a los sectores más perjudicados por la pandemia, pero es fundamental tomar medidas que favorezcan la actividad de las empresas. Es el momento de apostar por unas empresas más competitivas, unos sectores productivos de mayor valor añadido, una producción sostenible y la generación de empleo de calidad. Es imprescindible utilizar los fondos europeos en proyectos que generen aumentos en la productividad y la sostenibilidad.

Publicidad

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete los 2 primeros meses gratis

Publicidad