Euskadi adopta medidas para agricultores y ganaderos para prevenir la escasez de agua

Euskadi adoptará medidas en favor del sector agroganadero para hacer frente a una escasez de agua que de momento no amenaza el abastecimiento en el País Vasco, pero que golpea al sector primario y obliga a tomar medidas de prevención por si se agrava la situación, que en el caso de Araba es más preocupante, como ocurre en el centro y sur de España. La Mesa de Agricultura y Cambio Climático del Gobierno Vasco se ha reunido en Vitoria para adoptar medidas como «optimizar el riego existente y poner nuevos sistemas donde sea necesario, así como incentivar la producción de forrajeras y su compra fuera de Euskadi si fuera necesario».

Presidida por la consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente, Arantxa Tapia, han realizado un diagnóstico de situación que concluye que regadío y secano se ven afectados por la falta de agua que ya provocó el año pasado una merma del 30% en las cosechas de grano. En el caso de la ganadería, la pérdida de producción de hierba en relación con un año normal podría alcanzar el 50%, agravada por la situación negativa de mercados cercanos como Navarra, Aragón o Lleida, y los altos precios en mercados internacionales

De momento, la situación en Euskadi es menos crítica que en otras zonas, ya que cuenta con un nivel de reserva de agua suficiente para más de un ciclo anual completo, pero el cambio climático es una realidad y ya afecta a la actividad agraria y ganadera

Estos problemas de las explotaciones agroganaderas se suman a la subida de precios de las materias primas y agravados con la falta de agua de los últimos meses. URA, Agencia Vasca del Agua, señala, en un informe fechado este miércoles, día 17, que los volúmenes almacenados en los embalses de Euskadi oscilan entre el 71 y el 100%. La situación actual es menos favorable que la de hace un año, cuando oscilaban entre el 81 y el 100 %. Una situación, no obstante, que no conduce a adoptar, en este momento, medidas de emergencia referidas al abastecimiento que sigue estando garantizado para más de un ciclo anual completo. Eso sí, tras la valoración y el diagnóstico detallado del momento actual, la Mesa ha planteado una batería de iniciativas que contribuirán a mitigar los problemas que la falta de agua puede provocar en la alimentación del ganado y el mantenimiento de las huertas.

Entre ellas, están poner en marcha guías de buenas prácticas de riego para cultivos, habilitar nuevos regadíos y analizar requerimientos hídricos y administrativos para la concesión de nuevos permisos en zonas de la vertiente cantábrica para cultivos forrajeros, que normalmente son en secano. También se plantea sembrar forrajes como cultivos secundarios y por otro, se tomarán medidas de siega en verde para forrajes de cultivos que tradicionalmente se destinan a grano (cereales, guisantes, cultivos fijadores de nitrógeno, etc.). Otras iniciativas son incentivar la implantación de cultivos forrajeros en terrenos pertenecientes a áreas abastecidas por balsas en las que hay más agua que las necesidades de los cultivos implantados actualmente. También se propone adquirir forraje seco fuera de Euskadi, que cubra un porcentaje de la producción local de forraje. Al mismo tiempo, se volverá a reactivar en Euskadi el instrumento financiero existente, habilitado el año pasado ante la guerra de Ucrania, para adquirir forraje.

Otras medidas serán la reducción de fugas en las redes y digitalización de los sistemas de control y seguimiento, sensibilización para el uso responsable y el ahorro del agua y completar y reforzar las infraestructuras necesarias.

Respecto a la situación concreta de Gipuzkoa, se señala que las últimas lluvias han mantenido cierta normalidad, aunque existe entre agricultores y ganaderos «pánico» de cara al aprovisionamiento de otoño de forraje, sobre todo por las dificultades de sequía en otras zonas donde se compra para complementar al producido en nuestro territorio. En el caso del sector lácteo, hay «preocupación ante la previsión de bajada de precio pagado por la leche con el incremento de coste de forrajes y otros inputs que van a tener que hacer frente».

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