La fábrica de cemento de Añorga plantea un ERE para al menos un tercio de la plantilla

El ERE ya ha sido comunicado por la empresa alemana al comité de empresa, que está conformado por cinco representantes de LAB y cuatro de ELA.

En un comunicado remitido ayer por la tarde, Heidelberg Materials vincula esta decisión al proceso de «descarbonización» de su producción en Euskadi, ya que, según indica, la planta de Arrigorriaga es «más eficiente» y con «menores emisiones de CO2».

Además, asegura que la fabricación y venta de cemento «se mantendrá en ambas fábricas como en la actualidad». La compañía prevé una inversión de 32 millones para la descarbonización en el periodo 2024-2026 de ambas factorías.

Heidelberg Materials informó que esta medida conllevará el inicio el próximo 18 de junio de un ERE en Añorga en el cual ofrecerá «un amplio plan de recolocación interna y otras medidas para minimizar en todo lo posible el impacto social de la iniciativa». La empresa asegura que intentará alcanzar un acuerdo con la parte de la plantilla afectada por la parada del horno.

Según ha podido saber este periódico, en el horno trabajan a turnos 36 personas de un total de 102 que componen toda la plantilla de la fábrica de Añorga. Con todo, el impacto del ERE podría ser algo mayor ya que hay otras actividades derivadas del horno, como son los electricistas o los trabajadores que realizan mantenimiento del horno que también podrían verse afectados.

Heidelberg Materials explica que la producción de clínker es la fase en «la que se genera el 100% de las emisiones de CO2 (carbono) de una fábrica de cemento».

En este contexto, apunta que este componente en Arrigorriaga permitirá «una reducción inmediata de las emisiones de CO2 del 50% sobre el nivel del año 2023 y asegurará la sostenibilidad climática e industrial de las dos fábricas a largo plazo».

Con todo, la compañía quiere dejar claro que sigue apostando por la planta de Añorga en un área tan importante como es la innovación y el desarrollo de nuevos productos. Según asegura el grupo alemán, en la fábrica donostiarra se potenciará la producción e Innovación en cementos bajos en carbono (CO2) a través de «nuevas capacidades de Investigación y Desarrollo en nuevos productos y en soluciones constructivas sostenibles».

La empresa añade que la decisión, que fue anunciada ayer al comité de empresa de la fábrica de Añorga, permitirá «cumplir con las obligaciones que se desprenden de la Ley de Transición Energética y Cambio Climático de Euskadi aprobada con el respaldo del 82% Parlamento Vasco el pasado mes de febrero».

La fábrica de Añorga, conocida como Cementos Rezola, es todo un referente en el barrio donostiarra. La factoría, que se puso en marcha en 1850, tiene un gran impacto en la zona más allá de la propia actividad productiva, ya que cuenta con un museo permanente que también acoge otras actividades, y patrocina también iniciativas deportivas, entre otras cosas.