Las cooperativas vascas perderán unos 3.000 empleos por la pandemia

El estudio hecho público ayer analiza la evolución de las cooperativas y sociedades laborales hasta 2019, así como la de fundaciones, asociaciones, empresas de inserción o centros especiales de empleo. La monitorización de este tipo de empresas en la anterior crisis económica (entre 2008-2014) permite adivinar cómo se comportarán en este momento de «gran incertidumbre», apuntó la consejera.

Actualmente en Euskadi hay 2.500 empresas de economía social, que dan empleo a 60.500 personas. De ellas, 1.800 son cooperativas, con una plantilla de 53.500 personas.

Estas compañías muestran «una gran resiliencia», destacó San José. De hecho, tras la crisis económica, el empleo cooperativo es el que más creció -un 7%, frente al 1,2% en las sociedades laborales-. Ahora, a causa de la pandemia, «se perderán unos 3.000 puestos de trabajo si la caída del PIB llega al 8,7%», estimó San José. Según los cálculos del Gobierno Vasco, las cooperativas reducirán su plantilla en menor medida que lo previsto para el conjunto de la economía vasca, en concreto dos puntos menos.

La incidencia de los ERTE también ha sido menor en las cooperativas. Un total de 500 han presentado expedientes de regulación de empleo y estos se han aplicado a la mitad de los empleados, mientras que en otros modelos de empresa ha afectado a 8 de cada 10 trabajadores.

La consejera aseguró que se han creado tres líneas de apoyo a estas empresas, «con una partida de más de 6 millones, un 25% más que en 2019». Por otra parte, San José subrayó la importancia de las fundaciones, centros especiales de empleo y EPSV, entre otras. Estos colectivos generan 28.000 puestos de trabajo remunerado y cuentan con cerca de 25.000 voluntarios.