Confebask incluye también un recargo en Sociedades para lograr recursos anticrisis
La patronal vasca propone que sea temporal, finalista y bajo el principio de «solidaridad, de modo que aporte más quien pueda hacerlo»
Sábado, 9 de mayo 2020, 07:37
Confebask confirmó este viernes que han propuesto al Gobierno Vasco un recargo fiscal temporal y finalista para hacer frente a la factura del coronavirus ... que afecta «no solo al IRPF sino también al Impuesto de Sociedades, bajo el principio de solidaridad, es decir, de que aporte más quien pueda hacerlo».
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En una nota enviada a los medios de comunicación, la patronal vasca quiso remarcar que el esfuerzo fiscal destinado a amortizar la deuda en la que se tenga que incurrir ahora para hacer frente a la crisis del Covid-19 debería afectar a «todos los tributos concertados de regulación propia, es decir, IRPF e Impuesto de Sociedades». La nota no cita explícitamente al Impuesto de Patrimonio, pero este gravamen es también de competencia propia de las Haciendas forales.
Como adelantó este medio, la propuesta conjunta de Confebask, Adegi, Cebek y SEA, que ha sido remitida al Ejecutivo Vasco bajo el nombre de 'Hoja de ruta económica empresarial para hacer frente desde Euskadi al Covid-19', incluye además diversas medidas dentro de lo que denominan 'Plan 2R: resistir y reactivar'.
En el documento original, los empresarios señalan que ese recargo fiscal temporal y finalista ya se hizo tras las inundaciones de 1983 y también en Alemania para costear los gastos de la reunificación. En el caso vasco, se hizo a través de la declaración de la renta. Pero ayer la patronal quiso despejar cualquier duda y remarcó que su propuesta también incluye el Impuesto de Sociedades.
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La propuesta también incluiría a Patrimonio, aunque no lo cita, ya que es un impuesto de competencia propia
Confebask propone una fórmula concreta para acotar el gasto tributario de los vascos. Así, plantea una emisión de deuda pública por parte del Gobierno Vasco, bautizada con el nombre de 'Euskobonos Covid-19', que debería ser suscrita por las entidades financieras y las EPSV. El recargo fiscal serviría para amortizar esa deuda y no para realizar otro tipo de gastos, remarcan los empresarios.
Entre las medidas complementarias propuestas por Confebask para resistir figuran la de aportar líneas de liquidez empresarial en cuantía suficiente a pymes y autónomos, aprobar medidas para facilitar el mantenimiento del mayor nivel de empleo y empresas posible, así como aportar rentas a los colectivos más desfavorecidos por la crisis.
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En una segunda fase, que es la de la reactivación, propone estimular la demanda interna vasca de bienes de consumo local y la inversión en Euskadi, tanto pública como privada, así como fomentar la internacionalización empresarial.
Además, Confebask plantea otras medidas, como son el rescate y relanzamiento de empresas viables en dificultades, la reactivación de sectores estratégicos o más castigados por la crisis sanitaria, la relocalización de cadenas de suministro internacionales, el desarrollo de una cadena de suministro local para el sector de salud y biociencias y aportar planes flexibles, ágiles y con la dotación suficiente para la cualificación y recualificación de personas en desempleo y ERTE.
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«Una propuesta más»
Tanto el Gobierno Vasco como la Hacienda guipuzcoana eludieron ayer pronunciarse sobre la propuesta de la patronal. El Departamento de Hacienda y Economía del Ejecutivo vasco indicó que se trata de «un planteamiento, como otros muchos que hay encima de la mesa por parte de otros agentes sociales». Por su parte, desde el fisco guipuzcoano señalaron que no se les ha remitido la propuesta por lo que descartan realizar ninguna valoración.
Las propuestas de subidas de impuestos, aunque sean de forma temporal y finalista, como la que plantea Confebask, genera siempre controversias. Iñigo Garmendia, socio y responsable del Departamento Legal y Fiscal de Norgestión, recuerda que la teoría manda en época de crisis establecer incentivos fiscales que permitan a las personas disponer de más renta, lo que supone en la práctica una reducción impositiva. Pero ante la pregunta de ¿quién paga esto? subrayó que hay que cuantificar esas necesidades y luego «repartir las cargas entre todos bajo el principio de solidaridad, de modo que los más privilegiados realicen un esfuerzo mayor». En este sentido, Garmendia añadió que se deberían tocar todos los impuestos: IRPF, Sociedades, Patrimonio, Sucesiones...
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Con todo, este asesor fiscal remarca que a la hora de tomar decisiones hay que tener en cuenta no solo las necesidades inmediatas, sino también pensar en el impacto que tendrán las medidas a adoptar a medio plazo.
Las centrales piden una reforma integral y solidaria
Una reforma fiscal integral, redistributiva y solidaria, es lo que reclaman los sindicatos vascos para hacer frente a los gastos generados por el coronavirus y para paliar su impacto económico.
Desde ELA recuerdan que llevan tiempo reclamando y también con motivo de la pandemia la necesidad de adoptar medidas urgentes en materia fiscal para incrementar la recaudación. En su opinión, la factura del Covid-19 debería recaer sobre las «rentas altas, las empresas y el capital», ya que consideran que hasta ahora han sido las de trabajo las que han soportado la mayor carga. La central nacionalista aboga por elevar los tipos del Impuesto de Sociedades para equipararlos a la media europa. «En estos momentos se recaudan 900 millones menos al año», remarca. También defiende incorporar un recargo a dicho impuesto, pero no al IRPF. Aunque en este último caso plantea una tabla impositiva más progresiva que afectaría a quienes tienen más renta, pero no al conjunto.
Otra de las medidas que propone es incrementar el Impuesto de Patrimonio y equiparar la imposición de las rentas de capital a las del trabajo.
CC OO también se abre a tocar el IRPF, pero no de una forma generalizada, sino porporcional a los ingresos, incidiendo en las rentas más altas, siempre de un modelo fiscal «justo, solidario y redistributivo de la riqueza». Considera fundamental «tocar» el Impuesto de Sociedades para que «las empresas que tengan beneficios contribuyan» y también el de Patrimonio.
LAB incide, asimismo, en el Impuesto de Sociedades y en las rentas de capital. Cree que ha llegado la hora de «empezar a hablar de otra política fiscal que recaude más y de forma más progresiva». Para ello, señala que hay que cambiar la orientación de la política fiscal actual.
Por su parte, UGT se abre a tocar el IRPF, pero siempre que se mantenga el carácter progresivo y las rentas bajas estén exentas, y si va acompañado del de Sociedades. En cualquier caso, insta a no relajar la vigilancia sobre el fraude fiscal y la economía sumergida.
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