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Cinco miradas a la economía vasca

¿Qué hacer? Expertos de diferentes ámbitos analizan las perspectivas a corto y medio plazo, los retos que se plantean y las recetas para salir de la crisis provocada por el Covid

Domingo, 2 de agosto 2020, 14:26

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Eduardo Zubiaurre | Confebask

Salvar empresas y empleos

Esa debe ser la prioridad ahora mismo. Y es lo que están haciendo en Europa gran parte de sus gobiernos. Alemania ha dedicado 750.000 millones de euros (los mismos que prevé el plan de rescate europeo) para impulsar su economía, destinándolo a empresas, empleados, autónomos y familias. Creemos que ése es el camino a seguir aquí también, evidentemente, cada uno según su escala. Llevamos meses advirtiendo de lo mucho que íbamos a sufrir. Y los datos, por desgracia, lo confirman. El golpe es fuerte y no sabemos ni cuándo ni de qué manera se dará la recuperación. Entre otras cosas, porque no sabemos cuándo dominaremos la pandemia. Lo que sí sabemos es que la falta de confianza genera menos consumo, menos inversión, menos ventas, menos actividad y menos empleo. Y a escala global.

Los resultados entre nosotros comienzan a visualizarse. Hay esperanza a pesar de todo. Estamos convencidos de que disponemos de las herramientas adecuadas para salir de ésta. Pero hay que actuar ya. Tenemos que asumir como país, y entre todos, un endeudamiento extraordinario para, primero, y como decía, salvar empresas para mantener el mayor número de empleo posible. Y segundo, para promover a medio plazo una profunda transformación de nuestro país que, a su vez, nos permita mantener nuestra sociedad del bienestar: sin empresa competitiva no hay empleo ni modelo de bienestar posible.

En esta crisis, la colaboración público-privada para mantener vivos proyectos empresariales, el empleo, la inversión y la aportación a la sociedad vasca, se vuelve más imprescindible que nunca. Lo mismo que el diálogo y la voluntad de llegar a acuerdos. El compromiso de Confebask – y la empresa vasca– con este enorme esfuerzo colectivo que tendremos que afrontar es rotundo e inequívoco.

Mitxel Lakuntza | ELA

Soluciones frente a recortes

Se han destruido ya decenas de miles de puestos de trabajo, y la situación puede empeorar en los próximos meses. La situación exige respuestas urgentes y extraordinarias.

Hay una pregunta obligada: ¿Qué salida se va a dar en los próximos meses a esta crisis? La pérdida de recaudación en la CAPV (casi 3.000 millones según Azpiazu) es mayor que el endeudamiento que permite Sánchez. El Gobierno en funciones de Urkullu sabe que solo tiene dos opciones; una reforma fiscal para recaudar más o aplicar recortes (a corto o a medio plazo).

La negativa del Gobierno Vasco y las Diputaciones a aumentar impuestos a las rentas altas, empresas y patrimonios anticipa una agenda de recortes.

No se puede hablar de empleo sin otra fiscalidad. Hace falta un liderazgo del Gobierno Vasco en la política industrial, para la transición hacia un nuevo modelo más sostenible y de futuro, y para eso hace falta inversión pública. ELA ha planteado propuestas para anticiparnos a la pérdida de empleo. La primera, constituir un fondo de 2.300 millones de euros para la toma de control de empresas estratégicas y la puesta en marcha de empresas industriales innovadoras. La segunda, un sistema vasco para complementar los ERTE, con garantías de mantenimiento del empleo.

Ninguna de estas dos propuestas ha sido siquiera considerada por el Gobierno Vasco. Hoy, por desgracia, este país no tiene ni política de empleo ni política industrial (no confundir con política propagandística). Es urgente una reacción, audacia para anticiparse y tomar medidas alternativas para que la solución no acabe pasando, como dice –¿y desea?– la consejera Tapia por que las trabajadoras y trabajadores nos bajemos el salario. Hace falta más innovación y menos cinismo.

Mari Carmen Gallastegui | Catedrática

El círculo vicioso

A estas alturas la economía está inmersa en un término que se denomina círculo vicioso. Lo que sucede es que tenemos una demanda agregada demasiado baja y un saldo en el sector exterior también bajo. La economía sufre cuando pasan estas cosas y al final los consumidores también. Porque para que las cosas tengan sentido y los precios no experimenten cambios excesivos, precisamos que variables como la oferta y la demanda sean relevantes.

Romper este círculo vicioso no es una tarea fácil, sobre todo si lo queremos combinar con un déficit público sostenible. ¿Qué palanca hay que movilizar para aumentar la demanda agregada? ¿Y tal y como nos exigen las autoridades europeas, reducir el déficit público?

Dada la situación en la que estamos, la tendencia es preocupante porque no estamos tomando medidas para poder pensar que este círculo vicioso vaya a desaperecer rápido. Si de verdad queremos que aumente la demanda agregada y disminuya el déficit público, y las exportaciones y las importaciones crezcan, todo esto nos va a obligar a plantearnos qué tipo de políticas económicas queremos. Es evidente que tenemos que alcanzar un elevado nivel de competitividad. Tenemos que producir bien y barato. Tenemos que crecer mucho en exportaciones. Vamos a necesitar una política pública que reduzca el nivel de déficit público. En cierto sentido, tenemos que volver a una cierta austeridad.

Este círculo vicioso se puede romper. ¿Cómo? Podemos reducir las cuentas públicas y el nivel de déficit público pero no olvidando nunca que los ciudadanos tenemos el derecho a poder vivir con la suficiente liquidez para trabajar a gusto. ¿La fiscalidad? No se me ocurriría subirla ahora y sobre una posible bajada, considero que puede ser una buena salida.

Koldo Saratxaga | K2K Emocionando

Momento para evolucionar

Sentimos una fuerte conmoción global por algo tan natural y real como los virus. Quizás haya sido un suceso necesario para que nos replanteemos un abandono de las formas actuales y comenzar la orientación hacia un ser más espiritual. No creo que sea posible indicar nada soportable en términos económicos y laborales. Tampoco creo que lo que pueda ocurrir en los próximos meses sea lo realmente crítico para el futuro.

Hay tres maneras de sintonizar tu vida con el poder creativo del universo. Son la aceptación, el disfrute y el entusiasmo. El entusiasmo significa que disfrutas a fondo con lo que haces. Cuando añades un objetivo al disfrute de lo que haces, el campo de energía o frecuencia vibratoria cambia. Esta también es una manera de descubrir la diferencia entre líderes y gestores. El líder incorpora la motivación y la consciencia en su ser, tiene una relación cercana con las personas, conoce y siente el estado evolutivo de cada una de ellas. El líder no tiene objetivos personales como máximas a lograr. El gestor utiliza todos los recursos y formas para alcanzar sus objetivos.

Tenemos que situarnos en el aquí y ahora para lograr el entusiasmo en plenitud. Las crisis ocurren para que algo nuevo ocurra. Si la incertidumbre siempre ha estado, la competitividad, la globalización y la locura y prisas humanas la han disparado. Es el momento del diálogo con las personas de la organización para ver cómo queremos hacerlo, desde un punto de vista más emocional y no sólo organizacional, porque se requieren esfuerzos y generar confianza. No hay otra solución porque sino, va a ser el miedo permanente y desde ahí no se liberan ni la creatividad, ni la ilusión ni la pasión. Las experiencias del pasado poco pueden ayudar ahora. Es o la reinvención o el sufrimiento.

Javier Retegi | Orquesta

Transformas las empresas

La evolución durante el año 2020 va a ser muy desigual para los distintos sectores de la actividad económica y muy condicionada por la situación epidemiológica y las políticas asociadas. Durante la crisis de la Covid-19, se han visto especialmente afectados aquellos sectores servicios asociados con una presencia simultánea de personas en un mismo entorno físico o sectores vinculados al transporte de personas (p.ej. Hostelería, Comercio, Automoción o Aeronáutico).

Para tratar de minimizar el impacto de la crisis se han puesto en marcha necesarias políticas generales de salvaguarda de la continuidad de las empresas (asegurar la liquidez) y de mantenimiento de la relación laboral con sus empleados. También se han articulado algunas medidas de carácter sectorial (p.ej. sectores pesquero, comercial o turístico).

Si el impacto de la crisis ha sido sectorial, las medidas para la recuperación de los sectores también deberán ser sectoriales. Será necesario definirlas con el conjunto de clúster, asociaciones sectoriales y agentes sociales y respondiendo a las características propias de cada rama de actividad. No pueden ser las mismas medidas destinadas al sector de automoción, a la hostelería o a las actividades culturales.

Además, será necesario establecer políticas que no tengan solamente como objetivo la vuelta al estado previo a la crisis de la pandemia si no que contribuyan a transformar las empresas para los retos que deberán abordar durante los próximos años y con una clara visión estratégica (Economía verde, Digitalización, Envejecimiento, etc.).

Para ello, será necesaria la coordinación entre los distintos niveles de la Administración y que cada uno, en el ámbito de sus competencias, contribuya de forma coherente a la recuperación de la actividad con una hoja de ruta común.

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