La campaña del bonito dobla su ecuador con buenas capturas y precios razonables
Los arrantzales han capturado ya el 40% de la cuota y con buena rentabilidad al aparecer los túnidos más cerca de la costa de lo habitual
Cuando se lleva superado ya el ecuador de la campaña del bonito, los arrantzales se muestran satisfechos tanto con las capturas, como con los ... precios que se están alcanzando en lonja, así como con la rentabilidad, ya que las faenas se están desarrollando muy cerca de la costa con lo que no tienen que hacer frente a gastos considerables. De este modo y de acabar así la campaña compensarían en parte la mala costera de la anchoa de este año.
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Algunas lonjas del Cantábrico se están llenando de bonito gracias a las buenas capturas que están obteniendo los barcos de bajura. La flota de cebo vivo tiene previsto alcanzar esta semana cerca de las 7.000 toneladas, aproximadamente un 40% de la cuota permitida, que es de 16.000 toneladas.
Campaña del bonito
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Capturas La flota lleva capturadas cerca de 7.000 toneladas en el ecuador de la campaña, lo que supone un 40% de la cuota permitida este año, que es de 16.000 toneladas.
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Precios El bonito de 4 a 7 kilos oscila entre 3,40 y 3,50 euros el kilo, y el de 7 a 11 kilos, entre 3,5 y 4 euros el kilo.
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Cuota adicional El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación ha llevado a cabo el reparto de una cuota adicional de 900 toneladas de merluza sur para 2020, obtenida a través del intercambio de cuotas con Francia y Portugal.
Los arrantzales recuerdan que tras padecer una mala costera de anchoa, « y con unos costes que siguen subiendo, nos queda el dato positivo de que las faenas se están realizando cerca para su descarga rápida en puerto». De ahí que la rentabilidad es notable. Una parte importante de la flota está consiguiendo ya entre 35.000 y 40.000 kilos por marea, en algunos casos incluso con periodos de una semana en la mar, frente a los tradicionales de quince días de permanencia en los caladeros.
Los pescadores destacan que «estamos en la época más favorable para hacer capturas de bonito del norte». Según los profesionales, este año los cardúmenes están muy «rotos»; es decir, muy dispersos por todo el Cantábrico, sin zonas de abundancia claramente delimitadas.
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Los precios también están siendo satisfactorios para el conjunto de estos barcos. El bonito mediano, el que pesa entre 4 y 7 kilos, se ha pagado entre 3,40 y 3,50 euros el kilo, mientras que el bonito grande, de 7 a 11 kilos, oscila entre 3,60 y 4 euros el kilo. Las ventas se están realizando de forma mayoritaria al sector conservero, mientras que en una proporción menor se están destinando al canal en fresco. En una situación diferente se encuentran los conserveros que han vendido a las grandes superficies. Estos últimas, al haber permanecido abiertas, han conseguido importantes ventas. «Los conserveros grandes son los que están adquiriendo la especie en lonja, mientras que los pequeños que venden a la restauración no lo están haciendo», señala un comercializador de Ondarroa.
Los arrantzales tienen otro hándicap y es que el bonito del Norte compite con el canario y, a mayor oferta, se obtiene un precio menor. También, la cuota para la flota del Cantábrico se ha visto reducida en beneficio de la canaria.
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La frenética actividad ha llevado a que incluso la lonja de Avilés (Asturias) se haya llenado de bonito, con una avalancha de actividad -con una treintena de barcos, muchos de ellos guipuzcoanos, cuando la jornada normal llega a diez o quince lanchas-. Esto obligó a los responsables del complejo pesquero a derivar trabajo a la lonja vecina de Gijón. Y es que se han visto desbordados. La previsión era que se descargasen y vendiesen más de 80.000 kilos de túnidos. Para hacerse una idea de lo que esto supone, un día ordinario se da por buena la venta de entre 25.000 y 30.000 kilos en dicha lonja.
Campañas cortas
Tradicionalmente, la campaña del bonito se alargaba hasta octubre, pero en los dos últimos años ha finalizado antes por la gran presencia de la especie en el Golfo de Bizkaia, algo que puede deberse a diversos factores como la abundancia de anchoa pequeña en esas aguas, principal alimento para estos túnidos, y especialmente por las reducciones de cuotas a las que se han visto sometidos los arrantzales.
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El pasado ejercicio, por segundo año consecutivo, la costera del bonito llegó a su fin bastante antes de lo habitual al consumirse la cuota de esta especie, para finales de agosto. La flota de bajura del Cantábrico había capturado hasta el 22 de agosto el 88,94% de la cuota, tras dos meses de faenas. Así, de las 16.620 toneladas de tope, los arrantzales llevaban capturadas 14.783 toneladas, 6.000 de las cuales habían sido descargadas en los puertos vascos, la mayoría por parte de las cofradías de Gipuzkoa, con un precio medio en primera venta de 3,53 euros el kilo, siete céntimos menos que en 2018, con niveles parecidos al de este año.
Llamamiento para evitar contagios del Covid-19 en las lonjas
Este año la preocupación es la epidemia de coronavirus y sus rebrotes en algunas localidades entre las que se encuentra varios municipios con puerto pesquero. Es la nota discordante de la campaña. Esta circunstancia está haciendo que se intensifiquen las precauciones y los protocolos de seguridad anticovid establecidos en las lonjas pesqueras. Los arrantzales hacen un llamamiento a la responsabilidad de todos los agentes que trabajan en las instalaciones de las lonjas para mantener, como hasta la fecha» la actividad libre de contagios. Este llamamiento es para el personal de las lonjas que intervienen en las descargas, clasificación y etiquetado de la mercancía para despachar con éxito el volumen de producto y el gran número de embarcaciones, «una vez que dada la transcendencia económica del momento sería una fatalidad que se produjeran contagios en los puertos, barcos y lonjas», remarcan.
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