Jeferson, responsable de Súper Matia de Amara Berri, actualizando los precios que se muestran en los lineales de la leche. ARIZMENDI
Reducción del IVA

«La bajada es tan mínima que ni se nota»

Los consumidores apenas perciben en sus bolsillos la medida aplicada por el Gobierno central en algunos alimentos básicos mientras los comerciantes dudan de su efectividad y señalan problemas para actualizar sus sistemas de cobro

Dani Soriazu

San Sebastián

Martes, 3 de enero 2023, 19:30

La rebaja del IVA en productos básicos como la leche, el pan, el aceite, la fruta o las verduras parece no notarse en los bolsillos ... de los guipuzcoanos. Y no solo eso, sino que ha supuesto más de un quebradero de cabeza a los pequeños y medianos comercios que se dedican a la venta de estos artículos, que han tenido que actualizar sus sistemas de cobro a través de Ticket Bai y tienen que explicar a su clientela por qué algunos precios en vez de bajar han tenido que subir.

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El Gobierno central ha aplicado desde el pasado 1 de enero una rebaja en el IVA del 4% al 0% en los productos alimentarios básicos (pan, harinas panificables, leche, queso, huevos, frutas, verduras, hortalizas, legumbres, patatas, cereales) y del 10% al 5% en pastas y aceites. «Resulta insuficiente. Se ha anunciado mucho esta medida y la gente esperaba notarlo, pero solo ha visto bajadas de unos 3 o 5 céntimos en algunos productos», explica Jeferson Larios, responsable de la tienda Súper Matia de Amara Berri. En este comercio, además, han hecho una rebaja extra en artículos como la leche. «Lo hemos hecho para apoyar el consumo, nosotros asumimos algunas pérdidas para ello. No son exageradas, pero el margen de beneficio que tienes calculado para asumir gastos como la renta o la luz se ven más ajustados», apunta.

En la panadería-pastelería Adarra, ubicada en la calle Felipe IV de la capital guipuzcoana, el precio del pan sí que ha podido bajar «entre 5 y 12 céntimos» según el tipo de barra, pero el responsable del negocio, Mikel Guilisagasti, matiza que lo han podido hacer porque el 1 de diciembre ya aplicaron una subida de los precios. Todo lo contrario ocurre en otro negocio donostiarra, cuyo gerente reconoce que no les va a quedar más remedio que subir el coste de este producto este mes de enero, en torno a 5 céntimos por barra, «por lo que el efecto de la rebaja del IVA va a quedar diluido». Visiblemente enfadado y sin querer dar su nombre, indica que entiende que «algunas personas se lleven decepción por no ver un ahorro mayor» pero se muestra tranquilo porque su clientela «sabe que no subimos los precios por capricho». En su opinión no vale solo con aplicar rebajas en materia de impuestos. «Los costes de producción en origen siguen subiendo, es inevitable que eso se refleje en el producto final. Los costes de los ganaderos para producir leche, huevos, aceite…».

Los consumidores, por su parte, también lo tienen bastante claro. «No he percibido cambios, la verdad, tiene pinta de que esta medida no va a repercutir para bien en la economía familiar. Ahora vienen otras subidas por otro lado, que suplen estas bajadas y queda todo igual», cuenta Jesús mientras coge verdura de un expositor. Mónica Simón, a la salida de una frutería comenta que «las subidas de los precios en algunos productos son mayores que las rebajas aplicadas en el IVA. Se compensa una cosa con otra». Por su parte, Ricardo Horcajo considera que «estos alimentos tienen tan poco IVA que al final ni se nota la rebaja. Yo al menos no la noto».

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Adaptar los sistemas de cobro

Con el arranque de año los empleados de muchos comercios como Súper Matia tuvieron que cambiar las etiquetas de los precios de los lineales para marcar la nueva cuantía de los productos afectados por la reducción del IVA. Un trabajo extra que, sin embargo, no es el que más complicaciones les ha supuesto. Actualizar esos precios en los dispositivos informáticos en los que recientemente han instalado el nuevo sistema de factura digital Ticket Bai sí que ha resultado algo más complicado para algunos .

«Estamos todavía acostumbrándonos a saber manejarlo bien. Y ahora he tenido que llamar a la empresa informática que me lleva este tema para que me eche una mano, y eso tiene unos costes que volvemos a asumir los de siempre», protesta Guilisagasti. «Tengo que hacer los cambios pan por pan, y eso mientras atiendo a la gente o los pedidos. Eso me obliga a trabajar más horas. Y total, para tener que volver a cambiarlo en unos meses y sin que la gente lo llegue a notar mucho», apunta. En Súper Matia reconocen que «sí puede ser un lío, porque si no tienes los artículos ordenados y agrupados hay que ir producto por producto cambiando el precio». Por lo que dependiendo de las posibilidades y las habilidades del comercio, esta tarea habrá sido más o menos farragosa.

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