Pelota | Manomanista

Joseba Ezkurdia es más incluso sin entrenar

En el 1-1 el lizartzarra ya entendió que pese a que Ezkurdia no estaba en las mejores condiciones físicas su tarde no iba a ser un camino de rosas. El primer tanto del arbizuarra fue una obra de arte. Jaka dibujó un gancho precioso y Ezkurdia demasiado hizo con llevarla a buena. El guipuzcoano trató de rematar el tanto con una pelota que se arrimaba a la pared izquierda, pero las piernas de Ezkurdia son las de un privilegiado. El subcampeón del año pasado se sacó de la manga una dos paredes de izquierda al contraataque para que Jaka terminará en la primera fila del Astelena. Su mirada a Aimar Olaizola, a escasos metros, llevaba consigo un mensaje entre líneas. «¿Cómo paro yo esto y qué más tengo que hacer para sumar el tanto?». El de Goizueta no encontró respuesta.

El rictus de Ezkurdia no fue mucho mejor en el 2-4, que también cayó de su lado. Esta vez fue Jaka quien tras un durísimo intercambio de 32 pelotazos se la jugó desde lejos. Harto de mover al navarro de un lado a otro de la cancha pero sin poder rematar, tiró una dejada con efecto al txoko. La chapa hizo un ruido que a Ezkurdia le debió sonar a música celestial. Completamente muerto, el arbizuarra se quedó casi un minuto de cuclillas tratando de recuperar aliento. «Era el 2-4 y de verdad que estaba muerto. Me he dado cuenta de que era imposible mantener ese ritmo durante todo el partido», por suerte, su físico mejoró tras echar a sudar.

Ezkurdia se marchó dos veces en el marcador, 13-5 y 16-9, pero Jaka tiró de amor propio para colocar un peligroso 17-14. «He notado que no podía dar mucho más», apostilló Ezkurdia sobre el tramo final del partido. Se ganó el punto desde el saque, con el que hizo cinco tantos, con los errores de Jaka, que acumuló hasta diez, pero también con dos magníficos restos en un momento decisivo. El 17-12 colorado fue un remate fallido de Jaka, que no llegó a conectar con la pelota cuando tenía todo a placer para hacer el tanto. Exactamente lo mismo en el 18-14. Colocado en el dos y medio y con Ezkurdia vencido, el lizartzarra no pudo rematar una pelota franca. Dos saques-remate sencillos que en vez de caer del lado azul fueron a parar a Ezkurdia. «Me ha hecho dos extraños», lamentó un Jaka que no pudo con un Ezkurdia que solo realizó un entrenamiento.